Hoy a las 14, en la Escuela Especial Nº 2045 “ Dr. Oscar Oñativia” fue abordado por la Comisión Interinstitucional de Discapacidad un proyecto de ordenanza que será remitido al Concejo Municipal.
Así lo confirmó a Venado 24 Diego Riquelme (en la foto), el joven pero experimentado representante en el Nodo V de la Subsecretaría provincial de Inclusión a las personas con Discapacidad.
La Comisión Interinstitucional está integrada por representantes de las instituciones de la ciudad de distinto orden que por diversas razones se ven involucrados con la temática mencionada (Escuelas, Asociaciones Civiles, la Municipalidad y el Concejo Municipal)
Según Riquelme, el proyecto viene a sustituir los “baches normativos” de la ciudad por una ordenanza integral que dé “marco a una política de estado sobre el tema discapacidad”. Si bien “la ciudad adhiere a la ley nacional sobre discapacidad, así como lo hace la provincia, no hay una ordenanza que la reglamente”, lo que es discriminatorio ya que vulnera gravemente los derechos civiles de las personas afectadas.
Además de su actividad como funcionario, Riquelme es miembro de la Asociación Civil de Ayuda al Discapacitado de Venado Tuerto (ACAD), que viene relevando la problemática desde hace tiempo. De hecho la nueva normativa municipal tiene como núcleo original un proyecto de esta entidad.
“Es fundamental para empezar a pensar una ciudad accesible el crear una política de estado a través de una ordenanza amplia, que determine que todos los ámbitos deben ser accesibles: parques, calles, veredas, edificios con acceso de público (públicos y privados), el transporte, etc.”, consideró el funcionario.
Solo para ejemplificar, y como fue abordado en otra nota del día a partir del reclamo iniciado por Rubén Zarich, el Centro Cultural Municipal carece de las medidas que lo haga convenientemente utilizable por personas con discapacidad motriz. Lo mismo se repite en numerosos edificios públicos, salones de fiesta, edificios de departamentos, veredas, etc.
Como señaló Zarich en aquella nota, puede parecer que las personas afectadas no sean tantas, pero lo cierto es que la falta de condiciones mínimas para poder circular la ciudad y sus espacios públicos los llevan a recluirse u obstaculizar su integración.
Una nueva norma necesidad primordial.
Como se viene tratando en diferentes notas, Venado Tuerto es una ciudad que no contempla las necesidades de las personas con problemas de movilidad, sean permanentes o temporarios (lo que según cifras oficiales afecta al 40 % de la población total). La ciudad está regida por ordenanzas parciales, que regulan aspectos o lugares puntuales, muchas de ellas además inadecuadas o desactualizadas. “Con buenas intenciones se han construido por ejemplo rampas de acceso a la Plaza San Martín, pero estas tienen barandas, no las deberían tener porque las hacen inadecuadas para personas no videntes”, ejemplificó el especialista.
Diego Riquelme, padece problemas de movilidad originados en una patología neurodegenerativa, a partir de su afección particular se convirtió un experto en la temática de discapacidad y en un verdadero luchador por los derechos de las personas con problemas motrices. Así comenzó una intensa militancia en ACAD, institución con la que se realizó un relevamiento que demostró que la ciudad tiene enormes carencias en la cuestión (responsabilidad del sector público, pero también de los vecinos).
“El tema se empezó a trabajar recientemente de forma oficial en la ciudad . El lunes 20 de junio se reunión la una Subcomisión de la Interinstitucional y se trató un proyecto de ordenanza que se va a discutir en el plenario de la Comisión el lunes 27 (por hoy). Una vez aprobado, se va a presentar en el Concejo”, explicó Riquelme. Desde la Comisión esperan que allí no haya mayores inconvenientes para su aprobación.
“Desde este proyecto tratamos el tema de accesibilidad de manera amplia y concreta. No sirven cuestiones puntuales, como hacer una rampa en lugar o legislar para una cosa particular”.
Es fundamental para empezar a pensar una ciudad accesible el crear una política de estado a través de una ordenanza amplia, que determine que todos los ámbitos deben ser accesibles”, agregó el especialista.
Pensando en el otro
Según Riquelme, las trasgresiones en la ciudad a las normas mínimas de integración son regla general: veredas inexistentes o en desnivel, falta de accesos en edificios y veredas, obras en construcción que anulan la circulación peatonal, vehículos de transporte público no adaptados, etc.
También señaló que las rampas en las veredas, que además son escasas, deberían estar siendo reemplazadas por "rebajes de cordón que no interrumpan el normal desplazamiento de las personas. La rampa obliga a quien tiene problemas de discapacidad a interrumpir su marcha y tener que localizar la rampa, a menudo alejada de la senda peatonal".
“Los costos no son grandes, se trata de que de ahora en más, cuando se diseñe algo se considere la cuestión del acceso para todos. A veces se construyen diferentes niveles en los edificios de acceso público cuando bien se podría haber hecho todo en un solo nivel”. Para el experto el problema más que económico es de conciencia y falta de consideración de una problemática que afecta a cada vez más personas”.
“Si hablamos de adultos mayores, o gracias la suba de la expectativa de vida se está hablando no de una tercera, sino de una cuarta edad”.
Además de las personas con discapacidad permanente, deben incluirse como afectados las embarazadas, los padres con cochecitos, los niños menores de 10 años, los lesionados transitorios y las personas con alto grado de obesidad.