PolíticaBoudou atacó al juez Rafecas y dijo que el venadense Adelmo Gabbi lo quiso coimear

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Durante lo que fue un largo monólogo ante los medios en el Senado, el vicepresidente habló de un entramado mafioso que vincula al juez Daniel Rafecas con el CEO de Clarín Héctor Magnetto y otros medios, a los gobernadores Daniel Scioli y Antonio Bonfatti, al procurador Esteban Righi, al titular de La Bolsa, el venadense Adelmo Gabbi y al dueño de Boldt, Antonio Tabanelli, que buscan perjudicarlo.

La imagen del vicepresidente pegando golpes como un boxeador en la oscuridad, sólo en medio de los amplios salones del Senado, fue un símbolo del extremo asilamiento político en el que quedó sumido, luego de que ayer su situación en la causa Ciccone se agravara al descubrir en los allanamientos a su vivienda que Alejandro Vandenbroele –a quien jura no conocer– le pagaba las expensas.

Boudou no aceptó preguntas y en su larga y por momentos errática exposición abrió una cantidad de frentes inusitada, acaso apostando a la estrategia de “si caigo caen todos conmigo”. Acaso sin darse cuenta, mencionó que fue víctima de la comisión de varios delitos, que nunca denunció ante la justicia y que involucran a destacadas figuras del mundo judicial y empresario.

También lanzó abiertas amenazas al juez Daniel Rafecas, que lo investiga por los delitos tráfico de influencias y lavado de dinero en la toma de control de la papelera Ciccone, a quien la Casa de la Moneda que dirige la boudoista Katya Daura, le acaba de encargar la impresión de cientos de millones de billetes de 100 pesos, en un contratación directa que supera los 50 millones de dólares.  

Boudou que descalificó a los jueces federales de Comodoro Py como una “agencia de noticias” supuestamente controlada por el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, afirmó que abogadas del estudio Righi –que pertenece al kirchnerista procurador de la Nación Esteban Righi-, le ofrecieron cuando estaba a cargo de la Anses y luego en el Ministerio de Economía, “aceitar” la relación con los jueces federales para que no tenga inconvenientes judiciales, propuesta que, dijo, el rechazó.

Evaluó que esa negativa explica en parte sus actuales problemas judiciales, y reveló que el juez Rafecas mandaba mensajes de textos a periodistas del diario La Nación y a Gustavo Silvestre, con revelaciones de la causa Ciccone.

También deslizó una amenaza sobre el magistrado al recordar que “lo único que sabíamos del juez” era aquel escandaloso episodio cuando concedió insólitos beneficios a los narcotraficantes de la ex Yugoeslavia, Dragoslav Illic y Dejan Trisc, supuestamente con una alta posición en el cartel de Medellín.  

Rafecas primero le concedió a Trisc un insólito beneficio de arresto domiciliario para que se reponga de una operación de cadera en un lujoso departamento de Puerto Madero y también concedió el mismo beneficio a Ilic a quien también autorizó a casarse y el yugoeslavo no tuvo mejor idea que hacerlo con una fastuosa fiesta en el Four Season, bien custodiado por gendarmes. El episodio se convirtió en un escándalo mediático y Rafecas no tuvo más opción que revocarles los beneficios.

Ese episodio –en el que ofició de abogado de estos narcotraficantes el ex fiscal Maximiliano Rusconi, amigo personal de Rafecas- es el costado débil del historial del juez Rafecas un magistrado un poco vanidoso, pero considerado serio por sus pares.

No debería extrañar sin embargo que Boudou haya decidido pegarle al estudio del procurador Righi, ya que fue él quien junto al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández impulsó la llegada de Rafecas al fuero federal. Y como se sabe, el ex jefe de Gabinete tiene una excelente relación con el Grupo Clarín. Acaso esa línea argumental haya sido la que trató de trazar el vicepresidente, aunque lo hizo de manera desordenada y con abriendo tantas discreciones que armó un confuso matete.

Un intento de coima que nunca denunció

Acaso la acusación más grave que expuso –más allá de las genéricas referencias al dueño de la firma Boldt, Antonio Tabanelli como “mafioso” y a su directivo Guillermo Gabbela como “mafioso de poca monta-, fue la que involucró al actual presidente de La Bolsa, Adelmo Gabbi, un hombre muy cercano al kirchnerismo y de diálogo frecuente con el ministro de Planificación, Julio de Vido.

Boudou afirmó que Gabbi le expresó el año pasado en medio de la pelea con Boldt por el control de la planta de Ciccone que “estaba muy preocupado” por su futuro y se ofreció para sellar un entendimiento con Tabanelli intentando coimearlo.

 “Hay una persona que es el presidente de La Bolsa de la República Argentina., Adelmo Gabbi, que me pidió una entrevista el 3 de marzo del año 2011 y me expresó que estaba muy asustado por mí. Me dijo que Tabanelli me iba a destruir pero que yo podía arreglar, que lo único que tenia que hacer era poner un número. El se iba a Punta del Este y lo iba a ver a Tabanelli podía poner un numero y solucionar este problema”, recordó Boudou.

Y agregó que el 11 de marzo, volvió a juntarse con Gabbi y “le dije que ni quería escucharlo, que las cosas de mafiosos las arreglara en otro lado”. Voceros de La Bolsa consultados por La Politica Online no salían de su asombro ante el discurso de Boudou y afirmaron que el lunes cuando regrese Gabbi a la Capital, verán que curso seguir.

Boudou también atacó a los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli y de Santa Fe, Antonio Bonfatti. Se preguntó porqué “nadie investiga” el juego en la provincia de Buenos Aires que en parte está en manos de la firma Boldt “por contratación directa”, remarcó. Y celebró que la Legislatura bonaerense haya aprobado días atrás un violento pedido de informes a Scioli para que detalle su relación con esta empresa. Pedido de informes que motorizó el propio Boudou a través del camporista José Ottavis y del jefe de bloque Juan de Jesús.

Luego dedicó un párrafo a cuestionar –sin mencionarlos- a los líderes socialistas Hermes Binner y Antonio Bonfatti. Denució que Boldt “maneja el juego en Santa Fe”, olvidando que el casino más grande de esa provincia que está en la ciudad de Rosario, pertenece al kirchnerista Cristóbal López.

Luego denunció que el gobierno santafesino anuló una licitación para la impresión de las boletas para las internas abiertas y se la otorgó de manera directa a Boldt y a la papelera que controlan Clarín y el diario El Litoral. “Será por eso que algunos candidatos salen siempre sonriendo y otros siempre salimos mal”, ironizó.

 

Fuente: lapoliticaonline / Venado 24

 

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