El ex ministro del interior, ex jefe de gabinete y ya casi ex senador regresa al gobierno para hacer lo que le sale mejor, glosar las palabras de la presidente frente a los medios de comunicación. Prometió sin embargo “más aplomo” en un retorno que lo tendrá como secretario de la Presidencia, en reemplazo de Oscar Parrilli, que pasó de “bagman” de Cristina a jefe de la oscura ex Side.
No es difícil pronosticar que su exposición ante las cámaras aparejará un duelo con el jefe de Gabinete Jorge Capitanich, quien se había transformado en una suerte de vocero del Gobierno con sus conferencias diarias. Hoy, de hecho, Capitanich no dio su habitual conferencia de prensa.
Ayer, Alberto Fernández, es co-vocero con Aníbal durante el gobierno de Néstor Kirchner desde el mismo cargo del chaqueño, explicó en TN: “La vuelta de Aníbal implica que el gobierno no tiene a quien apelar, porque él había sido eyectado del gobierno por la propia Cristina. Pero quieren reemplazar a Capitanich y su estilo pseudo-académico”.
“Hoy tengo una formación más aplomada que me permite mirar las cosas con más paz y menos confrontación y eso lo pienso aplicar en la gestión“, aseguró Fernández esta mañana a Radio Continental.
Sin embargo, luego ratificaría ante, nada más y nada menos, que Marcelo Longobardi (Radio Mitre) que si el gobierno quisiera “a alguien más pasivo, hubiesen buscado a otra persona“, anticipó.
“Yo voy sin beneficio de inventario, llevo todo lo que tengo, creo que si (la presidente) buscó a la persona, si quiere otro gesto, lleva a otro“, remarcó el nuevo secretario de General de la Presidencia, y apeló a sus clásicas metáforas futboleras: “Si a mí, que soy un wing izquerdo habilidoso, me quieren poner de marcador de punta por derecha, no voy a sentir el puesto y voy a hacer las cosas mal. Evidentemente (la presidente) estaba buscando un wing izquierdo habilidoso“.
La eventual superposición de tareas con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, provocó una aclaración inmediata de Fernández, quien explicó que irá a trabajar bien temprano como lo hizo siempre: “Yo no disputo con nadie, vengo porque lo siento así. No soy ejemplo de nada ni compito con nadie, me hace mejor trabajar fresco a la mañana“.
