Fútbol…
“Marado, maradó” volvió a rugir la tribuna antes del gol de Agüero en un partido que finalmente le permitió al equipo de estrellas emigradas -a préstamo para la selección- darle un triunfo a algo de lo poco que aún genera una suerte de identidad nacional: el seleccionado de fútbol.
La cosa entonces terminó con el “olé, olé” contra el seleccionado semi amateur del pequeño y bello país centroamericano, y el grito tibio de “Messi, Messi” para el ídolo bajo probation.
Menos mal, sino debíamos prepararnos para otra semana llena de ríos de tinta desperdiciada en psicología espontánea sobre los fundamentos de la desmotivación del más talentoso de los reclutados. Parece que finalmente sus piernas se inspiraron. Habrá que preguntarle a Pasman o algún otro analista del momento el por qué (al de la tele, y por qué no al de la web).
Al menos ahora la publicidad comercial y la propaganda oficial triunfalista y sentimentalista desentonará un poco menos con la ciclotimia anímica de los destinatarios.
Hace poco River se fue a la B. Para aquél caso tuvismo una suerte de sociología espontánea de las organizaciones, otra vez de mano de los únicos periodistas leídos con pasión: los deportivos.
Aguilar, Schlenker, JJ López y un hincha puteador de youtube en el lugar de todos (y todas) …
Monstruos, fracasados, mafiosos rubios… los playos historiadores acelerados del presente que somos los periodistas no tuvimos tiempo de ir más atrás. Ofrecimos sí las cabezas de turno. Algunas rodarán, otras, ocultas tras el manto de Don Julio seguirán a cobijo. Quién sabe, quizá en no mucho tiempo vuelva al lugar del que los despojó el fracaso deportivo y el escándalo delincuencial de los barras. Habrá que ver cuán rápido Passarella puede consigue de la segunda división.
Poco importa ahora el acelerado desguace del club. Si los resultados se producían en lo inmediato, poco nos importaba el largo plazo. Si se sale de la B rápido poco importa acomodar las bases destruidas.
A la hora de actuar (de quejarse) las causas de la mayor tragedia deportiva de River se redujeron a los malos resultados en la cancha…
Del desmantelamiento de una institución, solo nos ofrecieron los villanos de turno que aprovecharon el espacio dejado por una sociedad, en este caso la riverplatense, que se sigue retirando de las asociaciones intermedias.
Es cierto también que hace no sé cuánto que la selección no gana nada importante. Pero Don Julio parece poder seguir confiando en que, así como los periodistas buscamos cabezas para que oculten en su rodar la responsabilidad de todos (y todas), también buscamos piernas mágicas todo el tiempo para que nos sigan permitiendo confiar en que la buena estrella suplirá el compromiso.
…y tránsito
En Venado hay más de 1000 accidentes viales por año. No llegué a leer los de la 33. “Autopista ya bramaron” los lectores ante el último. Firmo ese reclamo.
Igualmente los que nos estrellamos unos sobre otros somos nosotros. Que “los radares son para recaudar”, “que las rutas están rotas”, “que la policía me para a mí y no al auto sin luces…”
Todo es cierto. Pero una cosa no quita la otra. El acelerador no lo pisa el agente vial que hace la vista gorda. El casco se lo tiene que poner el motoquero él solito.
Un estado que no llega a controlar a una sociedad infantil, quejosa e irresponsable, solo atina a poner lomos de burro. Es decir, un obstáculo en la calle para forzarnos a hacer lo que no queremos hacer por nuestros propios medios: conducir con responsabilidad.
Si el agente de tránsito, en lugar de dedicarse a hacernos la multa se dedicara a filmarnos con su celular, seguro que podríamos armar otro videíto para youtube y sus propaladoras de TV, esta vez insultando al gobierno de turno.
Cada lomo de burro que emerge de la superficie de la calle es como una muesca en nuestra lista de contras.
Aguilar, la 33 sin autopista, el zorro gris que mira para otro lado y Messi desmotivado son reales, pero son índices de una problemática que los desborda
Julio sonríe, nadie hará nada. No hay voto protesta dentro de la AFA.
Tomás Lüders