E juez federal Claudio Bonadío fue apartado recientemente de la “causa Hotesur” por la cual investigaba las empresas que maneja la familia Kirchner en el sur del país.
El magistrado, sin embargo, opinó que los argumentos con los que se tomó esta decisión son “falaces” y lamentó que
“Ayer en la Secretaría los 8 empleados que fueron a hacer los procedimientos, estaban todos llorando. Se siente mucha impotencia, mucha frustración. Los argumentos son absolutamente falaces, basta leer el voto de Eduardo Fara para darse cuenta de que los otros dos votos son un ‘corte y pegue’ de una serie de cuestiones que, en el peor de los casos, si fuera cierto, se podría haber dispuesto la nulidad de la designación de los peritos y volver a sortearlos”, dijo Bonadio a Radio Mitre.
“Lo importante era apartarme porque a partir de la tarde de ayer y hoy llegaban los documentos secuestrados en Santa Cruz y El Calafate, y todo el material de las computadoras en los hoteles, los estudios contables y las empresas”, indicó este viernes.
Sin embargo, el magistrado es optimista. “Hay que esperar a ver qué va a suceder, este es un fallo que no está firme y queda por saber qué decisión tomará el fiscal (Germán) Moldes”. Tanto Moldes como Margarita Stolbizer, son las dos personas que tienen posibilidad de apelar el fallo ante la Cámara de Casación Penal, ya que la legisladora es querellante en la causa, y al igual que Moldes, es parte en el expediente.
Bonadio develó además que en las últimas semanas recibió varias invitaciones para reunirse con el candidato presidencial Daniel Scioli. Dijo que la convocatoria llegó desde el entorno del gobernador, a quien conoce desde hace muchos años. Sin embargo el juez federal consideró que no era pertinente y declinó el ofrecimiento.
Respecto de su situación personal tras haber investigado a la familia presidencial, Bonadio dijo encontrarse tranquilo y que su familia le brinda apoyo.
No obstante, declaró: “Lo digo antes. Si aparezco suicidado, busquen al asesino porque no es mi estilo“. Se trató de una clara referencia a la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien investigaba a funcionarios oficialistas en relación con la causa AMIA.
“Como decía San Martín, ‘no es para cualquiera la bota de potro’. Si uno quiere tranquilidad, la opción es una verdulería. Las cosas malas hay que aguantarlas y seguir adelante”, continuó el magistrado.
Por último, criticó duramente su apartamiento de la causa: “Este apriete de domesticación es una cosa horripilante. Desde que tengo uso de razón nunca vi cosa como esta”.
“No los judiciales ni solamente los que estamos en este metiér lo toleramos, lo preocupante es que esto lo tolera la sociedad política y la sociedad civil”, lamentó.