Con la presencia de vecinos y tras un largo debate en el Concejo, se definió la clausura de la obra donde se está instalando una estructura para antenas de celulares en el barrio San Martín. Tal como ocurrió hace unos meses en el barrio Güemes, se generó un fuerte repudio y movilización de los vecinos ante la instalación de una estructura monoposte de gran altura, y en este caso están dadas las condiciones para la clausura dado que –según expusieron los ediles y representantes del Ejecutivo- no se completaron los permisos de obra.
Alrededor de una docena de representantes del barrio llegaron hasta el Concejo (encabezados por el presidente vecinal Oreste Tisera) en busca de una respuesta ante la instalación de una estructura de antena en calle Chile 629.
Estuvo presente el secretario de Infraestructura, Alberto Armas, quien contó todos los detalles del procedimiento administrativo que realizó la empresa interesada en el montaje de la antena.
Los trámites fueron iniciados el año pasado, cuando se le alcanzó a dar la factibilidad de obra, dado que la estructura y la ubicación se ajustan a la ordenanza vigente. La empresa retomó el expediente este año y fue completando distintos permisos sobre el impacto ambiental.
El 29 de julio el Concejo pidió la suspensión de todas las autorizaciones para instalar antenas, con el objetivo de revisar la ordenanza vigente ante el conflicto que ya se había generado en barrio Güemes. Según contó Armas, la empresa presentó con posterioridad el estudio de impacto ambiental, pero desde el Municipio le pusieron un freno.
De todos modos, la empresa siguió adelante, presentó un reclamo administrativo intimando por mal desempeño a los funcionarios públicos porque entendían que previamente se les habían otorgado autorizaciones y que la antena está ajustada a derecho.
La obra se inició el sábado y generó un fuerte rechazo en el barrio, con movilizaciones y algunos conflictos que casi pasan a mayores. “Fuimos celosos del cumplimiento de la reglamentación”, aseguró Armas ante los ediles y los vecinos, reconociendo que existe “la presión de la empresa y de quienes habitan el barrio. El Municipio tiene facultades para intervenir ante la obra civil, pero con respecto a las radiaciones de los equipos que se instalen, los reclamos deben hacerse ante el Enacom”, que es el organismo nacional que regula la cuestión.
Más allá de algún cruce con los concejales Pablo Rada y Darío Jeannot sobre la responsabilidad del gobierno local en el avance de la instalación, el funcionario municipal aseguró que el lunes se realizó una inspección en la obra y se ordenó la paralización, situación que se repitió un día después. Según se informó, hoy ingresó al Municipio el descargo de la empresa y ahora se espera la definición del Juzgado de Faltas. Los ediles resolvieron pedir formalmente la clausura de la obra.
Cabe señalar que los vecinos advirtieron que ahora se paralizaron los trabajos porque está concluida la instalación del monoposte, y temen que en los próximos días se avance con las otras instancias como el cableado y la colocación de los equipos. Por eso insistían con la faja de clausura.
¿Por vía judicial?
Más allá del compromiso asumido ante los vecinos y la inminente clausura de la obra, la cuestión podría terminar en la Justicia, dado que la empresa cumplimentó los pasos para la instalación de la antena bajo la legislación vigente, aunque no tendría el permiso de obra.
La intención del Municipio es alcanzar algún tipo de acercamiento con los responsables, pero también es necesario establecer lineamientos claros en la ciudad ante el constante avance tecnológico en torno a las comunicaciones, que demanda antenas para el correcto funcionamiento, y los planteos de los vecinos que no quieren estructuras de gran altura en el medio de los barrios, sumado a la desconfianza que generan las radiaciones.