Esta tarde falleció Hermes Binner a los 77 años, luego de transitar los últimos meses en un geriátrico de la ciudad de Casilda y los últimos días internado en un sanatorio por una neumonía que agravó su estado de salud. La historia argentina le reserva un lugar importante: en diciembre de 2007 se convirtió en el primer gobernador socialista, cuando asumió al frente de la provincia de Santa Fe.
Además fue dos veces intendente de Rosario, diputado nacional y candidato presidencial, vinculándose su figura a la profunda transformación que vivió la ciudad que gobernó y el armado de un sistema de salud pública que tuvo su emblema con la construcción del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Ya como gobernador, traspoló ese proyecto de salud iniciando la construcción de un conjunto de hospitales en distintas ciudadaes, entre los que se cuenta el “Alejandro Gutiérrez” de Venado Tuerto, para cuya inauguración estuvo presente. Esa fue precisamente la última visita de Binner a la ciudad,
El dirigente socialista fue uno de los impulsores de la creación del Frente Progresista, Cívico y Social, en alianza con el radicalismo, el PDP y otros partidos menores. Desde esa construcción se postuló a gobernador en 2003, pero perdió con el justicialista Jorge Obeid a través de la ley de lemas. Cuatro años más tarde insistió y llegó a la Casa Gris.
En 2011 se postuló a la presidencia de la Nación desde el Frente Amplio Progresista y con el 16,8 por ciento de los votos fue el segundo más votado detrás de Cristina Fernández de Kirchner (54,1 por ciento), quien logró la reelección.
El sello Binner
Hasta la asunción de Hermes Binner, la costumbre era que los gobernadores pisen Venado Tuerto los 17 de agosto para el acto oficial en homenaje al General San Martín, y eventualmente alguna otra ocasión durante el año. Esa lógica se modificó de raíz: Binner instauró las asambleas ciudadanas, el sistema de descentralización a través de los nodos y fue frecuente verlo recorrer la provincia, al igual que la llegada habitual de los ministros. Esa política se mantuvo durante las gestiones de Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, sus sucesores en el cargo.
Más allá de eso, el gran legado que dejó Binner en Venado Tuerto durante su gobernación fue la decisión política de realizar un nuevo Hospital que reemplace al edificio centenario donde funcionaba el “Alejandro Gutiérrez”. Si bien es cierto que la obra llevó más tiempo del previsto, finalmente se inauguró el 30 de septiembre de 2017 y ahí estuvo presente, siendo reconocido por el público presente y las autoridades como el gran ideólogo del proyecto.
“Este es el acto de una promesa cumplida, vamos a seguir trabajando en ese sentido porque la gente va a volver a creer, es lo que nosotros necesitamos”, declaró entonces Binner ante la consulta periodística, cuando ya empezaba a evidenciar alguna fragilidad en su salud.
La historia
“Este hospital nació en una visita que hicimos con el gobernador Binner a Venado Tuerto al (viejo) Hospital Gutiérrez, donde fuimos a ver unas instalaciones que distaban mucho de garantizar ese derecho que nosotros pensábamos. Cuando salimos Hermes me dijo al oído, algo tenemos que hacer acá”, relató en su momento el exministro de Salud de Santa Fe, Miguel Ángel Capiello. Entonces “nos paramos en la puerta y Hermes le dijo al intendente José Luis Freyre, dame un terreno y hacemos un hospital nuevo en Venado Tuerto”.
El relato fue acreditado por el propio exmandatario local, quien el día de la inauguración recordó que en el 2008, cuando los dos llevaban poco tiempo en el cargo, le planteó a Binner la necesidad de poner en condiciones el ahora viejo hospital, y que en ese momento la respuesta fue: “Vamos a hacer uno nuevo”.
El proyecto fue presentado oficialmente por el entonces gobernador el 3 de septiembre del 2008 en el Centro Cultural Municipal, donde se exhibieron las maquetas virtuales del diseño, y el 18 de febrero del 2009 se firmó el contrato para iniciar la obra. En 2017 finalmente se logró el corte de cintas.
“Venado Tuerto va a tener el nosocomio que se merece con alta complejidad, que será referencia para toda la región. Es algo venturoso para el futuro, que se construye con producción y trabajo, que son dos cosas que se dan en esta ciudad”, declaró Binner en una de sus visitas, cuando la obra estaba en pleno proceso.
Huellas
“Los socialistas habremos metido la pata, pero nunca la mano en la lata”, fue una muletilla que el exgobernador usaba de manera recurrente. Hoy a nivel nacional es recordado como un dirigente honesto, quien por supuesto no estuvo exento de los cuestionamientos. Seguramente la designación de Hugo Tognoli como jefe de Policía (luego condenado por sus vínculos con el narcotráfico) fue el flanco por el cual lo golpearon los adversarios políticos.
En Venado Tuerto, en su experiencia como candidato presidencial fue el más votado con el 38 por ciento de los votos, superando a una Cristina Kirchner que arrasó en todo el país en aquel 2011. En febrero de este año tuvo su homenaje local, al designarse con su nombre el Centro Socialista de flamante inauguración.
En 2015 Binner tuvo su última experiencia electoral, con una estrategia desacertada que lo dejó afuera de una banca en el Senado. En aquella campaña, en su último recorrido intenso por la provincia, llegó a declarar en Venado Tuerto: “No nos interesa ir a Buenos Aires para aporteñarnos, sino para desarrollar una defensa clara de los derechos que tiene Santa Fe en el reparto de recursos económicos y en las políticas que debemos llevar adelante para fomentar la integración económica, social y política. Mientras a Santa Fe la Nación le sacó el 15 por ciento de masa coparticipable para sostener a Anses, los senadores miran para otro lado. Hay que ser claros: o estamos con Santa Fe o vamos a calentar sillas”.
Binner murió sin ver que esos recursos –por los que incluso fue hasta la Corte Suprema logrando un fallo favorable- regresen adonde corresponde. Sí se llevó un respeto que no es fácil de lograr en la política.
