A finales de junio de 2019 se inauguraba con un emotivo acto el Centro de Día Cura Brochero, dependiente de la asociación civil Nazareth, con el objetivo de trabajar en la problemática de adicciones. Dos años y medio después, ese espacio fue cerrado e incluso por estas horas la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Venado Tuerto empieza a hacer uso de parte de las instalaciones para cubrir la demanda que genera el cierre temporario por refacciones del centro de salud del barrio Tiro Federal.
Este centro de día había nacido a partir de la insistencia del cura de la parroquia Perpetuo Socorro, Gabriel Landesa, quien había logrado integrar la voluntad de la familia Beluardi, que había donado la propiedad ubicada en la esquina de Presidente Perón y 3 de Febrero donde se montó la estructura, gracias al aporte de dinero gestionado por los entonces diputados provinciales Julio Eggimann y Oscar Pieroni, más la intervención de la Municipalidad.
Con esos recursos se logró poner en condiciones a la vivienda y se comenzó a trabajar sobre una problemática que siempre tiene una fuerte demanda como es el tratamiento de adicciones, donde al Estado en general le cuesta llegar con las soluciones.
En dicho espacio se trabajaba sobre los problemas socialmente más visibilizados, como el consumo problemático de alcohol y drogas, pero también otras adicciones como la ludopatía o la dependencia excesiva de las tecnologías, siempre con una mirada terapéutica que ponía el eje en el sujeto.
Autoridades y trabajadores presentes en la inauguración del edificio.
Previo a la pandemia, cuando no había limitaciones, se llegó a trabajar con unas 15 personas en simultáneo y el proyecto marchaba muy bien.
Sin embargo, empezaron a aparecer algunas dificultades. La primera fue la salida del padre Gabriel de la parroquia (por una decisión personal dejó los hábitos), quien era en gran parte el motor del proyecto. Otro factor fue la irrupción del Covid, que obligó a restringir el número de pacientes y dificultó el arribo desde localidades de la región (todavía no se restableció con normalidad el servicio de transporte).
Y a eso se suma que la asociación tenía dificultades para que los tratamientos sean cubiertos por las obras sociales por una cuestión de habilitaciones, lo que resulta complejo el sostenimiento del personal. “En los últimos días se le dio el alta a los pacientes que quedaban y se los derivó a otros espacios porque ya se sabía que no iba a continuar funcionando”, indicó uno de los empleados del lugar.
Desde Venado24 se intentó obtener la palabra oficial de la asociación Nazareth, que tiene sede en Cañada de Gómez y que posee una red de centros de día para el abordaje de la problemática de adicciones. Sin embargo, se excusaron afirmando que “por el momento no van a hacer declaraciones públicas” y que en los próximos días van a elaborar alguna gacetilla explicando la situación.
Entra el Municipio
Mientras tanto, el secretario de Salud y Desarrollo Social, Marcelo Krenz, confirmó hoy en diálogo con VerTV que parte del centro de salud del barrio Tiro Federal se traslada transitoriamente al edificio de 3 de Febrero y Presidente Perón, dado que los trabajos de remodelación se estiraron más de lo previsto: “Iniciamos un plan de mejoras edilicias y ampliación, pero hay un retraso porque el proyecto estaba incorporado al Plan Inlcuir de la Provincia y no han llegado los aportes. Ya se hizo la conexión de cloacas y toda la instalación de plomería”.
Entonces, “como no continúa funcionando el dispositivo de Cura Brochero, nos ofrecieron ese espacio en el horario de 7 a 13 para atención, porque a la tarde hay otras instituciones trabajando. Los profesionales de Trabajo Social y Psicología estarán atendiendo en el lugar hasta poder completar la obra y reubicarnos en el edificio de calle Chile”, añadió el funcionario.
Consultado sobre el cierre de este espacio terapéutico, Krenz analizó: “Habían tenido un inicio de trabajo interesante, después los atravesó la pandemia, hubo una disminución en el personal para la atención porque desde el ámbito privado tenían dificultades para sostener al equipo y se fueron atravesando distintas situaciones. En el primer año los acompañamos con apoyo desde el Municipio”.
En paralelo, recordó que la Municipalidad cuenta con un espacio propio para el tratamiento de adicciones (funciona en Castelli 1384, de 9 a 17), donde “la población puede acercarse para iniciar algún plan terapéutico y en un segundo y tercer nivel está la coordinación con el Hospital y luego con la agencia provincial Aprecod para alguna necesidad de internación, sabiendo que en la zona prácticamente no hay lugares”.