Si hay algo que se perdió en la política argenta es la lealtad. Lealtad a los principios, a las convicciones, a los territorios, a las palabras, en definitiva la lealtad al otro. A esta altura no hay dudas que esa palabra que forma parte de la historia de nuestro país, hoy fue dejada de lado. Y lo peor es que nadie reclama su regreso, sino todo lo contrario. Antes que nada, vale la pena recordar...
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