Desde hace un par de semanas, Leonardo Cositorto se convirtió en un personaje popular y su creación, Generación Zoe, está presente en los medios de comunicación en forma permanente. Acusado de llevar adelante una estafa piramidal, conocida como esquema Ponzi, en la que se convence a la gente de entregar ahorros y a que hagan ingresar a nuevos participantes a cambio de mayores beneficios.
Todo eso se hacía bajo la fachada de una falsa escuela de negocios que ofrecía titulados en criptomonedas y coaching, pero tenía en realidad como principal atractivo una billetera virtual con “beneficio asegurado” con altos intereses en dólares y una criptomoneda propia, Zoe Cash.
El caso explotó hace unos diez días a nivel nacional, y el dato es que desde principios de este mes representantes de Generación Zoe estaban ultimando detalles para abrir un local en Venado Tuerto. De hecho, ya habían alquilado un local céntrico (en la esquina de Alvear y Casey donde funcionaba una empresa de medicina prepaga), aunque todavía no habían llegado a identificarlo con la gráfica característica del emprendimiento.
Una de las publicidades de Generación Zoe.
Como la mayoría de los representantes de Zoe, quienes iban a llevar adelante el proyecto en nuestra ciudad provenían de la provincia de Córdoba, aunque se ignora si tenían algún anclaje o representante local. Sin embargo, desde que explotó el escándalo no se observaron avances para la apertura del comercio, aunque ya llamaba la atención que habían mostrado un gran apuro en ponerlo en marcha y luego fueron postergando el momento con diferentes argumentos.
El esquema
Generación Zoe se presenta en su página web como una escuela de liderazgo y coaching que presta servicios de formación ontológica y financiera, pero el mayor atractivo era su billetera virtual. Quienes querían invertir, debían aportar un mínimo de 2.000 dólares, que quedaban inmovilizados por un año. A cambio, recibían el 7,5 por ciento de intereses en dólares cada mes, pero en el caso de que lograsen convencer a otros para seguir sus pasos, el beneficio podía escalar hasta el 20 por ciento. De allí la figura de la estafa piramidal.
Hoy Cositorto tiene pedido de captura de Interpol, pero lo llamativo es que estaría en el Caribe, desde donde sigue brindando charlas de coaching en plataformas digitales.
Cositorto, el creador de la empresa.
El creador de Zoe y sus socios están acusado de inducir al error a los damnificados “haciéndoles creer falsamente que al realizar un depósito de dinero que se instrumentaba a través de simples recibos, se encontraban en condiciones de pagar por lo menos un interés de un 7,5% mensual en dólares. Sin embargo, los imputados no contaban con los fondos para responder a lo prometido, dejando de asistir a la oficina, la cual fue cerrada definitivamente en febrero de 2022, sin dar respuesta alguna a los requerimientos de las víctimas perjudicadas, ocasionándoles un perjuicio en su patrimonio”, sostiene la orden emitida por Interpol.
Generación Zoe dio sus primeros pasos cinco años atrás, pero su crecimiento se aceleró en los últimos tiempos. Hasta entonces pasó inadvertida para las autoridades regulatorias argentinas, mientras se expandía por el país -en especial en la provincia de Córdoba- y empezaba a extenderse por Latinoamérica.
Mientras su fundador sigue prófugo, esta semana fueron detenidas cuatro personas por estafas reiteradas en Villa María, sumando diez aprehendidos en la causa hasta el momento.