“Estamos buscando un médico pediatra que se pueda sumar, que pueda colaborar, lo estamos necesitando encarecidamente”, imploró Nicolás Tosco.
“Los tiempos que manejamos son muy exiguos, y queremos evitar que nuestra hijo vuelva a ser internada”, agregó Marina Lerdez.
Nicólas y Marina son los padres de Francesca, una niña “luchadora” que cumplió dos años el último 25 de mayo y tiene displasia broncopulmonar. Para poder vivir necesita estar asistida externamente por oxígeno (es electrodependiente) y a además atención médica diaria.
Nicólas y Marina están desesperados porque la médica pediatra que asiste a su hija desde hoy no lo va a poder hacer más y no pueden encontrar ningún profesional que se haga cargo del caso.
Francesca en su corta vida ya pasó por varios centros médicos en Buenos Aires y Rosario y desde el 1 de diciembre del año pasado logró junto a sus padres instalarse en su hogar en Venado Tuerto.
“Logramos poder instalarnos en nuestra ciudad gracias al gesto de valentía profesional de la doctora Sonia Maldonado. Ella nos atiende de una forma impecable, viene todos los días, pero ahora está colapsada y además tiene un viaje programado. Por eso estamos buscando un médico pediatra que se pueda sumar, que pueda colaborar. En lo posible que sea un pediatra que sea terapista, que este especializado en el tema pulmonar”, comenzó relatando Nicólas.
Y por si acaso aclaró: “La obra social, Caja Forense está al tanto de todo y no hay problemas. Solo necesitamos un pediatra que se quiera sumar para la atención diaria de Francesca”.
Posteriormente completó: “Intentamos y conversamos con varios profesionales de Venado y todavía no logramos que ninguno se haga cargo”. Y casi desesperado afirmó: “Nosotros estamos colapsados, muy cansados, día a día desde hace dos años estamos luchando por la vida de nuestra hija. Estamos muy agradecidos por los profesionales que la atendieron hasta ahora y no queremos perder eso”.
Lo cierto que ante la imposibilidad de conseguir un médico que acuda a la vivienda familiar las opciones son el traslado de Francesca a un sanatorio o una nueva mudanza hacía otra ciudad, donde si puedan encontrar la atención que por ahora no consiguen en Venado Tuerto.
“La posibilidad de que Francesca ingrese a un sanatorio por no conseguir un pediatra que venga a nuestra casa sería un problema. Mi nena se vería seriamente complicada, porque ese no es su hábitat, no está su gente, su familia. Además estar mal anímicamente dificultaría su situación”, advierte su padre.
“Una internación para ella sería un retroceso. Podría implicar a veces la posibilidad de una neumonía. Necesitamos que Francesca siga en nuestra casa para evitar intercurrencias”, manifestó Marina.
Al respecto, Nicolás sentenció: “En ese caso no nos quedaría otro recurso que mudarnos a otra localidad, cosa que no queremos hacer ya que queremos vivir en Venado. Es la ciudad donde nosotros nacimos y nos criamos y nos queremos quedar acá”.
De todos modos Marina explicó: “Ella tiene que crecer, madurar porque su enfermedad tiene buen pronóstico a largo plazo pero tenemos que cuidarla muchísimo de las enfermedades y cuanto menos internaciones tenga más posibilidades tiene de dejar el oxígeno”.
Finalmente, acotó caso suplicando: “Hablamos con muchísimos pediatras y nadie se pudo comprometer atenderla. Incluso nosotros pedimos la posibilidad de armar un equipo, no es necesario que sea un persona sola”.