Tras haber prometido en campaña la eliminación del impuesto a las ganancias de la mayoría de los salarios y en medio de una puja con la oposición en el Congreso por modificar el gravamen, el presidente Macri remitió a los mismos argumentos del anterior gobierno para no avanzar en un profundo recorte del impuesto a las ganancias sobre los salarios alcanzados.
En contraposición a los proyectos como el de Massa, que virtualmente eliminan el gravamen de los sueldos inferiores a los $ 50 mil, el jefe de Estado defendió el (mucho más módico) proyecto oficial de modificación del gravamen, lo consideró “posible” teniendo en cuenta la situación fiscal del Gobierno, y aseguró que el tributo afecta solo al “3 por ciento que más gana” en el país.
“Yo gobierno especialmente para los que menos tienen, para el 32 por ciento que está en la pobreza. La discusión sobre Ganancias es para el 3 por ciento de la población que más gana en la Argentina”, sostuvo Macri en una entrevista que brindó a distintos diarios del interior. El argumento reproduce casi textualmente el que utilizaba el gobierno anterior y era cuestionado desde dirigentes del actual oficialismo.
El proyecto del gobierno
En el detalle, el proyecto del Gobierno propone un aumento del 15 por ciento en el mínimo no imponible, con un piso de $ 21.712 netos para solteros y de $ 25.231 para el trabajador casado y con dos hijos. Además, la Casa Rosada accedió en las últimas horas a crear un impuesto al juego para costear los cambios en Ganancias: se esperan recaudar $ 6000 millones.
Macri resaltó que en el inicio de su gestión se triplicó el mínimo no imponible de la cuarta categoría de ese impuesto, y afirmó que la propuesta que impulsa genera “una escala progresiva mucho más justa”.
En ese marco, explicó que la modificación que impulsa “es lo posible” en este momento porque “el problema fundamental que enfrenta la Argentina en términos de su equilibrio como sociedad es el enorme déficit fiscal, que hay que bajar, y tiene la carga impositiva más alta de la región”.