Después de la estafa electoral que significó el eslogan de campaña del actual gobernador “La paz y el orden”, sería atinado que la dirigencia santafesina realice un pacto inquebrantable, esto es: no banalizar el tema de la (in)seguridad en pos de cosechar un par de votos más. Aclaró, por si acaso, no reclamamos que no se debata del tema, todo lo contrario, lo que pedimos es que se lo haga seriamente y sin especulaciones eleccionarias.
Insistimos, un claro ejemplo fue el eslogan de campaña de Perotti, que elaboró el publicista Ramiro Agulla (el mismo del tristemente recordado: “dicen que soy aburrido” que colaboró para que Fernando de la Rúa llegué a la presidencia de la Nación) fue muy eficiente con el objetivo de alzarse con la Casa Gris, pero a la vez, hoy es el estigma que lo persigue.
Por eso, quizás sea momento de silenciar a publicistas y darle la palabra a la política para discutir en serio el tema de la seguridad. Los eslóganes son creativos, y hasta tienen cierto parentesco con la poesía, pero usualmente son significantes vacíos de contenido. De hecho, podríamos hacer un compendio de exitosos eslóganes que condicionaron el futuro de los dirigentes.
En los últimos días, otro publicista o consultor político (como se presenta él), el ascendente rosarino, Lucio Guberman, fue el arquitecto de la presentación de la campaña como precandidato a gobernador del radical Dionisio Scarpin. En este caso, Guberman (que tiene entre sus antecedentes más cercanos haber sido el cerebro de la campaña de Carolina Losada en el 2021, con el central argumento de “dejar a Cristina atrás”) innovó aprovechando el apellido del candidato y decidió repartir entre periodistas e instalar en distintos espacios públicos escarpines acompañado con un mensaje/eslogan: “Estás buscando un símbolo de paz”. Además, aparecieron afiches con un escarpín tapando un arma y el hashtag #MenosBalasMásEscarpines y hasta intervenciones en distintos lugares icónicos de ciudades santafesinas. Por acá, eligieron colocar escarpines en el monumento a la leyenda de Venado Tuerto (recientemente vandalizado) y en las letras con el nombre de la ciudad que se encuentran en la plaza San Martín.
El contraste del gran frente opositor, candidato con escarpines contra candidato armado
Lo cierto es que las campañas recién asoman y no hay dudas que la (in)seguridad va a ser el eje de la mayoría de los candidatos, sobre todo en el gran frente opositor que le recordará una y otra vez el fracaso de la actual gestión.
Pero, a la vez dentro de la oposición ya aparecieron claras diferencias en la forma de abordar la temática. Acá también existen halcones y palomas.
Así, casi simultáneamente, mientras Scarpin presentaba su naif campaña donde pide reemplazar balas por escarpines, Pullaro contrastaba endureciendo aún más su discurso, revelando que pidió autorización para portar arma. Es que exministro de Seguridad indicó que no quiere custodia policial, como le sugirieron desde la Justicia posterior a las amenazas que recibió. “Para tener custodia tenés que perder todo tipo de libertades”, aludió. De esta manera, el oriundo de Hughes resaltó que prefiere cuidarse solo y de ahí la decisión de portar un arma. El mensaje (o el metamensaje), en la boca de un dirigente y pretendiente a gobernador es, cuanto menos, preocupante: enfrentar las balas con más balas.
No hay dudas que Pullaro hace rato que eligió portar un discurso punitivista, (símil al de Patricia Bullrich), y hasta se encarga de exhibir gestos de “guapeza”. No solo pidiendo portar armas, sino también mostrando en redes sociales sus destrezas para el boxeo.
En síntesis, en tanto un precandidato pretende reemplazar balas con escarpines, el otro responde pidiendo permiso para armarse. El contraste es evidente, a pesar de que ambos pertenecen al mismo partido y al gran Frente opositor.
Así las cosas, la situación límite que vive Santa Fe, principalmente Rosario, requiere un debate en serio sobre la (in)seguridad, que escape a los lugares comunes y a la banalización del tema. Por ahora, eso no parece suceder y las consecuencias pueden ser fatales para el futuro de la provincia.