Retorno al Ejecutivo: quien supo ser el vocero más fiel de Néstor Kirchner y la lengua más filosa del kirchnerismo está de vuelta. La presidente Cristina Kirchner le tomó juramento a Aníbal Fernández como secretario general de la Presidencia en un acto en la Casa Rosada. Fernández, quien nunca logró conquistar la simpatía Cristina cuando era primera dama, reemplaza así al super-leal Oscar Parrilli, que ayer pasó a dirigir la ex SIDE luego de la expulsión de otro histórico “nestorista”, el pingüino Héctor Icazuriaga.
El acto tuvo lugar en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, con la presencia del vicepresidente Amado Boudou, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y la mayoría de los integrantes del gabinete nacional además de legisladores y dirigentes de distintos ámbitos del kirchnerismo.
Los cambios en el Gabinete fueron anunciados el martes pasado por el vocero de la Presidencia, Alfredo Scoccimarro. Fernández había sido ministro del Interior, y jefe de Gabinete; pero nunca había ocupado el cargo de secretario general de la Presidencia.
Dado su viejo rol como vocero de facto, días atrás Fernández había advertido que no iba “va a competir” con Capitanich y manifestó que su regreso a la Casa Rosada se produjo porque la presidenta Cristina Kirchner “estaba buscando un wing izquierdo habilidoso”.
En una entrevista con radio Continental, afirmó que una de sus tareas será “seguir comunicando como lo hacía antes como senador por buena voluntad, pero ahora desde la Casa de Gobierno”. “Tengo canas en la cabeza y tengo una formación más aplomada para mirar las cosas con un poquito más de paz”, dijo.
Los otros cambios
Icazuriaga fue nombrado jefe de la Secretaría de Inteligencia (SI, ex SIDE) por el ex presidente Néstor Kirchner a los pocos meses de comenzado su mandato, en diciembre de 2003 . Y allí permaneció allí hasta esta semana.
El expulsado jefe de la SI acompañaba a Kirchner desde sus épocas de gobernador en Santa Cruz y lo reemplazó al frente de la provincia por siete meses cuando Néstor asumió la Presidencia. Era uno de los hombres de máxima confianza del fallecido ex presidente.
Por su parte, Francisco Larcher perdió la confianza de la Presidenta luego de que la Casa Rosada le atribuyera haber informado a Cristina Fernánde que Sergio Massa no se presentaría como candidato a diputado para las elecciones de octubre de 2013. Luego, el intendente de Tigre se postuló y derrotó ampliamente al oficialismo, que llevaba en su boleta a intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. En Balcarce 50 sospechan que Larcher jugaba sus fichas al crecimiento del creador del Frente Renovador.