En la tarde de ayer se inauguró el techado de la galería en la Escuela Nº 1191 “Bomberos Voluntarios” del barrio Juan XXIII, ubicada en 26 de Abril y Agüero, concretado a partir del trabajo voluntario que realizan empleados de Nidera, que fue sumando diferentes gestos solidarios.
En el acto participaron representantes de la empresa, autoridades de la escuela y la directora de la Región VII, Cristina Farioli, quien destacó el aunamiento de esfuerzos entre los sectores público y privado.
La galería techada de la escuela (con una inversión que ronda los 12 mil pesos entre materiales y mano de obra) pudo concretarse gracias a la colaboración ad honorem de tres contratistas de Nidera que se involucraron voluntariamente al ver las actividades que la empresa realizada en este establecimiento. Se trata de Gustavo González, Jorge Galetto y Abraham Raies.
Durante el acto celebrado ayer se reconoció “el trabajo de los proveedores y la significancia que tienen este tipo de acciones para construir entre todos una cadena de valor sustentable que ayude al crecimiento de nuestras comunidades”, destacaron desde la industria semillera.
Luego los alumnos de nivel inicial y primaria reailzaron una breve presentación musical, dando paso a las actividades artísticas-recreativas junto a los integrantes de la asociación Conciencia, para finalizar la jornada con una merienda.
Posteriormente se desarrolló el cierre de talleres 2015 del programa “Escuela de Valores”, que promueve el desarrollo de habilidades sociales para facilitar una buena convivencia, mejorar la comunicación y el respeto, trabajar el reconocimiento, el manejo de emociones y la escucha activa, como herramientas para la resolución de conflictos.
Valores e infraestructura
El gerente de Relaciones Institucionales y Sustentabilidad de Nidera, Javier García Moritán, resaltó que en cada una de las localidades en las que opera la empresa “nos comprometemos con la educación y especialmente con la idea de compartir valores para que los chicos puedan ir trabajando en la confianza y en el respeto al otro, para construir relaciones que nos van a marcar como personas”.
En ese camino, desde hace cuatro años sostienen el programa Escuela de Valores, apostando a desarrollar “el compromiso con la comunidad, partiendo de los amigos, los compañeros de barrio y los vecinos, para salir adelante juntos de la mejor manera”, señaló García Moritán.
No obstante, “siempre planteamos que puede ser entendido como un compromiso muy superficial hacer un taller de valores en una escuela en la que el techo se viene abajo. Por eso una respuesta más sólida para este proyecto es colaborar con cuestiones de infraestructura, tenemos presupuesto para ello y lo miramos de una forma integral”, surgiendo de esa manera la posibilidad de hacer una galería techada.
“Por un lado nos asociamos con una entidad como Conciencia que tiene más de treinta años de trayectoria y son expertos en la promoción de valores, pero al mismo tiempo contribuir para mejorar la infraestructura de la escuela. Hubo una participación muy integral: Nidera acompaña con sus propios empleados, porque de nada sirve que se haga una donación de parte de la compañía si no se sienten parte del apoyo los propios trabajadores, que en forma voluntaria están invitados a sumarse a los talleres”, completó el gerente.
Solidaridad
La Escuela “Bomberos Voluntarios” recibe todos los días 85 alumnos. Su directora, Nanci Guerini, puso en valor esta obra necesaria, que se concretó “gracias a un grupo de personas que nos está ayudando en forma permanente con diferentes tipos de talleres en valores que nos ayudan a tener ciertos límites y ampliar nuestro panorama sobre el espacio y tiempo que requieren los chicos”.
Luego sostuvo que “todas las escuelas tienen sus problemáticas, pero más acentuadas las que estamos en la periferia porque somos menos escuchados y necesitamos más espacios para ser escuchados y atendidos. El Ministerio de Educación hace hasta donde puede, pero no llega a cubrir todas las necesidades económicas, por eso siempre se necesita del aporte de gente que tiene poder adquisitivo, como en su momento nos donaron el tejido perimetral de la parte de huerta, pintura y otras ayudas de distintas entidades”.