Un matrimonio venadense se encuentra embarcado en el crucero Costa Pacífica, con un panorama de total incertidumbre debido a la pandemia de coronavirus que les impidió desembarcar en España y en Italia. En principio, mañana estarán arribando a Marsella y desde el viernes comenzarían a descender a tierra, pero desconocen las medidas sanitarias que se tomarán para no exponerlos a un posible contagio. Tampoco tienen precisiones sobre la fecha de regreso a la Argentina.
La mencionada embarcación, que pertenece a la empresa Costa, tiene capacidad para unos 3.700 pasajeros (entre los que hay más de 1.500 argentinos) y 1.100 tripulantes. Zarparon el pasado 3 de marzo desde Buenos Aires (cuando la situación epidemiológica era muy diferente a la actual) y debían hacer escalas en Tenerife y Barcelona, pero España cerró los puertos. Luego era intención dirigirse hacia Génova, en el norte de Italia, pero los propios pasajeros se negaron por la fuerte presencia del Covid-19 en aquella región.
Tras navegar sin destino cierto durante varios días, finalmente arribarán mañana a la Costa Azul francesa, pero el viaje hace rato que se alejó del sueño que representaba al momento de programarlo. Hoy la única preocupación es regresar sanos y rápido al país.
Entre los pasajeros del Costa Pacífica se encuentran Luis Borello y Marta Bondone, quienes tomaron contacto con Venado24 y compartieron las sensaciones que atraviesan por estas horas, donde reciben pocas respuestas y llevan unos cuantos días sin tocar tierra, algo que por otra parte mantiene al crucero libre de coronavirus.
“Estamos bien, nos mantenemos en contacto con nuestras familias”, resaltó Marta como primer dato, a pesar que el servicio de wi-fi en el crucero suele fallar durante varias horas del día.
“En este momento debo decir que la atención en el Costa en materia de servicios es buena, pero nos está faltando que tengan la delicadeza de brindarnos información, más aún teniendo en cuenta que en este crucero la mayoría somos personas mayores, con algunos discapacitados y en situación de riesgo, y no tienen la delicadeza de decirnos cómo vamos yendo”, lamentó la venadense.
Indignados
Dentro de la embarcación, los pasajeros se organizaron para reclamar respuestas a las autoridades, pero éstas llegan a cuentagotas: “Hay un grupo de gente macanuda, abogados, médicos, excapitanes de otros barcos, que nos están reuniendo y se están movilizando. Pero no hay forma de que nos informen de manera directa las autoridades del barco”, protestó.
La información que recibieron hoy es que mañana llegarán al puerto de Marsella, pero el aeropuerto de esa ciudad no tiene vuelos hacia el continente americano. “Ahí la situación de contaminación de coronavirus es importante, está todo cerrado. Por eso no sabemos cómo va a ser nuestro descenso del buque, ni a qué aeropuerto nos van a llevar”, expuso Marta.
En principio, al ser tantos los pasajeros, se supone que se establecerá un orden de prioridades, pero “no tenemos información precisa y eso nos indigna. No pretendemos que el capitán nos venga a hablar, pero sí un representante que nos comunique paso a paso lo que va ocurriendo”, agregó.
Cuidarse la salud
El último dato que recibieron es que se podrá desembarcar recién a partir del día 20 y de manera gradual. “Es la única información que nos brindaron, la realidad es que estamos todos sanos en el barco, por eso estamos pidiendo seguridad sanitaria, y no sabemos qué va a pasar porque está todo colapsado, con mucha contaminación y pocos recursos en toda Europa, están como si fuera un estado de guerra”, relató la venadense.
Al haber mayoría de argentinos, uno de los planteos fue que el crucero regrese a nuestro país, pero les explicaron que “hay personas de muchas nacionalidades aquí arriba y no es fácil coordinarlo”. Mientras tanto, Luis y Marta pasan el día a día de la mejor manera posible, “con la incertidumbre de saber qué nos va a esperar cuando lleguemos a Marsella, nosotros queremos que estén las condiciones sanitarias como corresponde”, concluyó.