El trasplante de médula ósea que esperaba un nene de Firmat fue hecho con éxito en la Fundación Favaloro de Buenos Aires y evoluciona favorablemente. La intervención, que se hizo gracias a un donante alemán anónimo, abre las puertas para que Benicio —que el 5 agosto cumplirá dos años— pueda vencer la enfermedad que padece.
De no surgir imprevistos, en un par de semanas el pequeño dejará el centro sanitario para trasladarse con sus padres a un departamento en Capital Federal para seguir el tratamiento ambulatorio hasta que le den el alta y poder regresar a su hogar, en unos tres meses.
“Todo salió bien y cuando despertó lo primero que pidió fue teta”, contó a LaCapital el papá, Juan Carlos Cardozzo, de 33 años, para describir el buen estado de ánimo del nene. Y esa parece ser una de la característica principal que identifica al pequeño que a lo largo del proceso mostró su fortaleza para llegar al trasplante.
El mismo antes de ser trasplantando recurrió a la frase “mamoooo, maaamoooo”, la cual suele usar para significar la acción de “ir hacia adelante o cuando quiere que lo lleve por ahí”, explicó el papá apenas finalizada la práctica, que duró unos 50 minutos y que presenció.
“Estamos muy contentos y agradecidos con el equipo de profesionales médicos así como con las enfermeras y todo el personal que trabajo y atiende a Beni con dedicación y mucho amor”, dijo Cardozzo, y se mostró sorprendido por el apoyo que recibieron con su esposa Claudia desde Firmat.
“Es impresionante y placentero sentirse acompañado de tanta gente en especial de Firmat que hasta organizó cadenas de oración, lo cual fortalece aún más nuestra fe y vamos seguir rezando para pedir ahora que su nueva médula prenda y arranque una vida feliz”, dijo.
Juan Carlos aún tiene fresco el día que el médico Nicolás Fernández Escobar les comunicó a él y su mujer que habían hallado donante y cerró la buena noticia con un mensaje futbolero que a partir de allí a su hijo le esperaba “jugar la final de un mundial y confiamos que va a ganar y salir campeón”.
La frase la tiene la guardada en su interior y al ser consultado por este cronista sobre el resultado del trasplante dijo: “Terminó el primer tiempo del partido y ahora falta otro que seguro requerirá de cuidados y otras factores que esperamos permitan avanzar positivamente”.
La patología por el cual el menor requirió un trasplante de médula se la detectaron en agosto de 2016 y se denomina Síndrome de Wisckott Aldrich Protein, que se caracteriza por hacer disminuir el número de plaquetas, razón por la cual su vida dependía de transfusiones gracias a donantes de sangre.
Al descubrirse el problema de salud se puso en marcha una exitosa campaña: “Una médula para Benicio”. Tras ser identificados 10 potenciales donantes se seleccionó a dos personas compatibles, un norteamericano y un alemán.
El papá renovó el compromiso de acompañar a organizaciones como la ONG Sembrando Vida, que tuvo una activa participación en el caso de su hijo, para generar conciencia sobre la importancia de la donación de órganos y de sangre.
Fuente: La Capital/ Nota de Gustavo Orellano