Tomás LüdersOpinión: la bajada de línea k ante la Tragedia de Once. Maniqueísmo y cinismo en dosis idénticas.

Tomás Lüders30/12/2015
Compartir esta noticia
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter

Repasando, no sé si por masoquismo o por rigor historiográfico, las explicaciones que los distintos panelistas de 6,7,8 articularon sobre la mal llamada Tragedia de Once a pocos días del hecho, uno logra escuchar una constante argumentativa: el recurso a la complejidad del caso.

Así, una panelista empieza recomendando separar “culpables de responsables”. Otro la secunda, y recurre a explicar que es gracias al “clima cultural” generando por el kirchnerismo que la gente demanda “mejores trenes”. Trenes que poco después son descriptos como “arquetipo cultural preciado por los argentinos” por uno de los panelistas que intenta hablar del tema sin hablar del tema. Se va por la tangente, como quien dice. Algo que ya viene haciendo frente a otras cuestiones sensibles, siempre ante la mirada estupefacta de sus compañeros de mesa. Pero había que mantener el frente unido, así que callan orgánicamente.

Sentado en esa mesa, un entonces Ministro y coordinador en las sombras del programa intenta explicar el peso de una herencia ya lejana, vuelve sobre sus pasos al darse cuenta del hiato entre la herencia y lo no hecho  (y lo mal hecho) en materia ferroviaria,  y termina diciendo con la boca semi-cerrada que el Gobierno está haciendo lo que hay que hacer (queda implícito el “recién ahora”).

Finalmente una panelista quiere recuperar la iniciativa y pasar al ataque. Toma la posta del orgullo por el Modelo, y arriesga: “ese tren estaba lleno de trabajadores gracias a la política económica del gobierno“. Pero el tono épico suena a demasiado cuando se está intentando justificar lo injustificable. Había caído en la infamia, y hasta sus compañeros lo sabían.

Vuelven entonces los argumentos rebuscados, los atenuantes, las perífrasis y las tangentes que se llevan el foco de atención buscando construir otro enemigo (la principal constante argumentativa del kirchnerismo cuando las papas queman), “los que hablan son los medios Monopólicos, ellos no viajan en el tren como los trabajadores del modelo (sic), no saben ni para qué lado va el Sarmiento“, dice el Ministro que, uno imagina, tampoco debe haberse tomado mucho ése o cualquier otro tren.

Es así. Ante el tema, los panelistas ya no actuaron como orgullosos militantes. Se vuelven sociólogos, antropólogos, actúan como peritos de parte para darle letra a la defensa. La presidenta no aparece, no da señales radiofónicas frente a la muerte de 51 personas (y no lo haría luego), y entonces otro de los comunicadores militantes habla del “Edipo de los argentinos que buscan una madre“…. al hacer sociológico y antropológico se le suma el psicoanalítico.

***

El recurso inverso, la indignatio y el argumento ad hominem se utilizaban en esa mesa para juzgar la corrupción o supuesta corrupción de quienes ocupaban el campo político contrario. No importaba de qué partido fuera. Allí no se dudaba, no se buscaban matices para hacer una pedagogía de las complejidades del poder, se tiraban todos los pecados ante las cámaras y …. ¡A la hoguera!

Lamentablemente, la misma postura, el mismo temerario doble estándar fue y todavía es replicado por millones de personas que, en su mayoría al menos, no comparten el cóctel de soberbia, cinismo, resentimiento y llana idiotez que exhibían aquellos sistemáticos bajadores de línea ahora en busca de empleo.

La justicia cómplice y tiempista llevó a que la condena a los ex secretarios de Transportes kirchneristas se produjera el mismo día en que sobreseyeron definitivamente al ahora presidente por las escuchas ilegales. Entonces son muchos los que ya explotan por las redes sociales. “El Partido Judicial finalmente blanqueó su postura y apretó el cuchillo”.

Estimo que, nuevamente, se equivocan. El juez federal que ayer ordenó “desvincular definitivamente” a Mauricio Macri de la causa por espionaje es Sebastián Casanello.  Y Casanello ha tenido siempre un solo partido, el del oficialismo. Y, como aquél, todo ese fuero cuyos miembros supieron ser tan serviles a la Causa del Pueblo solo hasta ayer.

***

Posdata: que las lecciones del kirchnerismo sirvan de ejemplo, porque el rencor y las ciegas tomas de partido no tienen título de propiedad. Lamentablemente los 8,7,6 ya fueron montados para invertir el sentido del doble estándar. ¡A no repetirlo!

https://www.venado24.com.ar/archivos24/uploads/2019/07/ESTEVEZ-BANNER-WEB-OKEY.gif