A pesar de la virtual vuelta a Fase 1 dispuesta por el gobierno nacional, a la que adhirió la provincia de Santa Fe, la rebeldía ante la medida que anticipó el Centro Comercial e Industrial de Venado Tuerto se vio plasmada esta mañana en los negocios del centro.
Si bien las calles de mayor movimiento lucieron casi vacías por efecto de la lluvia, casi todos los comercios considerados “no esenciales” en el decreto presidencial se mantuvieron con las puertas abiertas. Venta de ropa, de celulares, peluquerías e incluso los bares decidieron atender al público como lo venían haciendo hasta el momento, a pesar de la explícita prohibición.
No se observaron controles sobre los locales de parte del Municipio ni la policía, por lo tanto tampoco se informó sobre accionar judicial.
Cabe recordar que la virtual Fase 1 dictada por el gobierno nacional rige a partir de hoy y hasta el próximo domingo 30, retomándose el fin de semana del 5 y 6 de junio. Por supuesto que todo estará sujeto al descenso de los contagios a nivel nacional y provincial, que permanecen en cifras muy elevadas y con un altísimo nivel de ocupación de camas de internación.
Si bien es cierto que algunos locales del centro venadense decidieron acatar las disposiciones y permanecieron cerrados (al menos hoy, habrá que ver qué pasa a partir del miércoles), todos los que mantenían las puertas abiertas tenían pegado en el frente un cartel con el logo del Centro Comercial con un mensaje muy claro: “El comercio no cierra”.
El presidente de la institución, Luis Pagnoni, ya había advertido que “el problema no es la circulación que provocamos nosotros con la gente que va a comprar, sino que el verdadero problema está en las juntadas en los espacios públicos y en casas de familia que el Estado nunca pudo controlar”.
De esa forma, “le pedimos a las autoridades que sean coherentes porque no solo van a perjudicar al comercio, también el Estado va a dejar de recaudar y va a quedar mucha gente sin trabajo”.
En la misma línea, la Cámara Regional de Industria y Comercio Interior (Cricex) emitió ayer un comunicado en forma conjunta con la Copain y el propio Centro Comercial, manifestando “nuestro desacuerdo respecto al cierre total de las actividades comerciales e industriales”.
“Esperamos e insistimos en que las actividades comerciales e industriales dentro de la provincia de Santa sean habilitadas, siempre cumplimentando las medidas sanitarias y protocolos previamente aprobados, tal como veníamos hasta el momento”, añadían en su planteo.
Según el decreto, las únicas industrias autorizadas a funcionar son las vinculadas a la cadena de la alimentación, motivo por el cual algunas de las empresas más importantes de la ciudad vinculadas a la metalmecánica ya definieron parar la producción durante toda la semana.