El director de la Región VII de Educación, Sebastián Roma, brindó detalles sobre el alcance de la medida que suspende el dictado de clases hasta el 31 de marzo, aclarando que no se trata de vacaciones, sino que los alumnos tendrán actividades para desarrollar en sus casas y que las escuelas permanecerán abiertas, incluido el servicio de los comedores.
“El cese se produjo en una parte de la actividad de las escuelas, que son las aulas, pero que los chicos no asistan no quiere decir que estén cerradas las escuelas. Es una medida preventiva para reducir la circulación de chicos en las escuelas y los institutos de formación, por eso los docentes y asistentes escolares permanecen planificando la manera de generar actividades y material para enviarles a los chicos que están en su casa”, resaltó el funcionario provincial.
En tal sentido, puso el acento en que los comedores escolares “permanecen abiertos porque es una actividad importante y la baja de defensas genera mayor vulnerabilidad, por lo tanto es importante que los chicos tengan garantizada la alimentación”.
En tanto, la coordinadora pedagógica, Marcela Cinalli, reconoció que “esta medida se estaba esperando, especialmente los docentes que estaban preocupados por la cantidad de niños que podían llegar a la escuela con algún problema de salud”.
Una vez conocida la decisión a nivel nacional y provincial, “nosotros seguimos ese lineamiento, por eso queremos decirles a los docentes que también estamos cuidando de ellos, no somos en general una población de riesgo y podemos asistir a nuestro lugar de trabajo, que intenten mantener distancia entre ellos, que se ventilen los espacios, y si alguno tiene un problema de salud y el médico le aconseja no estar en ese lugar, deberán enviar las planillas y será contemplado”, agregó Cinalli.
Responsabilidad
Por otro lado, Sebastián Roma entiende que las medidas que se tomaron son las adecuadas para este momento, pero que es muy difícil hacer previsiones a futuro: “Hay preguntas que se irán respondiendo con el paso del año, nosotros entre jueves y viernes no preveíamos la suspensión de clases y en un par de días la situación cambió. Las respuestas van llegando de a poco. Son situaciones que se deben analizar con responsabilidad y no tomarlas a la ligera. Hoy no sabemos si se van a compensar los días de clases perdidos, por lo pronto tenemos esta medida hasta el 31 y se verá la evolución de la epidemia, para ver si dan resultado en la disminución del contagio”.
Por último, Cinalli pidió que los padres tomen conciencia y entiendan que “no son vacaciones, los nenes no deben estar en el pelotero ni en la plaza, sino en sus casas. Durante este tiempo tendrán que hacer tareas obligatorias para que cada familia sepa qué hacer en estos días en las casas. Tenemos que cumplir con esta normativa para poder volver en abril a las escuelas”.