“No se trata de ningún cambio climático, para hablar de eso tenemos que afirmar que haya cambiado alguno de los patrones (humedad, temperatura, lluvia) por un período de por lo menos 30 años y eso no ha ocurrido”, sostuvo el especialista local Ricardo Martín consultado sobre el especial febrero que se está desarrollando en la región y en todo el país.
Es que el corriente se está caracterizando por las abundantes y continuas precipitaciones que empiezan a preocupar principalmente en el sector agropecuario. En tanto hoy el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anuncia que en Venado Tuerto y la región podríamos tener un descanso por lo menos hasta el viernes
A esta situación hay que sumarle un enero con calores extremos, lo que hace que distintos especialistas se refieran a un cambio climático. De hecho el ingeniero Eduardo Sierra, uno de los profesionales con mayor reconocimiento en agro climatología, sustenta dicha teoría.
Lo cierto es que el domingo 2 de febrero, llovieron 67 milímetros, registrándose así la mayor precipitación en lo que va del año en 24 horas. Pero si se suman las lluvias del día anterior y algunos siguientes, se obtiene un número que ronda los 200 milímetros.
Habitualmente suelen darse estos chaparrones de mucho milimetraje en años llovedores, pero los especialistas aseguran que no es normal que se den durante varios días seguidos. Ahora bien, las lluvias diarias en cantidad siempre han existido y supieron ser aún mucho mayores que la antes mencionada.
La estadística dice que la lluvia más abundante de los últimos años caída en 24 horas se dio en 1979, cuando se midieron 114 milímetros. Podemos mencionar también el año 1974, cuando justamente cayeron 74 milímetros en tan sólo un día. Sin ir más lejos, en el año 2006 llovieron 73 milímetros en una jornada y en 2012 se registraron 69 en la misma cantidad de tiempo.
“Los valores serán siempre muchos y muy dispersos, en el tema lluvia nadie tiene la verdad absoluta, además con diferencia de pocas cuadras puede haber diversidad de milimetrajes, y más aún cuando se trata ya de kilómetros de distancia, normalmente lo que se toma es el registro de un mismo lugar para hacer las comparaciones” explicó Ricardo Martín.
Y seguidamente explicó que lo ocurrido en los primeros días de febrero, fue que el patrón de temperaturas descendió unos cuantos grados. Hasta el día 18 de enero se obtuvieron temperaturas realmente muy elevadas, pero desde el día 19 de aquel mes en adelante la temperatura comenzó a descender y al ir enfriándose el aire, la gran cantidad de humedad que tenía la atmósfera en ese momento va empezando a producir lluvia con más facilidad.
A ello se le puede agregar la entrada de humedad proveniente del norte que se prolongó durante fines de enero y principios de febrero, más algunas entradas de aire un poco más fresco, lo que produjo la elevación del aire necesaria para que se produjeran las precipitaciones.
Ahora bien, los fenómenos que se vienen dando últimamente son locales, por lo que se obtiene mucha disparidad en las lluvias que caen en diferentes lugares. “Para que se produzca una tormenta, fundamentalmente, tiene que haber una cantidad suficiente de humedad y corrientes ascendentes lo suficientemente fuertes como para hacer ascender esa cantidad de aire húmedo hasta el punto de condensación” comentó Martín.
Para completar, agregó que “pueden ser fenómenos generales, que se producen lluvias en una parte geográfica muy grande y en muchos lugares muy similar, o fenómenos locales como la tormenta del 2 de diciembre en Venado Tuerto, que pasó mucho más fuerte por una parte de la ciudad que por otra. Son fenómenos que se producen siempre, no es que se están dando en la actualidad por alguna razón en particular, es algo normal”.
Martín está convencido de que a “los fenómenos generales ya los vamos a volver a tener en algún momento, cuando venga un avance de aire más frío. Se van a dar lluvias generales y parejas, pero mientras tanto tendremos estas lluvias locales”.
Expresó además que existen tres formas de formación de tormentas y por consiguiente de lluvias. La primera es la lluvia general, producida por el frente frío; segundo la “lluvia de calor”, que se da en un día con temperaturas muy elevadas y humedad normal, donde aparecen las primeras nubes después del mediodía, a la tardecita cae algún chaparrón y luego a la noche vuelve a despejarse; mientras que el tercer fenómeno serían las tormentas como las que hemos tenido últimamente que son locales, producidas por una cantidad muy elevada de humedad.
Volviendo a la estadística, recordó: “podemos decir que de 1990 a 1995 en febrero tenemos un promedio de 60 milímetros, del 95 al 2000 la media aumentó a 140 milímetros en dicho mes, del año 2000 al 2005 fueron menos de 50 milímetros en promedio caídos en el segundo mes del año, y del 2005 al 2010 cayeron 200 mm en febrero, siempre hablando de promedios claro está. Siempre fueron períodos muy cambiantes y dispares, pero no podemos hablar de un cambio climático” sintetizó Martín.
Fuente: Conexión Rural / V 24