La reciente decisión del Gobierno Nacional de demoler el monumento a Osvaldo Bayer en Río Gallegos generó un fuerte rechazo en amplios sectores de la sociedad. La imagen del reconocido historiador y periodista, acompañada por un cartel con la frase “Bienvenido, está ingresando a la tierra de la Patagonia rebelde“, fue destruida con una excavadora bajo el argumento oficial de que la estructura carecía de habilitación y representaba un peligro para la seguridad vial. Sin embargo, para muchos, esta acción es parte de la “guerra cultural” impulsada por el gobierno de Javier Milei, una ofensiva simbólica que busca reescribir la historia y borrar legados críticos.
El recuerdo de la última visita de Bayer a Venado Tuerto, donde dejó recordadas definiciones.
Un ataque a la memoria
La remoción del monumento no fue un hecho aislado. Sucedió al día siguiente de una masiva manifestación contra el negacionismo de la dictadura y en un contexto de desmantelamiento de espacios de memoria, como el rebautizo del Centro Cultural Kirchner como “Palacio Libertad”. La familia de Bayer, encabezada por sus hijos Ana y Esteban, manifestó su indignación. “A mi padre lo censuraron en vida, le quemaron los libros, sufrió el exilio, estuvo en cárceles, pero jamás se hubiera imaginado una topadora que pretende borrar su nombre“, expresó Ana Bayer. En la misma línea, Esteban Bayer denunció que “este ataque no es solo contra mi padre, sino contra la memoria de los 1.500 obreros fusilados en las huelgas patagónicas“.
El escritor y periodista Martín Caparrós también se sumó al repudio, destacando la paradoja de intentar silenciar a Bayer: “El gobierno de Milei sigue firme en su línea rastrera: atacar a los que suponen que no se pueden defender. Jubilados, docentes, inmigrantes, desocupados, argentinos… Ahora, valentones, se atreven con un muerto que está más vivo que muchos de ellos”.
El recuerdo de su paso por Venado Tuerto
Mientras la destrucción de su monumento desata indignación, el recuerdo de Osvaldo Bayer se mantiene vivo en distintos rincones del país. El 15 de diciembre de 2011, el escritor e historiador realizó su última visita a Venado Tuerto y brindó una charla en la Biblioteca Ameghino. A pesar de los problemas de salud que lo aquejaban, su disertación fue brillante, cargada de historia y reflexiones sobre el presente y el futuro de la Argentina.
Previo a la charla, un grupo de periodistas venadenses le realizamos una cálida entrevista en el patio de la Biblioteca. donde se explayó con su habitual mirada crítica a lo que estaba acaeciendo en ese momento en la Argentin. “Mientras haya villas miseria, no hay verdadera democracia en nuestro país“, resumió de manera clara y contundente.
A su vez, Bayer reivindicó los principios de la Revolución de Mayo y denunció cómo esos ideales fueron traicionados a lo largo de la historia. También cargó contra la figura de Julio Argentino Roca, a quien señaló como responsable de la “Conquista del Desierto” y del sometimiento de los pueblos originarios y los obreros del sur argentino.
Por otra parte, consultado sobre posibles momentos positivos de la historia Argentina, respondió luego de una larga pausa, “ Hay pequeños gobiernos quizás los 40 días de Cámpora , donde no se puede hacer ningún análisis que hable de un avasallamiento de los derechos de los seres humanos”.
Aunque ante una nueva repregunta al respecto aceptó que el gobierno de Arturo Illia fue el que más libertades y más respeto a los principios democráticos tuvo, pero fue “un gobierno ilegítimo, ya que fue elegido con el partido peronista prohibido”.
Sobre la actualidad de aquel momento (gobierno de Cristina Fernádez de Kirchner) destacó el juzgamiento a los asesinos de la dictadura, la estatización de las AFJP y la nueva ley de medios como los aspectos más positivos. Sin embargo, acentuó “mientras haya villas miserias, niños con hambre y desnutridos, no hay una verdadera democracia” .
Bayer falleció a los 91 años el 24 de diciembre del 2018.
Borrar un monumento, perpetuar su legado
La demolición del monumento de Bayer en Río Gallegos es una acción que, lejos de silenciarlo, reavivó el interés en su obra y pensamiento. Su legado sigue vigente en la lucha por la memoria histórica y la justicia social, y su voz, plasmada en sus libros y testimonios, continúa resonando. Como en su última visita a Venado Tuerto, donde reafirmó su compromiso inquebrantable con los oprimidos, Bayer sigue presente en cada rincón de la Argentina que no quiere olvidar.