A la coherencia de la Internacional Reaccionaria reunida por estos días en Estados Unidos no hay que buscarla en los contenidos. Tampoco en la estridencia de los peinados, aunque la ya vieja “des-estandarización de los estilos” frente al boom de la representación corporal que implican las redes puede debe servirnos para ir más allá de la mofa ante el ridículo. La coherencia, está en las formas. Aunque pocos de los analistas que lo citan hayan...
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