El intendente José Freyre anunció que cumplirá con su promesa de dejar inaugurada la planta de tratamiento de residuos antes de finalizar su mandato, y puso como fecha tentativa el 7 de noviembre. Por supuesto que se trata de un primer paso para empezar a definir la política sobre residuos, que será competencia del próximo gobierno municipal, en el marco del Consorcio Regional que administra la planta.
“Fuimos avanzando con cada uno de los pasos, se compró la tierra que son diez hectáreas, la compra de la planta propiamente dicha, el relleno sanitario, la construcción de un salón de usos múltiples, la maquinaria necesaria para que eso funcione y conformamos un consorcio regional”, enumeró Freyre sobre los pasos transitados durante su gestión.
El mandatario justicialista señaló que se encuentran ultimando detalles para poner en marcha la planta de tratamiento, aclarando que en paralelo “se viene dando una discusión que dejamos en mano de las autoridades electas, que es la manera de gestionarla. Nosotros defendemos la idea de que debe ser un ente autárquico mixto, las experiencias que conocimos cuando son totalmente públicas tienen el riesgo de que el Municipio deje de invertir en los residuos en momentos críticos”.
Luego sostuvo que el éxito del funcionamiento está atado a la concientización de la comunidad “para que genere residuos de manera clasificada, aquellos que puedan ser reutilizados, los que se separan en la planta para dividir los que se tratan y se entierran, mientras lo orgánico va a la planta de biogás o al compostaje”.
Actualmente la Municipalidad está trasladando a la planta todo lo que se junta en los siempre cuestionados Puntos Limpio de las plazas, la recolección de residuos verdes y escombros. “A partir de ahora habrá que dejar de mandar camiones al basural a cielo abierto para que empiecen a ir en forma progresiva a la planta para hacer el trabajo de separación y tratamiento”, alentó Freyre.
El camino para llegar hasta la planta está en buenas condiciones, dado que se trabajó en el mejorado de calle Güemes: “La última parte de la planta la hicimos con el aporte de la Provincia (36 millones de pesos) que permitió concretar el mejorado. Nosotros habíamos planteado que se debía comenzar con algún barrio, que los lunes, miércoles y viernes se junten los residuos húmedos y orgánicos, mientras que los secos se junten martes y jueves. Aunque hay otras opciones”, sintetizó. La idea es que las comunas del consorcio que vayan cumpliendo con la separación en sus localidades empiecen a traer a la planta para funcionar.
“El cierre del basural implica otro proceso que ya está en marcha, de las 11 hectáreas recuperamos tres, pero viene el proceso de desactivación, para eso el primer paso es dejar de llevar la basura al lugar”, completó el intendente.