Por: Mauro Camillato
Nada bien comenzó la nueva etapa de José Luis Freyre al frente de la Municipalidad de Venado Tuerto. Por un lado, antes de su jura en el Concejo se vivió un verdadero papelón difícil de olvidar. Es que cuando todo parecía tranquilo y nada presagiaba semejante tormenta, un tema de alguna forma menor como es la elección de las autoridades del legislativo, terminó en un escándalo en donde no faltaron hasta denuncias de “aprietes”. La muñeca política del Intendente no pudo salvar semejante bochorno.
Por otro lado, después de varias idas y vueltas, de versiones que se dispararon ante la indefinición de Freyre, y a pesar de las cataratas de votos propios que cosechó en la última elección, el nuevo gabinete anunciado parece ser más de lo mismo (sobre todo más, ya que parece sobredimensionado). Allí van a tener que convivir scottistas de la primera hora (siguen resistiendo todos los embates), porotistas convencidos y los nuevos provenientes de la huestes naquipop del kirchnerismo. Un verdadero pastiche, que aunque se lo presente como plural, parece en realidad una mezcolanza representativa de las vueltas ideológicas del mismo Freyre. La forma de hacer política del intendente quedó evidenciada aquí también, pero esta vez, la necesidad de quedar bien con todos los sectores pueden llevarlo a un verdadero problema.
El bochorno del Concejo
Nada anticipaba semejante bochorno, sobre todo porque desde hace un tiempo persiste un acuerdo tácito en el legislativo por el cual se le respetaría al oficialismo la posibilidad de mantener la presidencia del Cuerpo. Pero sin embargo los problemas comenzaron luego de las elecciones generales, ya que lo que parecía una clara muestra de fortalecimiento de la figura de Freyre le terminó jugando en contra. Así, a pesar del record de votos sacado como intendente, el PJ no pudo mantener la mayoría en el Concejo. Allí apareció la primera complicación, aunque la oposición siguió manifestando que cumpliría su palabra con respecto a la elección de autoridades.
Pero el segundo problema surgió poco después, cuando por un tema menor (el del pedido de levantamiento del deck de Belgrano y Alvear) la edil oficialista Liliana Rostom osó votar coherentemente según lo estipulado por la ordenanza respectiva, pero en disidencia con el Bloque. Por dicha actitud se mereció la reprobación del propio Freyre y de sus pares de bancada. Pero eso no fue suficiente, además la rebelde Rostom se autopostuló para la presidencia del legislativo, provocando un nuevo sisma dentro del PJ local. Es que Norma Orlanda pretendía continuar en el cargo. Ante esto Freyre procuró mediar y (aunque él lo niegue) bajó la orden de que el candidato sea un tercero, en este caso Germán Mastri.
Marcado error del intendente que no sé percató de que Mastri no tenía consenso dentro de los ediles de la oposición. Es más, siempre fueron muy fuertes las críticas de sus pares por la poca asistencia de éste al recinto (él mismo aceptó que se pasa más tiempo en las oficinas municipales, que en las del legislativo). Así, la mayoría de los integrantes de la oposición (salvo Roberto Meier) remarcaron que iban a apoyar a Rostom, y a la vez la rebelde oficialista aceptaba dicho apoyo. De esta manera la cuestión se encaminaba a que la presidencia se la alzara esta última, pero el intendente salió a interceder. A partir de allí todo son versiones encontradas, por un lado la ex secretaría de Servicios Públicos decidió seguir con su postulación incluso después de reunirse con Freyre, pero luego, sin mediar explicaciones dispuso levantarla. Eso sí, su tenso rostro durante toda la sesión y las lágrimas derramadas al final demostraron que algo más había sucedido.
Lo cierto es que fue Fabián Vernetti en su larga alocución en el recinto quien denunció que Rostom había sido “apretada” para que bajara su postulación. Lo peor de todo fue que ningún edil del oficialismo salió a desmentir la especie. De hecho la única que dijo algo fue la propia involucrada que con la voz quebrada intentó bajar los decibeles diciendo que “había recibido algunas recomendaciones”. El propio Freyre en la noche del miércoles en el programa La Cocina (Canal 8 VT) aclaró (¿?) que todo pudo haber sido una confusión por algo que le habría dicho el entonces saliente concejal Gustavo Giner a Rostom.
Párrafo aparte se merece en la triste crónica de la sesión el otro papelón ocurrido en el recinto, es decir el ocurrido entre los ediles del Frente Progresista, que le dijeron de todo al díscolo e inmutable Meier por haber decidido apoyar la candidatura de Mastri, a pesar que el resto de los integrantes de la oposición había definido candidatear a Vernetti.
De todos modos, tal cual decíamos al principio, no hay duda que la muñeca política de Freyre no pudo manejar la situación: a pesar que logró su cometido en los papeles, lo hizo de la peor manera en las formas y la mancha que significa una denuncia de apriete (repito: sorprendentemente no desmentida por nadie en el recinto) quedará como algo muy difícil de borrar.
Un gabinete heterogéneo
En una anterior nota de opinión publicada el 28 de agosto último en Venado24 decíamos: “Freyre tiene una nueva oportunidad para diseñar un gabinete a su medida y quizás teñido de la nueva impronta (naquipop) que le ha dado a su discurso. El piso de votos conseguido lo habilita, además, a sacarse de encima sin ningún riesgo a la herencia recibida de su antecesor Roberto Scott (allí se incluye a funcionarios de todas las líneas)”. En algo acertábamos ya que la “nueva impronta naquipop" se encuentra en ciertos nombramientos, pero a la vez no se “sacó a nadie de encima” (en realidad el único despedido fue el ex director de Cultura Andrés Pieli), y sólo recicló algunos. Y construyó un megagabinete que tuvo como prioridad dejar conformes a todos los sectores del PJ local.
Así continúan los scottistas de primera hora Juan Vidal, Daniel, Franco Balzaretti, Cesar Sola Fabiana Woinarosky y Cecilia Agulló y vuelven Lorenzo Pérez y el inefable Jorge Lagna.
Del lado de los adherente ultra K se suman Rubén Paulinovich, Víctor Ubaltón y Griselda Vaccarini. En tanto también siguen los porotista puros : Guillermo Imbern, Duilio Martini, Raúl Debonis, Ricardo Repetto, Daniel Virelaude y Sergio Druetta. (para mayor detalle ver nota anterior)
Y además sorprendió nombrando Claudio Natali como coordinador del renovado Plan General. Cabe recordar que El "Conejo" Natali es un ex concejal pueblense cercano a Roberto Meier.
Lo cierto es que parece que un intendente fiel a su estilo, pretendió con los nuevos nombramientos conformar a todos los sectores, sin utilizar el poder que le otorgó la ciudadanía con la cantidad de votos cosechados para diseñar un gabinete diferente, y por ejemplo terminar con todas las internas que se viven dentro del palacio municipal que tan mal le han hecho a la gestión. Además, nuevamente se visualiza que la influencia de Roberto Scott sigue intacta (por primera vez en mucho tiempo se lo vio en acto público, ya que asistió a la reasunción de su yerno en la Asociación Española).
A partir de ahora la muñeca política de Freyre va a tener que hacer maravillas para que el gabinete no se le desgrane rápidamente y para sopesar los enfrentamientos naturales que se verán teniendo en cuenta la disparidad ideológica de los integrantes. Al respecto, cabe recordar lo que sucedió con su primer gabinete propio, que se diluyó rápidamente. Solo algunos ejemplos: quien apareció como su mano derecha Hernán Roma (ex Coordinador de gabinete) terminó renunciando al poco tiempo, no soportando las internas; José Luis Aguirre (ex Director de Acción Social) dejó su lugar para terminar en el gobierno provincial, Raúl Debonis fue eyectado de Servicios Públicos para ser enviardo a un cargo menor y Mónica Boladeras renunció sin ninguna explicación.
La historia del segundo mandato de Freyre recién comenzó, como dijimos, con un bochorno en el Concejo y con muchas incógnitas a partir de los nombramientos realizados, pero de todas formas el crédito sigue abierto en pos de una mejor ciudad para todos.
Más información ver: Nuevo gabinete de Freyre