La crisis a nivel nacional que atraviesa la empresa Garbarino tiene su rebote en Venado Tuerto, donde el local de calle Belgrano permanece abierto con tres empleados que quedaron (la firma llegó a tener 12 trabajadores en la ciudad) a la espera de cobrar la deuda de salarios, aguinaldo y aportes. En el medio, la empresa dedicada a la venta de electrodomésticos viene cerrando sucursales en todo el país, con algunas de ellas tomadas por sus empleados para proteger la mercadería que queda en su interior.
“Hace más de un año que estamos reclamando la falta de aportes patronales, estamos con la obra social cortada. La crisis se agudizó en abril con la suspensión de personal en todo el país. Al sufrir una merma en su actividad Garbarino tomó esta decisión amparada en la ley, abonando el 76 por ciento de los salarios. En Venado Tuerto yo fui una de las suspendidas, pero más allá de eso, el sueldo de marzo lo terminé de cobrar el 31 de mayo”, relató Natalia Amorin, una de las trabajadoras de la empresa en la ciudad, al canal VerTV.
El personal venía hasta el mes de marzo cobrando el sueldo en cuotas pero lo cancelaban dentro del mes. Allí se acentuaron los atrasos y ahora además les adeudan parte del bono de fin de año (lo iban a abonar en tres cuotas de 3 mil pesos y sólo pagaron la primera), parte del sueldo de abril y de mayo, mes en el que sólo cobraron 22 mil pesos que depositó el Estado por el programa Repro. Ahora ya está vencido el aguinaldo y tendrían que cobrar en estas horas el sueldo de junio.
“La sucursal de Venado Tuerto estuvo cerrada solamente durante medio día la semana pasada, el gerente decidió abrir de lunes a viernes, porque los fines de semana ya venimos cerrados desde el 1° de junio por las restricciones por la pandemia. Esta semana vamos a estar abiertos en horario normal, hay sucursales que están tomadas con personal ocupándolas tiempo completo para evitar el vaciamiento. En nuestro caso la idea es tener una sucursal operativa para dar respuesta a los clientes”, indicó Amorin.
La situación actual
Garbarino tenía dos locales en Venado Tuerto, uno funcionaba dentro de La Anónima y cerró el año pasado en plena pandemia. En total llegó a contar con 12 empleados, pero muchos se fueron buscando otros empleos y renunciando ante la inestabilidad. En el local de calle Belgrano había cinco trabajadores y en los últimos días quedaron tres.
“Nosotros podemos vender lo que tenemos físicamente en el local, pero la página web está caída y no se pueden hacer compras remotas, no se pueden trasladar reclamos ni dar servicio técnico. Sí podemos hacer cobranzas a quienes tengan que pagar cuotas”, amplió.
Los empleados también reciben múltiples reclamos de personas que hicieron compras y nunca recibió la mercadería, algunos entendiendo que los que atienden son víctimas y otros haciéndolos pasar un mal momento. De hecho, hace un mes que no se recibe mercadería para los clientes que compraron y tenían que retirar en el local.
Por otro lado, Amorin expuso que los trabajadores se sienten muy solos en su reclamo porque “en Venado Tuerto no hemos tenido nunca el apoyo del Sindicato de Empleados de Comercio, que no se interiorizó por nuestra situación, yo llevé las actas y nunca me respondieron nada. Así todo se hace más difícil”.
La empresa está en venta, pero a nivel nacional la información que trascendió da cuenta de la caída de la principal opción que existía.