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El director de la Banda Municipal Cayetano Silva, Ezequiel Fernández, junto a Fernando “Cosita” García, integrante de la Banda, explicaron sobre un proyecto social que surgió desde la Escuela Municipal de Música, y se trata de recorrer con la música otros ámbitos sociales, con el objetivo de realizar una política cultural de la Banda hacia la sociedad.
El proyecto nació porque la Banda Municipal siempre llegaba a un grupo reducido de público, “como en actos patrios o eventos especiales, y vimos la necesidad de expandirnos a otros lugares y compartir un grato momento con otras personas a las que le gusta la música y no pueden concurrir por diferentes motivos”, detalló Fernández.
Es esta primera instancia, el grupo apunta a visitar los geriátricos de la ciudad, una o dos veces por semana. “Por ahora estuvimos con el cuarteto de saxo en el Santa Ángela y el Hogar de Elena”, agregó.
Del mismo modo, resaltó que el objetivo es ir sumando lugares donde la gente no tiene acceso a escuchar la Banda, para que sienta la música más cerca, que es buena terapia. Y añadió: “Más adelante queremos en forma coordinada con la Subsecretaría de Desarrollo Social, sumar otras actividades sociales como armar un festival callejero y así recaudar fondos para las personas que lo necesiten”, ilustró.
Entre las historias con las que se encontraron la que más le llamó la atención es que había un abuelo que tenía Alzheimer, y no reconocía ni siquiera a su hijo que estaba a la par, “lo sorprendente es que cuando comenzamos a tocar, el señor comenzó a mover sus manos al aire como si tocara el piano, luego nos enteramos que fue un pianista de la Comuna de Carmen”.
Ezequiel remarcó que “es importante llevar música a geriátricos, escuelas y otros espacios, y que la gente se sume al grupo de trabajo. Una amiga, Cristina Rosolio, quien cuenta cuentos en los asilos, se enteró a través de las redes sociales de la tarea que venimos realizando, y enseguida nos contactó con Doris de Lellis para armar cuentos musicalizados”.
“La música no tiene fronteras y maneja un lenguaje universal que une las diferentes culturas, y Venado Tuerto es conocida por la música”, manifestó Fernández, y ejemplificó: “Hay una alumna de Alemania que está en Elortondo por un intercambio cultural, y las notas musicales son diferentes, manejan un cifrado americano y solfean de otra manera; le compartí la partitura del Himno Nacional Argentino y lo tocó sin ningún problema”.
Para la música no hay edad, ni sexo ni religión, acuden desde chicos a gente adulta.
Por su parte, Cosita García añadió: “No contamos con un cronograma anticipado de visitas, nos vamos organizando a medida que nos convoquen, y también la idea es ir sumando más instrumentos”.
Todos aquellos que se quieran participar se pueden acercar al Museo Cayetano Silva, Maipú 966, de lunes a viernes de 9 a 12 y de 15 a 19.
Por último, Ezequiel destacó que el objetivo de la creación de la Escuela de Música es nutrir a la Banda y brindar un espacio de integración sociocultural, que hace de la música un instrumento para la difusión, recreación y revalorización de la cultura y la identidad local. “Pensando a la cultura como un bien que debe ser accesible a todos, es por ello que multiplicamos los puntos de encuentro, capacitación y expresión, en los distintos barrios de la ciudad”.
“La idea es que los alumnos proyecten a la comunidad el proceso de aprendizaje, constituyéndose en una maravillosa manera de promover la inclusión social a través del arte”, finalizó el director de la Banda.