Arte y espectáculosMúsicaLeo Genovese: “La curiosidad es mi universidad”

Juan Miserere02/02/2023
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Me deben haber confundido con algún Leo de Gran Hermano”, dice entre risas al hacerle notar que los grandes medios nacionales en los últimos días posaron su atención sobre su figura, con extensas entrevistas en Infobae y Clarín. Lo cierto es que la doble nominación a los Grammy parece haberle dado notoriedad a su nombre, despertando interés sobre este pianista argentino que lleva varios años en Nueva York y que desde ese lugar toca con todos por todo el mundo.

Leo Genovese (de él se trata) está cerrando en estos días una extensa temporada en el país, de más de dos meses, que lo encontró como siempre haciendo base en la casa familiar de Venado Tuerto, pero que también le permitió salir a la ruta para compartir escenarios con Mariano Otero y Sergio Verdinelli, con quienes integra el Trío Sin Tiempo. Esa formación se presentará el próximo sábado 11 de febrero en la plaza Italia, en un show de acceso libre y gratuito.

Para esa altura, ya se sabrá qué suerte corrió en la premiación de los Grammy, donde Leo está nominado por el disco que firmó junto a Wayne Shorter, Esperanza Spalding y Terri Line Carrington; y además por “Mejor solo improvisado” junto al legendario saxofonista. Pero avisa que no lo esperen este domingo en la alfombra roja en Los Ángeles: “No puedo ir porque tengo un asado en Santiago del Estero”, dice con una sonrisa, remarcando que “es un trueque válido, cambio el plástico por el barro”.

Más allá del premio, que podrá ganar o no, para el venadense radicado en Brooklyn aquel disco está asociado a una gran experiencia musical: “Era un homenaje a Wayne Shorter en el festival en Detroit, era el artista residente y cada noche tocaba con una formación distinta, y el que hicimos nosotros lo había grabado la National Public Radio (NPR) y había quedado archivado durante cinco años, hasta que se dio la chance de editarlo por un sello y que salga en vinilo y se lo postuló para el Grammy. Está bueno porque tal vez fue su última grabación en vivo, ensayamos muy fugazmente un día antes y después tocamos cosas totalmente diferentes”, recuerda.

Para Leo, haber firmado ese disco junto a esos músicos tiene un valor especial: “Wayne Shorter es un héroe de cabecera, mi compositor favorito; y además están Terri y Esperanza que son dos heroínas de la música, con letras mayúsculas. Yo estaba protegido por el poncho salteño de Güemes, que cuando me lo pongo siento una fuerza caudilla que me quita el miedo, asegura para recordar el particular atuendo elegido para actuar aquella noche en 2017.

Lleno de músicas

La llegada de Leo al país coincidió con el desarrollo del Mundial, pudiendo ver los tres últimos partidos en suelo argentino y sumarse a los festejos con mucha emoción. Es más, por allí anda dando vueltas una foto suya junto a Lionel Scaloni en Pujato. Tanto incidió el campeonato en su humor, que en varias respuestas a lo largo de la entrevista el músico elegirá analogías con la Selección y los partidos en tierras qataríes. “Fue una buena decisión haber sacado el pasaje en esa temporada, porque fue un hito inolvidable”, resalta.

Pero hay otra selección que también se entiende de memoria cuando entra a la cancha, la que integra con Otero y Verdinelli: “El trío se tornó un plantel estable en los últimos años porque hay buena onda y mucho entendimiento, mucha complicidad. Nos llevamos bien en el escenario, en el auto haciendo viajes largos y tomando mate, y eso se refleja en la música”, destaca.

Pero además Leo se entusiasma con otros proyectos propios a los que le viene dando forma. Uno de ellos es grabar con “los amigos de Rosario”, ese cuarteto histórico con Pipo Piantino, Mariano Sayago y Sebastián Mamet con el que quiere salir a tocar en algún momento, en algún próximo viaje al país. También hay un EP de reciente aparición junto a Jota Morelli y el contrabajista Matt Pavolka que puede tener continuidad y otra formación que lo tiene entusiasmado, de corte “milonguero rioplatense”.

Allí toca junto a Juan Chiavassa, el cellista Agustín Uriburu, el bandoneonista Rodolfo Zanetti (todos argentinos en Nueva York) y lo completa el saxofonista italiano Daniele Germani. “Quiero darle una cabida a esa música y esa banda, me resultó divertido escribir esa música con esa instrumentación, y me gustaría en algún momento venir a presentarlo en el país. Empezó como un estudio sobre esa música, puede ser que esté pasado por un tamiz personal donde se filtren elementos del jazz, pero tratando de encontrar el balance entre los elementos de las músicas que me gustan”, revela.

-¿Hay un público para esa música en Nueva York?

-Hay muchos amigos… con los que jugamos juntos al fútbol y viene todo el equipo a vernos, músicos amigos de otras bandas. Nos pasó que tocamos con esta formación, nos echaron del boliche y nos quedamos charlando dos horas más en la vereda, hasta que también nos echaron de la vereda. Tocamos en clubes chiquitos y los llenamos, y eso nos da la pauta de que tenemos potencial, pero no puedo ser muy objetivo después de lo que pasó en la vereda (risas).

Pasaporte genético

Leo Genovese resalta que le gusta estudiar la música de estas tierras, “no sólo porque es mi pasaporte de genética musical, sino que es el traductor de otras músicas que son ajenas, que tienen otras métricas y otros bailes, a las que no puedo acceder desde el intelecto, entonces las transformo en nuestra música ajustándolas un poco, injertando otra copa a las raíces folklóricas nuestras”, revela.

Y enseguida destaca que eso lo aprendí de Quintino Cinalli, que puso tiempo y dedicación cuando me apadrinó de chiquito, teniendo 16 o 17 años nos empezó a llamar a tocar con el Saya (Mariano Sayago) y nos dio esa escuela”.

Quizás por eso se anima ahora a meterse de lleno con géneros que tienen mucha tradición y la posibilidad de alguna mirada un poco más crítica de quienes abrazan los formatos clásicos. Pero el pianista tiene su propia fórmula: “El miedo puede ser un agente que impida cosas, pero también puede ser un aliado. Hay gente que cuando está el río revuelto no se mete por no saber qué hay en el fondo, es una buena medida de precaución. Pero a mí me gusta pensarlo como un aliado porque los compositores que me inspiran como el misionero Marcelo Toledo, el italiano Salvatore Sciarrino o John Cage son gente que tienen al miedo como aliado y no invierten nada de energía en asustarse, dicen lo que tienen que decir y escriben lo que escuchan sin preocuparse. Se tiran de cabeza porque ellos son el río revuelto, con todo el peligro que acarrea”.

Y enseguida apareció la metáfora futbolera: “Es como cuando Mbappe clavó el tercer gol, porque el Dibu no se asustó, ya sabía la que se venía. El resto nos asustamos, pero el Dibu no, porque hay una preparación psicológica y física, en nuestro caso con el instrumento, de ser uno con el material. Y lo remonto al disco en Detroit, porque Wayne Shorter nos decía que ‘la fe es no tenerle miedo a nada’”.

Aprender y aportar

A esta altura ya no sorprenden los universos musicales que conviven en torno a Leo Genovese, pero la lista se sigue agrandando, porque el año pasado el venadense grabó teclados para el nuevo disco de The Mars Volta, el proyecto rockero de su amigo Omar Rodríguez López. De Shorter a Orlando Vera Cruz, pasando por Residente y la música africana. En todos lados la puerta está abierta y Leo pasa: “Hay gente que es curiosa y siente picardía por seguir aprendiendo cosas. Y algo de eso me pasa. Siento que al meterme con algún sonido que en la previa no domino, voy a salir expandido. Quiero seguir aprendiendo porque la curiosidad es mi universidad. Del Festival del Pescador a Cosquín, Rock in Río o Jazz en Detroit, vamos a aprender”.

-Vas a aprender pero te dejan meter la cuchara y hacer tu aporte. Te tiran la camiseta para entrar a jugar.

-Sí, exacto. Pero esa confianza viene porque se cultiva, sé que si alguien me llama y es alguien que quiero y admiro, voy a traer lo mejor de mí en términos de música y predisposición. Se crece en comunidad y cada banda es como una familia de ruta, de convivir dos meses en una gira, con días y noches largos.

-Entra por lo musical pero trasciende a lo humano.

-Sí, es Messi y Di María ese entendimiento, esa simbiosis que tiene que estar. Porque te podés tocar todo y ser un forrazo, o ser un osito de peluche y no aprenderte la música. Hay un balance que tiene que estar para que Scaloni no se olvide de vos.

Leo y su hermano Pancho, con el campeón mundial Scaloni.

PRESENTACIÓN EN VENADO

El próximo sábado 11 de febrero a partir de las 21.30 el Trío Sin Tiempo se presenta en la plaza Italia (Chapuis y Piacenza), en un evento de acceso libre y gratuito auspiciado por la Municipalidad de Venado Tuerto, con producción de Andrés Ibargüen.

Foto: Laura Tenenbaum

Me pone feliz compartir ese momento con Mariano y Sergio que son dos grandes referentes de la música, que vengan para Venado y dejen su impronta sonora”, destaca Genovese, para quien siempre es especial tocar en su ciudad y “encontrarse con la gente hermosa de Venado, familia, amigos de la escuela, de la calle, el club, la vida y el boliche. Es gente que piensa que estoy re loco, y es una forma de sacudirles las telarañas de las cabezas, y para nosotros es patear el avispero y seguir rumbo”, asegura.

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