El juez federal Marcelo Bailaque no reconoció que haya una irregularidad manifiesta en la detención del procesado por narcotráfico Carlos Ascaíni, cuando fue interceptado en abril de 2012 con un kilo de cocaína, por lo que mantuvo el criterio de la validez de ese procedimiento, que las defensas pedían fuera anulado.
Una consecuencia directa de la medida es que al no reconocer nada ilegítimo en ese accionar se sostienen las consecuencias legales de ese acto. De hecho es que con ese operativo el ahora ex fiscal de la causa Juan Patricio Murray había sostenido la conexión entre Ascaíni y quien en ese momento era el jefe de policía provincial, Hugo Tognoli. Esa valoración del fiscal fue aceptada por el anterior juez federal de la causa, Carlos Vera Barros, quien procesó a Tognoli y Ascaíni por comercialización de droga. Criterio que fue luego confirmado por la Cámara Federal de Apelaciones.
La discusión. Los abogados defensores de Ascaíni señalaron que el operativo del 8 de mayo de 2012, cuando fue detenido Ascaíni en un Audi, fue armado por el subcomisario Alejandro Druetta. Estos sostuvieron que las declaraciones de testigos como el ex ministro de Seguridad Leandro Corti dejan claro que Druetta recibió una orden política de apresar a Ascaíni y que las antenas de los teléfonos celulares utilizados por este subcomisario delatan que estaba en el lugar del procedimiento mucho tiempo antes de la detención. Por lo que no se habría tratado, como adujo Druetta, de un arrresto a raíz de un encuentro casual y fortuito en la zona de Chapuy, cerca de Villa Cañás, lo que justificaría la ausencia de investigación previa para llegar al sitio donde Ascaíni fue capturado.
Murray señaló en su momento que era crucial para develar si Druetta estaba o no en el lugar de la detención el alcance territorial que tienen las celdas de telefonía utilizadas. Esto es porque Druetta pudo no haber estado en el lugar exacto de la detención desde varias horas antes lo que refuta la idea de azar en ese procedimiento.
Al respecto Bailaque sostiene que más allá de que los testimonios sugieren que el subcomisario tenía orden de apresar a Ascaíni, eso por si solo no prueba que el operativo haya sido ilícito y que restan medidas de prueba para llegar a esa conclusión. Bailaque dice que para cuestionar la validez es necesario un vicio o irregularidad manifiesta que hasta ahora no surge y que no es la etapa instructoria el momento de objetar ese procedimiento policial.
“No se advierte la causal de nulidad que plantea la defensa”, indica Bailaque, para quien el operativo del subcomisario “luce realizado con los recaudos prescritos por las normas procesales vigentes”.
Revés para las defensas. La defensa de Tognoli también objetó el procedimiento policial por el cual Bailaque dio casi idéntica respuesta rechazando el planteo. Por lo que la situación de Tognoli, preso en la cárcel de Las Flores de Santa Fe, no mejora. Bailaque recuerda además que el pedido de la defensa de Tognoli de anular la detención de Ascaíni ya fue negado a principios de este año por la Cámara Federal de Apelaciones.
El acta firmada por Druetta señala que de la guantera del Audi de Ascaíni fue secuestrada una sustancia que arrojó un peso de 1,168 kilogramos de cocaína. El análisis del laboratorio bioquímico provincial determinó que esa sustancia era azúcar en más de un 96 por ciento.
Fuente: La Capital