CiudadPolítica y sociedadProponen que la plazoleta 26 de Abril pase a llamarse “Clemente Arona”

Juan Miserere03/10/2019
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A partir de una iniciativa del edil Fabián Vernetti, el Concejo Municipal propone que la actual plazoleta “26 de Abril” pase a llamar “Clemente Arona” al cumplirse 20 años de la muerte del joven tras ser arrollado por un móvil policial luego de una injustificada persecución. La propuesta será analizada por la Comisión de Nomenclatura, y en caso de tener dictamen favorable, podría aprobarse la próxima semana.

Días atrás el Legislativo aprobó la ordenanza que autoriza que se erija un recordatorio artístico en memoria de Clemente en la esquina de Mitre y Casey, recordando que fue víctima de fuerzas policiales provinciales y de una Justicia que garantizó con su accionar la impunidad de los acusados. La obra estará a cargo del artista plástico Mauro Calderone.

El pedido inicial al Concejo Municipal de vecinos de nuestra ciudad y familiares de Clemente Arona era la posibilidad de nombrar un espacio público con su nombre, para que el recuerdo de su crimen impune por parte del Estado esté siempre presente en la sociedad venadense, y de ese modo, rememore no solo su caso particular, sino el de todos los ciudadanos que fueron también víctimas de la falta de Justicia”, fundamentó Vernetti.

Se propuso la plazoleta porque ya se han realizado en ese espacio distintos murales en su memoria y que la fecha de la fundación de Venado Tuerto ya está recordada con una calle en el barrio Rivadavia.

La historia

El 8 de septiembre de 1999, Clemente Arona regresaba a su casa en una motocicleta Honda 250 cc. Tenía apenas 22 años cuando un Chevrolet Monza del Comando Radioeléctrico, al mando de Roberto José Mandelli y con otros dos policías en su interior, persiguió a la víctima por una supuesta infracción de tránsito.

Los argumentos oficiales fueron que había desoído una alerta policial y que estaba en franca actitud de rebeldía. Sin embargo, la investigación judicial determinó que el joven fue embestido en forma harto sospechosa, dado que las pericias oficiales determinaron que Mandelli, tras una persecución de varias cuadras, a la altura de Chacabuco y ruta 8, y a una velocidad de 120 km por hora, embistió desde atrás a la moto en que se desplazaba Clemente, arrastrándola a lo largo de casi 100 metros. Las pericias también demostraron que el conductor no habría realizado ninguna maniobra para evitar la colisión.

Producto de las lesiones sufridas, falleció días después en el Hospital de Emergencias de Rosario. El 29 de septiembre se cumplieron veinte años de su muerte.

Una semana antes de la embestida fatal, los familiares del joven asesinado habían denunciado una amenaza realizada por la propia policía. Las dilataciones inexplicables y distintas controversias de la Justicia fueron elocuentemente explicitadas en 2011 por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre: “El juez en lo Penal Correccional y la Fiscalía actuante consideraban el hecho incluido dentro del tipo penal de Homicidio Simple por lo que correspondía asignar competencia al Juez en lo penal de Instrucción de Venado Tuerto, y ante la negativa de este último la cuestión fue resuelta por la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Venado Tuerto asignando competencia a la Justicia Correccional”.

Durante años, los distintos tribunales fueron debatiendo su competencia sobre el caso, hasta que se llegó a una sentencia, dictada por el Juez de Menores de Venado Tuerto, Javier Prado, que resultó apelada por haberse basado en falsos testimonios (uno brindado por un “civil” que se presentó “espontáneamente” y los otros dos de parte de los agentes Correa y Gómez, quienes acompañaban a Mandelli), cuya investigación estuvo a cargo del Juzgado en lo Penal de Instrucción de Venado Tuerto, habiéndose ordenado instruir el sumario ‘Mobilia, Dardo y otros S/ falso testimonio y encubrimiento’ (Expte. Nº 950/00), siendo estos tres imputados procesados y condenados por el Juzgado de Sentencia de la ciudad de Melincué”.

En consecuencia, el caso fue derivado a la ciudad de Rosario y finalmente, el 11 de diciembre de 2006, la Sala I de la Cámara de Apelación Penal de la ciudad de Rosario dictó sobreseimiento por “prescripción de la acción penal” en favor del agente de la Policía, Roberto José Mandelli, acusado de perseguir, atropellar y dar muerte a Clemente.

El fallo no habla de la inocencia de Mandelli. El policía quedó en libertad porque así lo determinan los tiempos procesales de la Justicia santafesina, modelada en las décadas del 80 y 90 a imagen y semejanza del mismo Estado que asesinó a Clemente Arona. La causa incluyó tres debates para determinar juez competente, dilaciones y retardos que consumieron cuatro años, la exhumación del cuerpo del joven, y hasta causas paralelas por falso testimonio”, repasó el concejal Vernetti.

La madre de Clemente, Ana Braghieri, acompañada por el abogado Norberto Olivares y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre hicieron público el repudio al final que la Justicia le encontró al caso, considerado uno de los más emblemáticos entre los hechos de violencia policial ocurridos en la última década en la provincia: “Fue un proceso viciado por la recurrente manipulación y falsedad a la que echa manos la justicia provincial, que conduce al dictado de sentencias inmorales y arbitrarias”.

La lucha

Con sus tradicionales marchas de cada viernes, Ana Braghieri se encargó de mantener viva la memoria de Clemente Arona, siendo en primer término un reclamo de Justicia que el tiempo convirtió en la denuncia de la impunidad. Aún hoy, cada 17 de agosto Ana lleva la foto de su hijo a los actos oficiales de la provincia en nuestra ciudad. “Mis esperanzas se han visto satisfechas en el aspecto del reconocimiento a esta lucha, que tiene este fruto de que nadie dude hoy de que la muerte de Clemente Arona fue un asesinato. Nadie pone en duda siquiera el accionar judicial: todos saben que el accionar judicial fue escabrosamente impúdico. Y eso fue posible porque el caso de Clemente, nosotros lo trasladamos a la lucha popular, en forma paralela a la lucha judicial. Ahora la lucha judicial terminó, porque la causa ha prescripto, pero la lucha popular sigue. En este momento nadie, ningún periodista de ningún medio se refiere al caso como accidente. Es un asesinato”.

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