El grupo Seeds Energy Group, dedicado al desarrollo de proyectos de energía renovable, suscribió ayer, en el marco del programa RenovAr, un contrato de suministro de energía renovable con Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) que demandará la inversión de unos US$22 millones para plantas de biogás en Venado Tuerto y Pergamino.
Según la empresa, la Planta de Venado Tuerto requerirá una inversión de 10 millones de dólares y suministrará a la red una potencia nominal de 2 MW. Abastecerá a 3500 hogares. Recibirá y dará tratamiento a unas 20.000 toneladas de desechos orgánicos generados por empresas agroindustriales de la zona. Estará emplazada sobre la ruta 8 (frente a las instalaciones de Cargill), y se especula que generará 90 puestos de trabajo en el proceso de armado y luego más de 30 puestos estables para el funcionamiento.
La planta generará potencia eléctrica las 24 horas del día y tendrá un impacto positivo en las emisiones de CO2, equivalente a 1.450.000 litros de combustible. Estiman que estará concluida a fines de 2019.
En tanto, el proyecto de Pergamino demandará unos US$12 millones. Según la firma, tendrá una potencia eléctrica de 2.4 MW generados con el procesamiento de unas 50.000 toneladas por año de biomasa animal y vegetal. La energía generada abastecerá a más de 4000 hogares.
“Como inversores, vemos que existe una gran oportunidad para la Argentina en el camino iniciado en el proceso de diversificación y aprovechamiento de su matriz energética. Estamos dando un paso fundamental en la innovación, con vistas a mejorar la calidad de vida de la población a través de soluciones sustentables, al nivel de las que existen en el primer mundo”, dijo Andreas Keller Sarmiento, accionista mayoritario y socio inversor de Seeds Energy Group.
El diseño y construcción de la planta estará a cargo de la firma italiana BTS. En Europa hay más de 18.000 plantas de biogás de estas características. “El proceso por el que pasan los residuos se conoce como biodigestión o fermentación anaeróbica. Todos los desechos orgánicos, a través del trabajo de bacterias y enzimas se transforman en gas metano y este, a su vez, a través de motores de combustión es transformado en energía eléctrica”, señaló la compañía.
Fuente: V24/ La Nación