PoliticaDerecho a réplica de Emilio Venturelli por nota de opinión en Venado 24

Compartir esta noticia
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter

Mediante una nota enviada al correo electrónico de Venado 24, el titular del sanatorio San Martín y presidente del Círculo Médico local, Emilio Venturelli, peticionó el derecho a réplica. El pedido lo realiza para responder a  “las opiniones y conceptos vertidos” en nota de opinión publicada el último domingo con el título: Redistribución de cápitas y crisis de la salud privada en Venado”.

Según el reconocido médico y empresario de salud en el  texto mencionado existen “ciertos errores a partir de datos falsos o inexáctos, y que seguramente han influido en su opinión”.

La nota referida se puede leer en el siguiente link: Opinión: Redistribución de cápitas y crisis de la salud privada en Venado

Lo que sigue es textual, sin cambios ni correcciones, lo enviado por Venturelli

Datos ciertos sobre la supuesta “crisis en la salud privada” y la situación de PAMI. Por Emilio Venturelli

Inexactitudes, datos falsos, generan opiniones quizás legítimas pero que parten de supuestos erróneos. Frente a este estado de situación que involucra no solo mi nombre y el de la institución sanatorial de la que soy titular, sino que además afectan mi rol al frente de la institución gremial que presido y que además da un diagnóstico equivocado de la situación que atraviesa la salud privada en Venado Tuerto y el departamento General López, me veo en la necesidad de realizar algunas correcciones, aclaraciones, precisiones. Confío en que la honestidad y profesionalidad del autor de la nota lo harán re elaborar algunas de sus conclusiones, por lo menos por el hecho de fundarlas sobre imprecisiones, datos forzados, errores.

Me refiero al artículo de opinión titulado “redistribución de cápitas y crisis de la salud privada en Venado”, del periodista (y director del Instituto Dante Alighieri) Mauro Camillato, el 27 de mayo 2018.

Desde el principio el periodista cuanto menos exagera al afirmar que “la salud privada está en crisis”. A mi juicio podría decir “parte de la salud privada está en crisis”, porque gracias a Dios, la otra “parte” hizo un desarrollo y crecimiento ascendente, colocando hoy al Sanatorio San Martín a la altura de los más encumbrados sanatorios de Rosario, y líder de referencia en el sur de nuestra provincia. Una institución que entre el 2001 y el 2005 estuvo en crisis, pero aprendió de sus errores, los corrigió, aplicó decisiones empresarias correctas (sin ninguna ayuda externa), siendo hoy en la provincia una de las pocas que creció y no le debe nada al estado ni a sus proveedores (no se acoge a la ley de emergencia sanitaria como la mayoría que no quiebran por ese motivo).

La opinión de Camilatto carece de precisión porque da por sentados datos erróneos, como por ejemplo al desconocer que la guardia pediátrica del Sanatorio San Martín está activa, y con el agregado de contar con el único servicio de internación de alta complejidad pediátrico de la región, y un servicio de Neonatología con 11 puestos de excelente nivel, que interactúa a diario con el Hospital Público complementado las carencias de ese efector en cuanto a intervenciones de complejidad. Sí, el Hospital Público recurre al Sanatorio San Martín en situaciones de complejidad, cuestión que nos da orgullo porque concebimos el sistema de salud como una integralidad.

Si bien el autor en un momento hace la salvedad de que un proceso de monopolización obedece a una pluralidad de causas, en el desarrollo del texto responsabiliza una y otra vez al Sanatorio que dirijo. Quiero recordarle que la “monopolización” a que alude su opinión, no es responsabilidad del Sanatorio San Martín, siendo en todo caso la consecuencia de la elección de la gente que lo colocó en ese lugar, ya que este Sanatorio no tiene ni un solo paciente cautivo, no gerencia ni administra ningún convenio exclusivo (como si lo hacen los otros sanatorios). Solo se dedicó a mejorar en todo momento lo que sí sabe hacer bien, que es perfeccionarse y actualizarse permanentemente en los avances tecnológicos y de recursos humanos. A nuestro Sanatorio no viene nadie obligado por convenios exclusivos, nos eligen los pacientes.

Respecto de la polémica sobre las cuatro mil cápitas (léase personas, seres humanos de carne y hueso con nombre y apellido), el único cuestionamiento que hicimos en su momento es que sin ninguna consulta a ellos (como pacientes usuarios de la Obra Social), fueron trasplantados intempestivamente y sin razón a otra institución, sin tener en cuenta ni siquiera si se encontraban bajo tratamiento, o si su familiar directo era médico del Sanatorio de origen. Por lo demás pareciera que es potestad de los “DUEÑOS” de los afiliados (el PAMI) de mandarlos donde le plazca.

Respecto de si el Dr. Venturelli es desde hace 12 años presidente del Círculo Médico del Departamento General López (coincidiendo con el periodista de que este “no es un dato menor”) quiero recordar que en efecto soy electo cada dos años por asamblea general ordinaria de todos los médicos del departamento, y que la comisión directiva está integrada por médicos independientes y médicos integrantes de todos los sanatorios activos y ya cerrados. Creo que por algo será y que la voluntad de ellos (todos los médicos) merece un poco de respeto.

Un párrafo aparte merece su intencionalidad de vincularme a personajes que he padecido en su momento, cuando ocuparon un rol en la administración pública. Nunca el Dr. Venturelli “manejó” el PAMI. En la “nefasta época de Matilde Menendez”, ellos (el PAMI) inventaron las ACEs y las UTES como condición para ser prestador, y nos obligaron a constituirnos en esa figura a los cinco Sanatorios (Sanatorio Castelli SRL, Sanatorio San Martín S.A., Sanatorio de la Ciudad S.A., Clínica Santa Lucía SdeH, y el Instituto de Ortopedia y Traumatología S.A.) para poder seguir trabajando a través del “perverso sistema de cápitas” que también inventaron ellos. Cabe aclarar que en salud no hay sistemas buenos y sistemas malos en sí mismo. Cada uno de ellos tiene sus proes y sus contras. Para todos los interventores que manejaron el PAMI desde entonces, este sistema seguramente no fue tan malo (el sistema capitado), ya que todavía hoy lo siguen sosteniendo. Lo que estoy en condiciones de asegurar es que para los prestadores que solamente nos dedicamos a brindar el servicio de salud este es el peor de los sistemas. Lo ideal sería que como ocurre en todas las otras sociales, mutuales y prepagas, que se gerencian a través del Círculo Médico, la remuneración fuera por acto médico realizado, lo que ocurre también con el IAPOS el que administramos en esa institución desde hace 40 años con libre elección y pago por prestación realizada, considerados por la propia Obra Social como ejemplo de administración en toda la Provincia.

Desde un comienzo las cápitas se distribuyeron a traves de los médicos de cabecera de cada sanatorio, respetando la voluntad de los afiliados que al inscribirse con su médico lo derivaba a su sanatorio, con su cuerpo de especialistas, en forma totalmente libre y democrática. Hoy eso quedó como una entelequia.

Existen otros errores históricos, datos equivocados que da por ciertos el artículo de opinión del periodista Mauro Camilatto. Fue el Sanatorio San Martín pero cuando era propiedad del Dr. Cominelli y administrado por el Grupo Gamma de Rosario, quién adquirió el inmueble del viejo Sanatorio Chapuis, que si era de mi propiedad. No a la inversa. De hecho nosotros, en nuestro rol de titulares del Sanatorio Chapuis fuimos en esa época obligados a cerrarlo por un lockout comercial urdido entre Sanatorios Privados de Venado Tuerto (tal era el nombre de sociedad anónima constituida por Castelli, San Martín y La Ciudad administradora de convenios incluidos el PAMI), junto al Círculo Médico (que administraba el resto de los convenios). Tal situación atravesamos en aquellos años.

Otra corrección que deseo señalar sobre el texto publicado en Venado 24 es que quién vende el viejo edificio del Sanatorio San Martín (el que era del Dr. Cominelli) es el Grupo Gamma de Rosario. Es ese grupo empresario, quebrado y sin pagar el edificio del Chapuis el que devuelve a su dueño el edificio (a mí, a Emilio Venturelli). Es allí también cuando ese grupo empresario se retira de Venado, que adquirimos el paquete accionario que, hasta ese entonces, detentaba el grupo Gamma en el San Martín S.A. convirtiéndonos así en la primera minoría accionaria de esa sociedad. Nos hicimos cargo de la administración en el año 2.005. Los resultados de nuestra administración y crecimiento están a la vista.

Nuestro secreto fue solo apostar al crecimiento mediante la excelencia en la atención, materia que nos ocupa cada día más.

En modo alguno puede intentar imputársenos alguna influencia con el cierre del Sanatorio Beroiz. Solo colaboramos con ellos interactuando cuando nos requirieron, brindándoles las prestaciones que no poseían. Cuando el cuerpo médico de ese sanatorio abandonó su puesto de trabajo por las causas que fueran dejándolo inerme, el PAMI aun así le sostuvo hasta último momento la cápita asignada, hasta que al final el mismo PAMI nos pidió si podíamos nosotros absorber esas 3.900 cápitas a las que de hecho le veníamos brindando los servicios. Nosotros accedimos de la misma manera que lo hicimos con los afiliados de Firmat y zona de influencia cuando dejó de prestar servicio el sanatorio local. Esas cápitas no fueron ofrecidas al Castelli porque estaba transitando un proceso de crisis similar.  Camillato remarca que “vuelve a aparecer Venturelli”, como si estuviera al acecho de situaciones desgraciadas. Es injusto, cuanto menos, imputarme tal conducta. Si el instituto que conduzco con pasión vuelve a aparecer ante cada situación de crisis de la salud privada de la región es porque somos el único actor de esta historia que ha sobrevivido, y somos a quienes recurren empresarios, funcionarios, instituciones, para que colaboramos en generar soluciones ¿Se nos puede recriminar el no habernos fundido? ¿Habla mal de nosotros no solo haber sobrevivido sino desarrollarnos y fortalecernos?

En el artículo el periodista plantea que “Venturelli, ni lerdo ni perezoso…”. Solo deseo señalar que el Sanatorio San Martín no se aprovechó de nada, muy por el contrario, tuvo que incrementar su infraestructura y recursos humanos para dar respuesta a una crisis que nunca fue nuestra. Lo único que hicimos es lo que sabemos: brindar buen servicio de salud a pedido de PAMI.

Respecto a la situación a la que alude con un “último paciente crónico” del cerrado Sanatorio Beriz, quiero aclarar que el trasladado se realizó a pedido de la Mutual de Camioneros, porque sosteniéndolo allí y sin médicos se exponían a una mala praxis.

Tras haber estado durante meses sin contar con cobertura para sus afiliados en la ciudad de Firmat, cuando PAMI resolvió a medias el problema prestacional, decidieron retirarnos las cápitas que nos habían asignado en el momento de crisis (cuando el prestador de la ciudad de Firmat resolvió unilateralmente dar por concluido el vínculo con PAMI). Ahora, con el Castelli, ocurre lo mismo, pero en esta oportunidad con la diferencia que no reasignaron al Castelli los afiliados del Beroiz (que al cierre de ese sanatorio recalaron en el San Martín), sino que reasignaron 4.000 afiliados de Venado Tuerto, que en su mayoría eran afiliados/pacientes del Sanatorio San Martín, por lo que el descontento y desesperación de los afiliados fue mayor.

De todos modos nos quedó la infraestructura que la usaremos para optimizar más nuestro servicio, porque hoy contamos con 95 camas, 30 de alta complejidad, todas las especialidades incluida: hemodinamia, cirugía cardiovascular, hemodiálisis, neurocirugía, etc. etc. y toda la tecnología diagnostica, TAC, resonancia, ecografías, etc. Todo lo que conforma, junto a su excelente cuerpo profesional, el centro de salud de referencia del sur de Santa Fé.

Respecto a las afirmaciones sobre el concurso preventivo y las vinculaciones de los actuales propietarios del Castelli, a nosotros no nos consta, por lo cual no opinamos.

Finalmente, respecto a “la gente”, opinamos igual que el periodista Mauro Camilatto: déjenlos elegir, y que el trabajo sea consecuencia del esfuerzo del médico y de la institución a través de la libre elección, y no de oscuras manipulaciones.

 

 

https://www.venado24.com.ar/archivos24/uploads/2019/07/ESTEVEZ-BANNER-WEB-OKEY.gif