La médica Eugenia Tomey, integrante de la Asociación de Medicina Interna de Venado Tuerto (AMIVeT*), analiza el fenómeno de las adicciones narcóticos, estimulantes y otras drogas. Esta es la primera de las colaboraciones que la entidad publicará en Venado 24.
“La explosión del consumo en el mundo actual mete más ruido que todas las guerras y arma más alboroto que todos los carnavales. Como dice un viejo proverbio turco, quien bebe a cuenta, se emborracha el doble. La parranda aturde y nubla la mirada; esta gran borrachera universal parece no tener límites en el tiempo ni en el espacio. Pero la cultura de consumo suena mucho, como el tambor, porque está vacía; y a la hora de la verdad, cuando el estrépito cesa y se acaba la fiesta, el borracho despierta, solo, acompañado por su sombra y por los platos rotos que debe pagar”.
Eduardo Galeano: “La escuela del mundo al revés”
Las drogas: una explicación médica y social
Las drogas han estado presentes desde los comienzos de la historia de la humanidad, aunque con el paso del tiempo hayan ido cambiando el tipo de sustancias y las formas de consumo. Hoy la problemática de las adicciones se presenta como un fenómeno complejo, dinámico, en evolución.
La aparición de nuevas sustancias en el mercado, generadoras de un deterioro físico y psíquico cada vez más rápido, el consumo generalizado en los diferentes grupos etarios y el fácil acceso. Nos lleva a los profesionales de la salud a enfrentar, esta problemática ya instaurada en nuestra sociedad.
La Encuesta Nacional sobre Prevalencias de Consumo de Sustancias Psicoactivas destacó para el año 2011 que la proporción de personas de 16 a 65 años sobre el total de las personas estudiadas, que consumieron alguna vez en la vida bebidas alcohólicas es de 77,8%; ubicándose la provincia de Santa Fe entre las jurisdicciones con valores más altos, con respecto al tabaco lo hizo el 52,9% ; consumo de tranquilizantes 3,25%; estimulantes 3,1%;marihuana 10,7%; cocaína 3,1% y alucinógenos, crack, éxtasis, inhalables 3,9%.
En febrero de 2016 la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR) publicó los resultados del estudio realizado sobre consumos problemáticos de sustancias psicoactivas en contextos específicos. El estudio se realizó en una fiesta electrónica donde el 69,7% de los que participaron por primera vez de esta fiesta, respondió que consumió o tenía pensado hacerlo. Al observar el tipo de sustancias psicoactivas, el 61% de los entrevistados consumió o tenía pensado consumir alcohol durante el evento, luego le siguen bebidas energizantes con un 43.2%, marihuana 37.1%, éxtasis 25.9% y en menor medida alucinógenos y otras drogas. Destacan que son cada vez más adolescentes y jóvenes los que frecuentan este tipo de eventos, en los cuáles el consumo de sustancias se encuentra asociado al estímulo de los sentidos y el disfrute de la música.
Es fundamental considerar los siguientes términos en cuanto a la forma de consumo de una droga. Hablamos de uso cuando existe un contacto esporádico u ocasional, con consumo circunstancial y en ocasiones determinadas. Abuso implica el consumo reiterado, recurriendo el sujeto a cantidades y/o frecuencia “que superan a las iniciales”, discontinuo o no, el abuso suele ser considerado un riesgo en cuanto a la posibilidad de facilitar el traspaso de los límites que lo separan de la adicción propiamente dicha. Adicción se genera cuando se produce el consumo repetido de una droga que lleva a un estado de intoxicación periódica o crónica implicando dependencia compulsiva y constante, de una sustancia de la cuál el sujeto no puede prescindir, ocasionando trastornos en lo físico y en lo psíquico, constituyéndose el sujeto en peligro para sí y para los demás.
Es de conocimiento común que existen drogas legales; usadas por un alto porcentaje de la población como el tabaco, bebidas alcohólicas, fármacos; los de mayor consumo; tranquilizantes menores o ansiolíticos, anabólicos y esteroides. Drogas ilegales; aquellas sustancias cuyo consumo está prohibido por ley.
Las intoxicaciones representan un complejo cuadro sindrómico que agrupa a signos y síntomas diversos que son el resultado de la acción de la droga sobre el organismo y pueden llevar a la muerte. Los avances tecnológicos han facilitado la síntesis de sustancias cada vez más puras y nocivas en origen, son las denominadas drogas de diseño que puede ser preparadas en un laboratorio a partir de sustancias químicas.
Las características de los cuadros de intoxicación las podemos clasificar según los efectos que las mismas generan en el sistema nervioso central (SNC); es importante tener en cuenta que la gravedad de estos cuadros depende de la cantidad y forma de administración de la droga; sin embargo, a veces pueden producirse reacciones idiosincrásicas ante una sola dosis. Las drogas pueden clasificarse según sus efectos en:
-Narcóticos o Depresores: “adormecen los sentidos al actuar sobre el SNC” como la marihuana, la morfina, heroína, entre otros. El término opioide se refiere a sustancias naturales y sintéticas con actividad similar a la morfina, tienen efectos analgésicos y depresores del SNC, así como el potencial de causar euforia. La morfina es el opiáceo prototípico. Los receptores opioides se localizan en el SNC y sistema nervioso periférico. La activación de los receptores en el SNC da lugar a respuestas tales como depresión respiratoria, analgesia, euforia, alteraciones pupilares, deterioro de la memoria inmediata, dificultades para llevar a cabo procesos mentales complejos, deterioro de la capacidad de juicio, percepciones sensoriales distorsionadas, deterioro de la actividad motora y sensación de que el tiempo transcurre lentamente asociado a Irritación conjuntival, aumento del apetito, sequedad de boca y taquicardia.
-Estimulantes: Cocaína, metanfetaminas, éxtasis, entre otros. Los efectos previstos incluyen un aumento de la energía, el estado de alerta y la sociabilidad; euforia; disminución de la fatiga, la necesidad de sueño, y el apetito, ataques de pánico, paranoia, deterioro del juicio y síntomas psicóticos como delirios y alucinaciones. Los efectos fisiológicos asociados incluyen taquicardia, dilatación pupilar, diaforesis y náuseas, reflejando la estimulación del sistema nervioso simpático. Pueden causar una variedad de complicaciones del SNC, incluyendo agitación psicomotora, convulsiones, coma, hemorragia intracraneal. La agitación psicomotora inducida por la cocaína puede causar hipertermia cuando la vasoconstricción periférica evita que el cuerpo elimine el calor generado por la agitación persistente, el desarrollo de hipertermia aumenta la mortalidad.
-Alucinógenos: LSD, polvo de ángel, entre otros. Las alteraciones en la percepción comúnmente causadas por estas drogas se denominan con mayor precisión ilusiones porque a menudo hay una base en la realidad para la percepción sensorial.
Un “viaje” se refiere a los efectos experimentados por la intoxicación aguda. Un “mal viaje” es una reacción de intoxicación aguda en la que la disforia, el miedo, la agitación u otros efectos no deseados son los síntomas predominantes.
Efectos neuropsiquiátricos ocurren con cada alucinógeno. Los efectos comúnmente reportados incluyen una mayor percepción de la entrada sensorial, un sentido distorsionado del tiempo, la euforia y una sensación de bienestar; una percepción de ser un observador pasivo de los acontecimientos o estar fuera del propio cuerpo, sentimientos de expansión y experiencias místicas o espirituales. Un fenómeno peculiar descrito con el uso de estas drogas es la sinestesia es decir, una mezcla de los sentidos, donde los usuarios reportan “oír” los colores o “ver” los sonidos.
Las anomalías graves de los signos vitales son poco frecuentes con los alucinógenos y deben estimular la consideración de otras drogas como anfetaminas o cocaína. La hipertensión y taquicardia a menudo se ven con intoxicación aguda de alucinógeno, pero generalmente no requieren terapia específica. La hipertermia rara vez ocurre con intoxicación aislada de alucinógenos, pero denota una toxicidad severa que requiere un manejo agresivo en un entorno de cuidados intensivos. Cuando la hipertermia se produce, agitación psicomotora es la causa más común. Las complicaciones de la hipertermia severa pueden incluir rabdomiolisis, insuficiencia renal, lesión hepática, coagulación intravascular diseminada y falla multiorgánica, dando como resultado un aumento de la mortalidad.
Varios son los factores que han hecho posible que el abuso de estas drogas constituya un problema no sólo desde un punto de vista sanitario sino también económico y social: el carácter competitivo de la sociedad actual, la accesibilidad a drogas, y factores de índole cultural. El deterioro del individuo y de sus relaciones interpersonales es el que ejerce de huella y estigma del abuso de drogas. La gravedad de los cuadros que se presentan actualmente en los servicios de emergencias médicas son consecuencias de los efectos ocasionados por el uso simultáneo de diversas drogas con diferentes efectos a nivel de SNC como así también en el resto del organismo; teniendo como desenlace final en muchos casos la muerte.
(*) AMIVET está integrada además por los médicos Juan Ferrer, Mauro Tortolo, Carina Colombo Berra y Federico Baldomá.