En la mañana de hoy en la sede de los Tribunales de Venado Tuerto se desarrolló la primera y prolongada jornada de alegatos del juicio oral y público por la megacausa inmobiliaria que tiene como acusados a el abogado Antonio Di Benedetto (sindicado como la cabeza de la banda), el gestor rosarino, Raúl Jaime (participó vía zoom) y el comerciante venadense, Marcelo J. Sava. La audiencia estuvo a cargo de un triunvirato de jueces: Leandro Martín, Eduardo Bianchini y Aldo Baravalle. El fiscal acusador, Matías Merlo.
De esta manera, Merlo llevó a cabo la apertura de la jornada describiendo los distintos casos de estafas que realizó la banda conformada por 15 personas y encabezada por Di Benedetto. En ese sentido, prometió que durante el juicio comprobará como “funcionaba está asociación ilícita con una estructura perfectamente aceitada que tenía como principal objetivo: apoderarse de bienes inmuebles, urbanos y rurales”.
Por su parte, el defensor del abogado venadense, Ángelo Rossini, manifestó que la causa es “un relato”, al que atribuyó una fuerte participación de la política y de los medios de comunicación, y remarcó que no existen pruebas contundentes para condenar a su defendido. También discutió la figura de la asociación ilícita y pidió la nulidad de la validez de testimonios de los “arrepentidos” y de las escuchas telefónicas. “La fiscalía no podrá demostrar cual fue la participación de Di Benedetto en los distintos hechos, solamente realizó un relato donde lo quiere hacer aparecer como una especie de titiritero. Es un relato, una sombra, quizás una sospecha, pero nunca una certeza“, aseveró
En tanto, la defensa de Jaime a cargo de Silvia Couselo (Servicio Público Provincial de la Defensa Penal), rebatió las calificaciones legales (principalmente puso en duda la figura de la Asociación ilícita) y los montos de penas solicitados por la fiscalía.
Fernando Baiguera, calificó a su defendido, Marcelo Sava, como una persona trabajadora e inocente y, recordó que a Di Benedetto lo ligó solo una relación profesional. “Marcelo nunca se enteró que sus datos personales y los de su padre se usaron para boletos de compraventa”, aclaró.
Avaricia delictiva
Así, Merlo comenzó su alegato subrayando: “Vamos a juzgar a integrantes de una asociación ilícita perfectamente montada, donde la avaricia delictiva no tenía límites. Quienes se sentían intocables e impunes, quienes creían que podían hacer cualquier maniobra para incumplir la ley. Pero, como dice la conocida frase, el tiempo pone las cosas en su lugar y hoy es el momento de juzgar a estos tres integrantes de esta organización”.
Posteriormente, describió la organización que tenía “una estructura comandada por un jefe y un organizador que es el doctor Antonio Di Benedetto”. Luego aclaró que había otros integrantes que ya fueron condenados (otras 12 personas fueron condenadas previamente con procedimientos abreviados) y aclaró que Raúl Jaime tenía un importante rol. “Era quien poseía, por su rol de gestor, información privilegiada que era utilizada por la organización para llevar a cabo los ilícitos”. Mientras sobre Sava explicó que tenía un rango menor, pero que participó en distintas estafas y contaba con conocimiento pleno de las acciones de esta asociación ilícita.
Lo cierto es que Merlo realizó luego un pormenorizado repaso de las 32 estafas que endilga a “la organización”, comenzando con las más importantes que involucraron tres campos de 500, 1000 y 136 hectáreas, respectivamente.
Luego detalló otros casos con viviendas y terrenos urbanos donde se repetía la trama de prestanombres, documentos y firmas adulteradas (entre ellas de personas muertas) entre otras ilegalidades. También algunas situaciones insólitas como el recurrir a personas con nombres inventados, uno de ellos fue el de Carlos García Moreno (nombre verdadero del músico Charly García).