Como parte de las actividades programadas para este año por la Junta Municipal de Protección Civil, el viernes se realizó una jornada de capacitación para la evacuación de personas discapacitadas, que tuvo como escenario la sala José Pedroni del Centro Cultural Municipal, en el cual participaron agentes municipales de distintas áreas, docentes, y personal de instituciones vinculadas a la educación especial, para no videntes y sordos e hipoacúsicos.
Bajo la coordinación de María de los Ángeles López y con la supervisión de la psicóloga cordobesa Giselle Heredia, especialista en el tema, la jornada comenzó con la exhibición de un video y continuó con la realización de un simulacro de evacuación con dificultades y cambio de roles.
“Generamos imposibilidades físicas a quienes ayudan habitualmente a las personas con discapacidades o primeros respondientes, para que ellos sean las `víctimas´ y se pongan en la piel del otro. No podían caminar, escuchar, ni expresarse libremente, y a su vez agregamos características de estrés, con mucho ruido, gritos y entorpecimiento. Además impedimos el paso normal por las escaleras y pasillos”, describió López sobre el simulacro. Tras una primera práctica, donde los participantes pudieron asentar en planillas la experiencia vivida, hubo una segunda parte donde se observaron roles más definidos. Así, los videntes debieron actuar con los ojos vendados, en un ámbito de oscuridad total y con música a gran volumen.
“El que no tenía un rol asignado, no hizo tampoco nada por ayudar a otro, y esto es una prueba que como ciudadanos nos falta crecer. En el caso de los no videntes, se sentían estorbados, y lo que buscamos es demostrar las incapacidades que tenemos para comunicarnos con el otro, tanto entre personas de un mismo grupo como con aquellos con capacidades diferentes”, remarcó la coordinadora.
Uno de los objetivos del proyecto es confeccionar una guía de evacuación para discapacitados, con su versión en Braille, tomando como base el trabajo de los primeros respondientes. Y en paralelo se trabajará internamente con una serie de instituciones, comenzando con el Centro de No Videntes y Amblíopes y la Escuela de Sordos e Hipoacúsicos, hasta llegar a fin de año operando sobre las discapacidades y problemas motrices más graves.
La paradoja de la situación es que “el miedo ayuda a actuar, pero el pánico paraliza”, o dicho en palabras de Giselle Heredia: “La psicología de la emergencia plantea que se aprende desde el actuar- haciendo, por eso hicimos dos veces este simulacro”. “Los chicos llevan el programa a las escuelas y de las escuelas al hogar. Hay un protocolo de la emergencia, y en el caso de los discapacitados lo haremos a partir de esta evacuación”, profundizó la psicóloga.
Participaron de este simulacro empleados municipales de Tránsito, Cultura, Salud, Deportes y Acción Social. Y como complemento, los bomberos ofrecieron nociones de primeros auxilios y RCP, bajo la atenta mirada del jefe del cuerpo activo, Daniel Romos. Fuente: Prensa MVT