Esta semana se clausuraron dos supermercados (uno minorista y otro mayorista) a partir de las inspecciones realizadas por la Secretaría de Control Urbano, desde la Dirección de Seguridad Alimentaria, donde se detectaron diversas irregularidades que motivaron las clausuras por el Tribunal de Faltas. Uno de los locales, ubicado en Colón al 400, se encontraba habilitado pero se detectaron alimentos con fecha de vencimiento borrada o adulterada, de manera que se dio intervención al Ministerio Público de la Acusación, dado que puede constituir un delito. El otro comercio, situado en Belgrano al 2000, carecía de habilitación y se detectaron otras irregularidades.
“Hubo buena predisposición de los titulares de los dos locales para poder llevar adelante el procedimiento de decomiso y desnaturalización de la mercadería que se encontró y no estaba apta para el consumo”, informó el juez de faltas Stéfano Quaglia. También aclaró que se fijaron audiencias para que los responsables ejerzan su derecho a la defensa y den las explicaciones pertinentes para luego avanzar en el trámite y fijar la sanción correspondiente, de acuerdo al Código de Seguridad Alimentaria de nuestra ciudad, que es una ordenanza que se sancionó en 2022, tipificando estas irregularidades.
Juez de Faltas, Stéfano Quaglia.
“En uno de los casos se detectaron presuntos borrados y adulteraciones de fechas de vencimiento, de manera que se dio intervención al Ministerio Público de la Acusación para que el fiscal en turno realice la investigación pertinente”, comunicó Quaglia en diálogo con VerTV. Cabe señalar que esto ya ocurrió en otros casos similares donde la Justicia avanzó con la imputación penal de los propietarios de un local de cotillón y contra un mayorista lácteo, en este último caso con algunas evidencias fuertes sobre las adulteraciones. Esos procesos siguen su curso legal.
Este local mayorista ubicado en calle Colón fue inspeccionado a raíz de una denuncia sobre chocolates en mal estado, pero una vez que se presentan los inspectores “no sólo se procede a realizar la constatación de esa irregularidad, sino un relevamiento completo del establecimiento para constatar que cumpla con las normativas en la comercialización de productos alimenticios, además de la habilitación municipal”, indicó el juez.
Hasta que se conozca la sanción definitiva, hay una “clausura que es preventiva, pero al mismo tiempo es una sanción severa porque se le impide al comercio funcionar con normalidad”. Además aclaró que “el Código establece que en caso de encontrarse alimentos adulterados o falsificados es un motivo para clausurar el local hasta tanto se investigue cada producto que no exista otra presunta adulteración, para que no caiga en la mesa de ningún venadense”.
En cambio, el supermercado chino de calle Belgrano “tenía la habilitación vencida y se encontraba en proceso de renovación y en el marco del control para poder habilitarlo se encontró una gran cantidad de alimentos vencidos, falta de higiene y presencia de plagas. Todo eso llevó a la clausura hasta que tenga la habilitación municipal”, completó Quaglia.