Mauro CamillatoOpiniónDespués del baile

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Sobre el cierre del domingo/madrugada del lunes pasado cuando trascendieron los primeros cómputos finales de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en Venado Tuerto, titulamos la primera nota: “Fue un baile”.

Es que el récord del 82 % de los votos obtenidos por el actual intendente Leonel Chiarella nos habilitó a recurrir al recurso literario habitualmente utilizado para caracterizar ciertos resultados deportivos. A la vez, lo mismo ocurrió en las categorías concejal y senador departamental. En menor medida, también fue “un baile” el triunfo del precandidato a gobernador Maximiliano Pullaro.

De este modo, el oficialismo local cerró una jornada por demás de favorable. De repetirse el resultado en las generales, Chiarella se convertirá en el intendente récord de la democracia venadense. Además, tendrá mayoría absoluta en el legislativo local y la posibilidad de gozar un gobernador del mismo color político. Hace 16 años que eso no ocurre, el último fue Roberto Scott en el periodo 2003/2007 que coincidió con Jorge Obeid. Encima, será la primera vez en la historia que un dirigente proveniente del departamento General López puede llegar a la Casa Gris.

El dato no menor es que el propio Pullaro, refrendando su compromiso previo realizado en la campaña, visitó Venado Tuerto el último jueves y volvió a prometer importantes obras públicas para la ciudad y la región. Asimismo, indicó que dirigentes del sur provincial serán parte de su gabinete. Al lado suyo estaba el senador Lisandro Enrico, sobre quien se especula un futuro nombramiento en un ministerio provincial (¿Justicia?).

Conclusiones

El resultado de las PASO fue tan contundente que se torna difícil que cambie demasiado el panorama en las Generales de septiembre. Así las cosas, como señalamos líneas atrás, Chiarella se encamina a ser el intendente récord de la democracia venadense. Es más, es dificultoso encontrar el caso de otro mandatario de una ciudad del país que alcance semejante porcentaje de votos en una elección.

En la reciente historia de Venado Tuerto, ya había sorprendido en el 2011, el anterior intendente, José Luis Freyre obteniendo el 67% de adhesión.

Pero, además, a esto hay que sumarle la amplitud de la diferencia que el oficialismo consiguió en la categoría concejales. Tan es así que, si se repite los números de las PASO, podrían alzarse con cuatro de las cinco bancas en juego. Esto le permitiría llegar a tener siete (solo renueva dos de las cinco que posee actualmente) de las 10 bancas que tiene el legislativo local. O sea, pasarían a tener mayoría absoluta, con lo cual garantizarían la votación positiva de todos los proyectos elevados por el Ejecutivo.

Acá también existe un antecedente de un resultado similar, en el 2007 el entonces oficialismo en manos del justicialismo, se alzó con tres de las cuatro bancas en juego.

De este modo, en la oposición la disputa es entre el Juntos Avancemos (PJ) y Ciudad Futura (CF), quienes intentarán quedar como la segunda fuerza.

Lo del PJ finalmente fue un papelón, con dos candidatos a intendentes que solo consiguieron 2768 votos y con cinco listas de concejales que sumaron 6054 sufragios. Ahora, les queda la obligación de poder aumentar los votos en la Generales. El problema es que en la categoría a intendente no tienen de donde captar demasiados votos (el 82% de Chiarella dejó poco margen) y no les queda otra de recurrir a “tirar la caña” dentro del casi 33% por ciento de la población (son más de 26.000 electores) que no concurrió a votar. Es realidad, que en las Generales el porcentaje de votantes sube (usualmente se suma un 10% más), pero no será fácil convencer a “los descreídos de la política”. En concejales, además, deberán contener a quienes sufragaron por las cinco listas que presentaron, olvidando las fuertes diferencias que exhibieron.

Por su parte, CF no logró superar las expectativas previas, ya que no crecieron en comparación con la elección legislativa del 2021. En aquella oportunidad sorprendieron alcanzando los 4772 en las Paso, que se convirtieron en 7652 en las Generales (fueron la segunda fuerza). Esta vez, en las PASO cosecharon, según el escrutinio provisorio, 4354 en la categoría intendente y 4092 en concejales. El objetivo para el 10 de septiembre es vencer con contundencia en las dos categorías al PJ y consolidarse como el principal partido de la oposición. También, tendrán que afinar la estrategia para captar el voto de quienes no concurrieron a las urnas. En las elecciones del 2021 lo lograron.

Hegemonismo

Así las cosas, el oficialismo local se encamina a conseguir un histórico triunfo que le permitirá renovar la intendencia y quedarse con la mayoría absoluta en el Concejo. A eso hay que agregarle, la segura victoria en la categoría senador (Lisandro Enrico obtuvo el 62.6% de los votos y fue el candidato a la Cámara Alta con mayor porcentaje de sufragios en toda la provincia) y la alta posibilidad de que Maximiliano Pullaro sea el próximo gobernador.

El panorama se completa con una oposición débil y desdibujada. Esto no es una buena noticia. La oposición es un elemento básico y esencial en la democracia. Son el factor de control y limitación de los gobiernos de turno.

Por eso, para el oficialismo local la responsabilidad ahora será aún mayor. Deberá evitar los abusos que les permite el hegemonismo. Y en todo caso, tener en cuenta el antecedente que marcamos en esta misma nota. En el 2011 Freyre cosechó en ese momento una cifra que parecía inalcanzable, el 67% de los votos. Pero, solo cuatro años después, en la posterior elección de cargos ejecutivos, perdió las PASO con Liliana Rostom. Luego, logró remontar el resultado en las Generales, posterior al recordado “affaire Aldasoro”, y se impuso por escaso margen. De todos modos, en dicha oportunidad Freyre reunió un poco más del 35%, o sea casi la mitad de lo que había obtenido en el 2011.

Fue un baile, y lo más probable es que las Generales del 10 de septiembre también lo sean. Claro que, siempre hay un después y “después del baile” quedará la obligación de no defraudar al más del 80% de la población que junto con el voto depositó su confianza/esperanza.

 

Referencia:“Después del baile” es un recordado cuento del escritor ruso de segunda mitad del siglo XlX, León Tolstoi. 

 

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