Mauro CamillatoOpiniónLo que dejaron las PASO: las cuentas de los oficialismos para evitar el fin de ciclo

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En política 1+1 no siempre es igual a 2, pero de todos modos luego de lo sucedido en las PASO todo parece indicar que, ahora sí, es inminente el fin de ciclo. Y ese fin de ciclo podría darse tanto a nivel local como provincial, aunque existen marcadas diferencias entre ambos casos.

De todos modos, tanto en la Casa Gris como en el palacio municipal de San Martín y Marconi están con la calculadora en la mano intentando lograr que finalmente 1+1 no culmine siendo igual a 2 en las generales del 16 de junio. Para lograrlo tienen un poco más de un mes y la tarea no parece fácil, es más en lo local parece titánica.

¿Fin de ciclo municipal?

El largo ciclo del oficialismo arrancó allá por 1995 cuando un indómito Roberto Scott se impuso al radical Luis De Mattía, primo del entonces intendente, Ernesto De Mattía, quien venía de tres periodos consecutivos al frente del Ejecutivo local. A partir de ahí, la historia es conocida, Scott emuló a su antecesor, retuvo el poder también por tres periodos y luego decidió ungir a su yerno José Luis Freyre como su candidato y éste repitió el mismo camino con la diferencia de su actual (y por ahora fallido) intento de lograr una nueva reelección.

Tal como sostuvimos en la columna escrita el mismo domingo sobre el cierre de las Primarias, esta vez a Freyre le será muy difícil poder remontar los más de 6500 votos de diferencia que le sacó el candidato del Frente Progresista, Leonel Chiarella. Más allá de contar con el antecedente de lo sucedido en el 2015, cuando los oficialista pudieron levantar la elección luego del triunfo previo de Liliana Rostom en las Primarias, aunque en aquella oportunidad la diferencia de votos obtenidos fue mucho menor (1752 votos) y además existió el archirecordado affaire Aldasoro.

Más allá de la mística futbolera que intentan implementar recordando que “recién terminó el primer tiempo”, es dable recordar que hasta en el fútbol son excepcionales los casos de partidos que se levantan en el segundo tiempo cuando se viene de una goleada en los anteriores 45 minutos

Hoy la situación parece ser muy diferente y más allá de la mística futbolera que intentan implementar desde el palacio municipal de Marconi y San Martín, haciendo alusión al título de la nota de Venado 24, recordando que “recién terminó el primer tiempo” es dable recordar que hasta en el fútbol son excepcionales los casos de partidos que se levantan en el segundo tiempo cuando se viene de una goleada en los anteriores 45 minutos. Aunque Dante Panzeri nos enseñó que “el futbol es el arte de lo imprevisto”, y quizás en la política algo de eso todavía es posible (Nota: no debemos olvidar que antes de remitirse al fútbol de manera metafórica, el primer recurso argumentativo usado por el actual intendente durante la breve entrevista concedida a pocas horas de la difusión de los resultados de las PASO fue asociar la puja directamente a la religión: “nuestra cabala es la fe“, señaló el jefe del Ejecutivo local).

Así las cosas, en el oficialismo no se da por vencidos y ya comenzaron a puntear el padrón electoral habitante por habitante, decididos a buscar personalmente a cada uno de los posibles votantes. Así intentan encontrar esperanzas en ciertos datos, uno de ellos es que el 28 de abril votó un poco más de 67 % del padrón, lo que significa que hay una importante porción de ciudadanos que ahora hay que convencer para que acudan a sufragar y que lo hagan por Freyre (por supuesto). Pero si miramos los antecedentes del 2015 en las Primarias votaron un poco más (70%) y las generales solo se sumaron un 4% o sea unos 3 mil votos más (muy lejos de los 6.500 que se necesitan).

Otro nicho donde intentaran “cazar votantes” es entre los casi 2 mil votos que suman los anulados (989) y en blanco (945). Y finalmente les queda birlar adhesiones entre las otras opciones electorales, ahí están los 3271 de Liliana Rostom (quien podría bajarse de las Generales), los 908 del candidato de Cambiemos Daniel Facendini y los 527 de Jorge Ghío.

Tarea nada fácil, sobre todo teniendo en cuenta que en la política hay un viejo adagio que sostiene que el votante se comporta como apostador de caballos, esto es culmina siempre “apostando a favorito/ganador”. Sentencia que tiene su origen en la teoría de la comunicación política denominada Espiral del Silencio, acuñada por la alemana Elisabeth Noelle-Neumann, quien sintéticamente manifestaba que ante el temor de ser aisladas de su círculo social, las personas adaptan su comportamiento y su opinión a las actitudes predominantes.

En ese sentido hasta se podría inferir que Chiarella podría el 16 de junio, tal como destacó Lisandro Enrico, hasta ampliar la diferencia.

En política no siempre 1+1 es igual a 2 y esa es la última esperanza del freyrismo.

Pero insistiendo con el comienzo de nuestra columna en política no siempre 1+1 es igual a 2 y esa es la última esperanza del freyrismo.

¿Fin de ciclo provincial?

Con sus diferencias lo sucedido a nivel provincial también tiene ciertas similitudes con lo local, aunque el oficialismo santafesino argumente que en ese caso Antonio Bonfatti fue el precandidato más votado individualmente. Pero a nivel partido el resultado fue otro y el Frente Juntos (PJ) superó al Frente Progresista por más de 180 mil votos.

Así las cosas, en la Casa Gris también andan con la calculadora en mano tratando de lograr que 1+ 1 no sea igual a 2. Y rememoran que desde que lograron quedarse con la gobernación de la mano de Hermes Binner, en las generales del 2007, en todas las oportunidades perdieron en las PASO. Claro que la diferencia de votos fue mucho menor, un poco más de 20 mil en el 2007 a favor del PJ, menos de 30 mil en el 2011 a favor del PJ y un poco más de 3 mil en el 2015 a favor de Cambiemos.

Con la cual la caza de votantes” del Frente Progresista también será más que complicada. En este caso la cifra de votantes en las Primarias fue de casi un 70% e históricamente a las Generales concurren entre un 74 y 76%, así que ahí existe una porción del electorado a seducir. Por su parte los votos en blanco (114.473) más los anulados (87.259) superan los 200 mil.

Pero la verdadera “caza” del Frente Progresista será fundamentalmente sobre los votantes en las PASO de María Eugenia Bielsa (229.751), de José Corral (312.246) y hasta de los demás precandidatos: como Octavio Crivaro (35.797), Juan Antonio Martino (19.764) y Pablo Fernando Di Bert (22.766).

Desde el oficialismo provincial especulaban que una despechada María Eugenia Bielsa no se sume a la campaña de Perotti y aunque es cierto que no fue a sacarse la foto de rigor apenas se conocieron los resultados provisorios, sí culminó días después realizando declaraciones favorables a la unidad.

Así en el primero de los casos desde el oficialismo provincial especulaban que una despechada María Eugenia Bielsa no se sumé a la campaña de Perotti y aunque es cierto que no fue a sacarse la foto de rigor apenas se conocieron los resultados provisorios, sí culmino días después realizando declaraciones favorables a la unidad. Habrá que esperar hasta donde llega el compromiso de la hermana del actual DT del Leeds, pero por ahora empezó a mostrar que es más fuerte la especial tirria que siente por el socialismo que ciertos reparos ideológicos que manifestó previamente que tenía con su contrincante interno.

A la vez, habrá que ver si esos reparos ideológicos finalmente corren para cierto adherente progre del peronismo que “no miran como buenos ojos” las inclinaciones “derechistas” de Perotti. Es que desde el progresismo se recuerda, entre otras cosas, que fue éste quien encabezó la muy polémica privatización del Banco de Santa Fe como ministro de la Producción, siendo su último director (y el votante progre es siempre estatista), o su más reciente voto a favor de los “fondos buitres” desde su banca en el senado, o su posición dubitativa sobre la ley del aborto, o su levantada de mano a fines del año pasado a favor de la ley que deja en manos de Papel Prensa (Clarín y La Nación) la decisión de cuánto le costará el papel al resto de los diarios del país. Pero la historia marca que cuando “el peronismo” huele sangre culmina olvidándose de las diferencias ideológicas (“para un peronista no hay nada mejor que otro peronista) y predomina “el verticalismo”.

La historia marca que cuando “el peronismo” huele sangre culmina olvidándose de las diferencias ideológicas (“para un peronista no hay nada mejor que otro peronista”) y predomina “el verticalismo”.

En tanto, en el segundo de los casos desde el Frente Progresista también acudirán a la mención del “voto útil” y a la polarización para intentar que el votante de Cambiemos finalice sufragando por Bonfatti. Ahí abrigan esperanzas en que el votante macrista es principalmente antiperonista y por lo tanto antes de permitir el triunfo de un candidato del PJ culminaran apoyando en las urnas a cualquier otro candidato. Y hasta existe la posibilidad de que, como sucedió en otras provincias, desde el gobierno nacional culminen impulsando esta opción para tratar de impedir que en los diarios nacionales el 17 de junio titulen que el PJ (kirchnerismo) ganó en Santa Fe. Aunque la relación del gobierno nacional tampoco es nada buena con el gobierno provincial y menos aún con Antonio Bonfatti al que no le perdonan alguna que otra declaración, siendo que, más allá del apoyo de Cristina Kirchner a su candidatura, desde el gobierno nacional se sienten ideológicamente mucho más cerca de Perotti que del gobernador socialista.

En síntesis, desde el Frente Progresista tendrán, entre otras cosas, que recurrir a una verdadera alquimia discursiva para sumar votos por derecha e izqueirda, nada fácil de lograr, para intentar seducir a “peronistas progre” y a la vez a aquellos macristas que no quieren que el PJ vuelva al poder.

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