Finalmente, en la mañana de hoy en la sala de los tribunales de Venado Tuerto fue el turno de la declaración de los tres imputados en el juicio de la megaestafa inmobiliaria. Al respecto, la mayor expectativa estaba centrada en la exposición del abogado, Antonio Di Benedetto, sindicado como el cabeza de la asociación ilícita que realizó la estafa inmobiliaria más importante de la historia santafesina (el patrimonio estafado alcanza la cifra de veinte millones de dólares).
De este modo, el abogado venadense insistió con la argumentación utilizada en sus últimas apariciones públicas previas al comienzo del juicio y se declaró víctima lawfare. En tal sentido culpó al poder político (hizo referencia al exsecretario de Gestión Pública de la provincia, Matías Figueroa Escauriza; al senador provincial Lisandro Enrico; al diputado santafesino, Maximiliano Pullaro; y al intendente Leonel Chiarella), al periodismo “adicto” y al fiscal Matías Merlo.
Además, indicó que “no integró ninguna asociación ilícita” y que solo fue abogado de imputados. Es más, posteriormente, aceptó que podría haber cometido algunas “faltas éticas”, a las que atribuyó “a la empatía que tiene con sus clientes”.
Cabe recordar que, el juicio, que comenzó el 10 de mayo último, está llegando a sus instancias finales. De hecho, ahora se pautaron para el próximo 25 de agosto los alegatos finales del fiscal acusador, Matías Merlo y de los abogados defensores (Ángelo Rossini, Silvia Couselo y Fernando Baiguera) y por supuesto luego vendrá la sentencia del triunvirato de jueces integrado por: Leandro Martín, Eduardo Bianchini y Aldo Baravalle.
“De un día para el otro me transforme en un delincuente”
Así las cosas, Di Benedetto comenzó su largo testimonio resaltando sus 39 años en el ejercicio de la abogacía. En ese sentido, acotó que: “Nunca tuve un problema, ni sanciones de los Colegios”. También hizo alusión a su trabajo en “el ámbito social y comunitario”, aludiendo a su paso por la presidente del club Jorge Newbery de Venado Tuerto, resaltando algunas acciones realizadas.
Para luego, manifestar: “Ahora resulta que de un día para el otro me transformé en un delincuente que hizo estafas multimillonarias y que soy jefe de una asociación ilícita”.
Seguidamente, detalló los comienzos de la causa que fechó en diciembre del 2016, en ocasión de la primera audiencia de conciliación penal referida a la denominada causa Ferrari. Y contó que desde ese momento le empiezan a grabar su teléfono, lo que señaló como una “vulneración de mis derechos porque yo era el abogado de todos los que estaban imputados en esta causa”. Atribuyendo a estas grabaciones las posteriores acusaciones en su contra.
De todas formas, diferenció la actuación del primer fiscal de la causa, Juan Pablo Lavini Rosset (hoy integrante de la Cámara de Apelaciones), con quien dijo: “tuve una muy buena relación”. Para luego agregar: “Con él habíamos convenido cerrar todo con la figura de criterio de oportunidad, con una probation o juicio abreviado”. Pero, según expresó, “la buena fe y entendimiento” que tenía con Lavini Rosset se culminó cuando tomó el caso, Matías Merlo.
“Echó por tierra todo y ahí empezó con el tema de la megaestafa y de la asociación ilícita”, denunció.
Víctima de Lawfare
En tanto, en otro tramo de su alocución Di Benedetto achacó a Merlo estar “avalado” por el poder político. “Cuando la política se mete en la justicia estamos listo”, consideró.
Continuando con la misma línea argumentativa, se encargó de enumerar acciones realizadas por Matías Figueroa Escauriza, Pullaro, Enrico y Chiarella. Sobre este último, recordó que lo trató de delincuente en la apertura de sesiones del Concejo Municipal. “Es un impertinente que pretende direccionar y manejar el poder judicial”, espetó.
Se reservó también acusaciones hacia el periodismo, al que calificó como “adicto al poder político” y como “profetas de la mentira”. De paso, aprovechó para autodescribirse como víctima de lawfare, y “el poder político en connivencia con la prensa influye al poder judicial y naturalmente sobre la opinión pública”, definió. “Y acá lo han logrado”, insistió.
Abogado inocente
Por otra parte, en distintos momentos de su declaración se encargó de manifestar su inocencia. Aunque también para esto aludió a otros condenados en la causa (principalmente a los que declararon como arrepentidos) a quienes culminó culpando por diferentes maniobras ilícitas.
Tanto es así que, luego justificó su participación en las diferentes causas alegando que él fue solo el abogado patrocinador de los imputados. Aunque, no dio demasiados detalles para rebatir las distintas pruebas presentadas por fiscalía a lo largo del juicio.
Jaime y Sava se declararon inocente
Algo más corta fueron las posteriores declaraciones de los otros dos acusados: el gestor Raúl Jaime y el comerciante Marcelo Sava.
En el caso del primero hizo alusión a su trayectoria como gestor y afirmó que varias de las firmas que aparecen en escrituras no le pertenecen. También, Marcelo Sava expresó su inocencia.
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