Durante un acto cerca de la ciudad de La Plata, en la ciudad balnearia de Ensenada (Punta Lara) la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio un breve discurso en el que el principal destinatario -y asistentes- fueron los jóvenes.
Entre otras cuestiones de agenda, Cristina Kirchner instó a los estudiantes a no dejarse “intimidar por nadie”, en relación al conflicto que se suscita en los colegios porteños a partir de la reforma que propone el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
La ex mandataria también criticó al Gobierno nacional diciendo que “lo que estamos viviendo es una pesadilla para muchísimos argentinos”. Estuvo acompañada por Jorge Taiana y el intendente Mario Secco, entre otros candidatos de Unidad Ciudadana.
“Estoy segura de que vamos a volver a construir el país de los sueños y los ideales”, les dijo Cristina a los jóvenes que se congregaron para escucharla. Además, consideró que “lo que estamos viviendo hoy es una pesadilla para muchísimos argentinos que han visto caer su nivel de vida, sus ilusiones, su trabajo y su familia”.
Aunque recurrió nuevamente a una escenografía armada para acortar la distancia entre ella y el público, -utilizando un escenario que la pone apenas por encima del público, introduciéndose- el discurso de la mandataria hizo resonar ciertos ecos de su estilo más militante:
“No se dejen engañar. Que no los confundan diciéndoles que son el futuro, porque ustedes son el presente”. Para la ex mandatario “ellos y ellas”, los jóvenes, son el “reaseguro de la memoria”, los “guardianes de las ilusiones del presente”, garantes contra un “blindaje mediático que nos quiere hacer creer que los doce años que vivimos son una mentira, cuando en verdad lo que estamos viviendo ahora es una pesadilla para gran parte de los argentinos, que están viendo caer sus trabajos, sus sueldos, sus familias”.
Advirtió contra “las promesas de un futuro prodigioso”, al sostener que “en verdad se trata de un futuro que no nos gusta, cuando te quieren cambiar el plan de estudios sin siquiera consultarte, ni opinar. Un futuro en que al terminar el secundario no sabés si vas a tener trabajo”. Con estas palabras la candidata a senadora por Unidad Ciudadana aludía directamente a la discusión acerca del plan “Secundaria del Futuro” del gobierno porteño rechazado por un importante sector de los estudiantes capitalinos. Un conflicto con por lo menos 26 escuelas secundarias tomadas de la Ciudad de Buenos Aires.
“Los escucho a muchos de ustedes hablar y veo que no necesitan que nadie les dé clases para defender sus derechos. Que nadie pretenda tener en la Argentina jóvenes callados, sumisos, anestesiados”, dijo CFK sobre los estudiantes secundarios. “No se dejen intimidar”, advirtió. Tampoco “se dejen provocar. Porque los van a provocar. Cuando vayan a las movilizaciones, que sean siempre organizadas y pacíficas. Van a querer que cometan errores para criminalizarlos, a ustedes, a los disidentes, los que piensan diferente, o simplemente a los que piensen. A algunos que tienen un pensamiento tan precario como su lenguaje cuando pibes como ustedes dejan en evidencia que se han formado y van a defender sus derechos se les encienden las alarmas del peligro”.
