Columnista invitadoOpiniónSocialesMás del Juego de la obesidad: ¿Cómo dejar de jugarlo?

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Hace algunas  semanas en este mismo espacio, reflexionamos sobre los resultados contundentes del estudio Venado Tuerto 3, que muestran que 7 de cada 10 venadenses tienen sobrepeso. Propusimos pensar el estado actual de los condicionantes sobre nuestro peso como un juego, en el que cuando una persona nace va desarrollando su vida en una especie de cancha inclinada; siendo muy pocos los que van a llegar al arco de la salud. La mayoría va a rodar hacia el área propia, la del sobrepeso la obesidad, la diabetes; y comenzará un número indefinido de dietas que  casi siempre serán infructuosas. Los dueños de la pelota son las grandes corporaciones que nos venden alimentos ultraprocesados, y las disciplinas de la salud intentan emparchar la situación con pastillas, dando una falsa sensación de control.

Decíamos también que la  solución es dejar de jugar ese juego perverso y repetitivo y que las acciones para lograrlo tenían que ser colectivas, especialmente guiadas por la iniciativa de políticas públicas creativas pero aplicables en este sentido.

La nota tuvo bastante recorrido y en sus repercusiones muchos actores nos pidieron que nuestro aporte no termine en el análisis de la situación sino que propongamos algunas ideas. Aparece como primer obstáculo el hecho de que las políticas que impactarían más profundamente serían las de incumbencia nacional. Pero creemos que algunas cosas muy concretas podemos pensar para nuestra localidad. Por otro lado, si como dijimos en la nota anterior, logramos poner a Venado en un lugar de ciudad pionera en conductas saludables (ya destaca en la posibilidad diagnóstica con los estudios VT1, 2 y 3), tal vez pueda servir en este sentido de faro para otros lugares. Y además, en nuestra zona también viven funcionarios y legisladores provinciales. 

Así que acá van algunas puntas que esperamos sirvan de insumo para empezar a construir algo:

  • Pan por Agua. Sabemos que dentro de las causas primeras de ganancia de peso se encuentra la ingesta de hidratos de carbono de rápida absorción como  los de la harina y las bebidas azucaradas. Se nos ocurre que una medida práctica sería que en los locales gastronómicos de todo tipo, al recibir al cliente, se reemplace el gesto de traer la panera por el de ofrecer una jarra de agua potable. Por defecto, traerla en todos los casos, de manera gratuita o incluída en el servicio de mesa. Esto casi no tiene costo.
  • Agua para todos. Conocemos la dificultad de acceso al agua en nuestra ciudad,  y también somos conscientes del esfuerzo que se viene realizando para que en algunos espacios públicos el agua se garantice. Sin embargo, creemos prioritario que en el microcentro (zonas de comercio, bancos, etc…) existan bebederos en la vía pública. También hemos hablado aquí de lo que  significa tener que ir a comprar agua a un comercio. Generamos residuos plásticos, gastamos plata y probablemente terminemos consumiendo una bebida de menor calidad.
  • Infografías sobre la calidad del alimento . En nuestra nota anterior decíamos que una acción de gran impacto en muchos países era el etiquetado frontal de los alimentos donde con un sistema simple se le anuncia al consumidor si el producto tiene exceso de azúcar, sal etc. Este instrumento realmente corresponde a la jurisdicción nacional. Pero creemos que, mientras aguardamos este tipo de señalización, el público general puede recibir información simple y práctica que le permita tomar mejores decisiones al comprar alimentos. Por ejemplo, exponer en cantinas escolares, kioscos, locales de ventas,etc, infografías faciles de leer que muestren la clasificación de los alimentos en más saludables (comida real) y menos saludables (ultraprocesados). Esas dos categorías bien definidas, están en consonancia con lo propuesto por la Organización Panamericana de la Salud. El objetivo es inducir al vendedor a la oferta de al menos algún alimento saludable en su comercio.
  • El cumple en un pelotero saludable. Generar un sistema de calificación en el que las personas que buscan un local para la realización de eventos infantiles conozcan la puntuación del mismo en cuanto a la oferta de alimentos que se proponen, teniendo en cuenta la proporción de ultraprocesados. Podría complementarse con una cláusula que permita la realización del evento con comida proporcionada por la familia. Por supuesto garantizar el aporte de agua por defecto.
  • Lista alternativa de colaciones en escuelas. Apuntado especialmente al nivel inicial y primario. Algunas instituciones proponen la comida que los niños deben llevar cada día. Es una lista fija, con una única opción por día. Sugerimos regular esta lista, u ofrecer una lista alternativa, de modo que cada día los niños tengan la opción de llevar un alimento natural o poco procesado

Creemos que estas medidas son posibles, pero tienen, por supuesto un costo. El costo político. Se tocan intereses. ¿Pero cuál es el interés comunitario? Se necesitan medidas urgentes, y el rol de la política tiene que ser claro y contundente: la cancha no debe seguir inclinada.

 

Autores: Federico Baldomá y Mauro Tortolo.

Ilustración: Carlos Domínguez.

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