Asustados, vecinos de la zona por la que estarían escapando Cristian Lanatta y Víctor Schillaci siguen contactando a las comisarías y al 911 para denunciar la presencia de los dos prófugos. En paralelo, los investigadores esperan que Cristian Lanatta y Schillaci se aproximen a los cascos urbanos en busca de ayuda
El multitudinario operativo iniciado en la localidad santafesina de Helvecia, a 20 kilómetros de Cayastá, donde fue atrapado un malherido Martín Lanatta tras volcar en una camioneta, no dio ningún resultado: su hermano Cristian y su cómplice Víctor Schillaci no estaban allí, informaron fuentes del Gobierno santafesino. Los uniformados seguían denuncias de vecinos asustados que creyeron ver a los dos sicarios que todavía continúan prófugos..
Para colmo, el infructuoso despliegue de efectivos de policías provinciales del GOE (Grupo de Operaciones Especiales) y la Policía Táctica, más los gendarmes y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria entre Helvecia y la zona de Colastiné sobre la Ruta Provincial 1, lejos de generar seguridad, reforzó el temor de los vecinos.
El ejército de uniformados recorrió la zona pertrechado de armas largas y acompañados por un helicóptero de la Policía Federal porque vecinos de la la zona informaron que los dos prófugos habrían intentado irrumpir en casa de una enfermera, entre otras versiones. Según los habitantes, el temor es permanente. Los investigadores estiman que Lanatta y Schillaci estarían en los campos linderos, pero temen que en cualquier momento se acerquen al casco urbano en busca de víveres. Se recomendaba a los residentes de las zonas rurales trasladarse a las localidades linderas, luego de que el viernes por la noche un chacarero de Cayastá fuera brevemente secuestrado, robado y amenazado de muerte por los prófugos. Su camioneta se recuperó poco después en la zona.
Desde el Policía santafesina recibió más de 800 denuncias en toda la provincia sobre la supuesta presencia de los prófugos, tanto en comisarías como en el 911 y en el viejo comando radioeléctrico que todavía funciona en algunas zonas. Según los investigadores las denuncias seriales son un cliché en los casos policiales de alto perfil. “Los policías locales saben quién es quién en los pueblos para separar paja de trigo”, declaró una fuente gubernamental al sitio Infobae.com
Más allá de la paranoia emergente, entre las 800 denuncias estuvo la que permitió apresar a Martín Lanatta en Cayastá para que termine en una celda de la Unidad 1 de Ezeiza, un llamado a la comisaría local que llevó al despacho de tres efectivos.
