Luego de la información suministrada por el intendente Leonel Chiarella sobre la decisión de cesantear a un grupo de trabajadores municipales por diferentes incumplimientos, el secretario de Gobierno, Mariano De Mattia, brindó más detalles sobres los episodios que motivaron esta determinación, una vez cumplimentados los procedimientos administrativos.
“Son seis los trabajadores que resultaron cesanteados, que es la sanción más grave que puede aplicar la Municipalidad a un trabajador. Esto se dio a partir de distintos hechos que se fueron detectando y generaron sumarios que terminaron con el despido”, puntualizó el funcionario.
Cuatro de ellos estuvieron involucrados en el robo de combustible que el intendente Chiarella había denunciado en los primeros días de marzo. “Esto ocurrió en el área de Obras y Servicios Públicos que conduce Guillermo Kovacevich, que empezó a realizar un control cruzado y pudo detectar un faltante. A partir de trabajar sobre las cámaras de seguridad y distintos testimonios se generó el sumario desde Asuntos Jurídicos a cargo de Franco Tamburini, se notifica a los trabajadores sobre los hechos que se les imputan y los elementos probatorios que existen para que ejerzan el derecho de defensa”, explicó De Mattia.
El secretario de Gobierno aseguró que “no hubo elementos ni pruebas que corroboren la versión de ellos y se dictó la resolución de la cesantía, lo que implica el despido sin el pago de indemnización”.
Otros casos
Los otros dos empleados municipales fueron despedidos por distintos motivos. Uno de ellos “intentó vender la ropa que el Municipio entrega a los trabajadores, puntualmente el calzado de seguridad que se brinda a personal de Obras Públicas. Se hizo a través de las redes sociales en forma abierta y deliberada”, expuso.
El último caso “tiene que ver con una trabajadora que no se presentó a trabajar superando el máximo de tiempo permitido para licencias. Hay un límite de diez días para ausentarse sin justificación a lo largo de un año, superó largamente ese plazo y cuando se le requirió información presentó un certificado médico firmado por un profesional de la ciudad donde señala que tiene inflamación de tiroides”.
Hasta allí nada fuera de lo normal, pero “nuestro encargado de medicina laboral Diego Herrera observó que esta mujer había sido intervenida quirúrgicamente y le habían extirpado las tiroides por un problema de salud. De manera que el diagnóstico era imposible”. Se le notificó la situación a la trabajadora y ratificó su certificado, quedando cesante porque “no podía justificar sus inasistencias”.
De Mattia remarcó que en los seis casos estaban en planta permanente, “con la estabilidad que da el empleo público donde no se pueden despedir salvo que exista justa causa”.