Cinco socios, motivados por experiencias cercanas de familiares que empezaron a consumir aceite de cannabis por distintas afecciones de salud, le fueron dando forma a un proyecto para producir cannabis medicinal desde Venado Tuerto, en un emprendimiento privado que busca trabajar en forma asociada con el Estado para garantizar el desarrollo del mejor producto posible, garantizándoles a los pacientes la calidad de lo que van a consumir, saliendo de la instancia de precaridad-ilegalidad que hoy suele presentar la preparación del mencionado aceite.
Alejandro Aranda es uno de los integrantes de la empresa Canna Oil Agro y en diálogo con Venado24 relató que “familiares con diversas afecciones empezaron a utilizar aceite de cannabis y obtenían buenos resultados. Pero la pregunta que empezó a surgir es qué estaban tomando realmente, o cómo estaba hecho ese aceite, porque en definitiva se elaboraba de manera ‘ilegal’”.
Fue entonces, en plena época de pandemia, que empezaron a reunirse e investigar sobre el tema, encontrando que había una intención del Estado de involucrarse en la cuestión. Sin embargo, la inquietud de los socios fue armar un esquema privado “para lo cual era necesario romper muchos paradigmas y obtener un marco legal apropiado”.
Alejandro Aranda junto a Sebastián Roma, quien acompañó el proyecto desde un comienzo.
Entre las diferentes opciones que empezamos a evaluar estaba la posibilidad de inscribirse en el Reprocann, que es un registro que autoriza al cultivo de cannabis con fines medicinales, pero es algo acotado. La propuesta era mucho más amplia, entendiendo además que “estamos en un lugar donde funciona el clúster de semillas, donde existe el espertif para este tipo de cultivos, consideramos que debíamos aportar la parte empresarial con una perspectiva global”.
Desarrollo e investigación
Con la inquietud y la decisión de armar una empresa específicamente para este objetivo, se fueron vinculando con diferentes autoridades. Desde el ámbito local el nexo para muchas gestiones fue el concejal Sebastián Roma, que los acompañó desde un primer momento, y la entonces senadora nacional Marilín Sacnun, que venía trabajando en el proyecto de ley desde el Congreso.
Tras varias reuniones y gestiones, días atrás se logró el primer paso importante: la firma de un convenio con el INTA porque “la idea es que la empresa haga su aporte en producción e investigación, por eso con este organismo nacional se hará un seguimiento de las distintas variedades de las plantas y el comportamiento a partir del tratamiento que se les brinda en esta producción que será completamente indoor”.
Aranda, que es médico veterinario, remarcó: “Hay mucho conocimiento amateur, por eso la idea es llevarlo a un plano científico y determinar las variedades que mejor se adaptan y mejor principio activo obtienen. La industria de los fármacos da para un desarrollo mayor, con un componente determinado para cada una de las enfermedades, donde empieza a participar el Ministerio de Salud”.
En definitiva, cuando la empresa comience a producir, lo que hará es trabajar con los cultivos y luego le vende el principio activo a los laboratorios: “La provincia de Santa Fe tiene una característica muy importante que es el laboratorio oficial, con alta tecnología, lo que nos permite pensar el proyecto para abastecerlo. Y que la información que salga sirva para nuevos emprendimientos”, agregó.
El lugar ideal
Canna Oil Agro logró conformar la sociedad, se firmó el convenio con INTA y ya están empezando la primera etapa para el armado de la infraestructura. El proyecto es a cinco años, “y ahora estamos avanzando con este espacio que será completamente cerrado, con características muy particulares, con un costo importante. Es como un gran invernadero, pero es un galpón, no una estructura de lona. Ahí se deben garantizar las características de temperatura, ambiente, iluminación, condiciones de la tierra y demás detalles”, explicó Aranda.
La exsenadora Sacnun participó de la firma del convenio con INTA.
Esto se va a concretar en la ciudad porque “consideramos que tanto Venado como la región tienen características muy importantes, cuando hablamos con la Nación hicimos hincapié en que existe un bagaje de conocimiento en el manejo de semillas y cultivos, y contamos con recursos como la presencia de Gendarmería, la Aduana, el Nodo de Salud… importantes para la seguridad, la importación de semillas o el trabajo de investigación”, enumeró.
La inversión que está previsto realizar “es importante”, aunque por el momento la ley permite un inicio más acotado de lo que tienen proyectado. Cuando se concrete el cambio normativo se podrá avanzar hacia la industrialización del cannabis medicinal, por el momento “sólo se puede hacer investigación y desarrollo. Una de las cuestiones fundamentales es que el paciente conozca qué producto está recibiendo, acá los objetivos están bien claros de cuál es la búsqueda, la ley está muy bien direccionada”, explicó Aranda.
Negocio redondo
El emprendimiento surgido en nuestra ciudad es de carácter privado, con vinculación con el Estado porque “lo que buscamos es que esto venga a colaborar con una necesidad social, con un privado que haga la inversión y el desarrollo, y un Estado controlador y estimulador para que crezca”.
Imagen ilustrativa.
Una de las cuestiones importantes es que la producción “va a tener una generación de empleo porque hay procesos que son muy artesanales y muchas personas se van a poder ir metiendo, con la intención de ser pioneros para que otros puedan involucrarse en el rubro, incluso cooperativas u organizaciones de productores”.
Y desde el punto de vista empresarial garantizan que “es un negocio totalmente rentable, pero sobre todo es una actividad de alto valor agregado y para la región va a ser muy interesante porque le va a dar realce a otras actividades que van a ir unidas a esto, porque puede ir asociado no sólo a la salud, sino también alimentación, cosmética y demás opciones”, completó.