“La situación del sistema de salud es complicada, hay problemas para acceder a insumos, cada vez más afiliados que van dejando su prepaga, aumento de costos y demoras en el pago de las prestaciones por parte de las obras sociales. No se ve una salida rápida”. La descripción corresponde al médico venadense Adrián Procaccini, integrante de la Federación Argentina de Cardiología y titular del Instituto Cardiovascular de Venado Tuerto, poniendo en evidencia las dificultades de un sistema que se resquebraja a instancias de una economía inestable y el proceso inflacionario que atenta contra el sostenimiento de la actividad médica. Y detrás de todo esto, los pacientes y sus urgencias.
“Todo aumentó al precio dólar, de 600 a 1.000 y de ahí a 1.200, pero cuando el dólar bajó el insumo siguió subiendo. No se entiende esta situación”, señaló en una entrevista brindada a VerTV. A modo de ejemplo, contó que “una bolsita de mil electrodos, que los cardiólogos usamos todo el tiempo, el año pasado costaba 70 mil pesos y ahora está a 250 mil pesos. Cuesta 500 pesos un electrodo y se usan diez para una ergometría, pero ante las obras sociales estamos cobrando ahora las que hicimos en diciembre al precio de hace cinco meses. Siempre estamos atrás de la zanahoria. No logramos que nos paguen lo que estamos gastando para hacer un estudio”.
Mientras tanto, el paciente “está pagando muchísimo por una prepaga porque se incrementaron las cuotas, pero las prestaciones no lo hicieron en la misma proporción y siempre estamos tres o cuatro meses atrás”, agregó Procaccini.
A esto se suma la cantidad de familias que se bajan de las prepagas porque no puede seguir pagando, lo que sobrecarga al sector público, que tiene mayor demanda con los mismos insumos y personal de siempre.
Las respuestas
El cardiólogo, que también atiende en el sector público, contó que “si tengo un paciente en el Hospital con dolor de pecho, no lo puedo mandar a un sanatorio para hacerse un cateterismo, sino que debemos derivarlo a Rosario, que también está sobrecargado. Hoy te dan un turno para dentro de 15 días, pero al paciente le duele hoy el pecho”.
Adrián Procaccini, reconocido cardiólogo de la ciudad.
A esto se suma la dificultad con los stents, una práctica que muchas veces se requiere con carácter de urgencia y hoy tienen “precio dólar y además no se consiguen”. Por todo esto, “hoy te sentás con un paciente y tenés que explicarle su situación de salud y después hablar de la cuestión económica y el tiempo para las respuestas”.
Si bien Procaccini aseguró que “hoy nadie se queda sin atención porque se pone mucho de lo humano”, también admitió que “hay patologías en las que se puede esperar y otras que requieren una atención inmediata. Hay que pedir un stent y la pregunta es quién se hace cargo”.
Más stress, menos salud
Como si estos problemas no fueran suficientes, el cardiólogo aseguró que “lo que se está viviendo en lo económico hace que el paciente que antes no lo era, hoy sea hipertenso, que le duela el pecho o que fume más. En la prevención cardiovascular tratamos de que lo económico no repercuta en el paciente, pero no te podés meter en la casa y cuando hay un problema económico siempre perjudica la salud”, lo que acrecienta la demanda de atención.