Hace dos años, después de un triunfo electoral importante de los candidatos que impulsaba su espacio, desde el frente denominado Primero Venado, el senador Lisandro Enrico se animaba a plantear que “el resultado de Venado Tuerto es una pequeña muestra de lo que necesitamos hacer en la provincia”. En aquel momento el frente de frentes era sólo una idea de algunos dirigentes, pero con el paso de los meses fue creciendo, se concretó y en las PASO de hace un par de semanas terminó consolidando un triunfo amplio, donde Maximiliano Pullaro quedó a las puertas de ser electo gobernador, con una diferencia que parece indescontable.
De esta manera, el departamento General López se encamina a tener –por primera vez en la historia- a un dirigente formado en estas tierras al frente la Casa Gris. “El desafío es que esta etapa sea muy diferente para esta región, nosotros partimos de cuatro años de gobierno de Omar Perotti donde General López, que es el tercer departamento más grande de Santa Fe, quedó 13° en inversión en el presupuesto 2023, relegado de obras y presencia. El gobierno de Maxi va a ser para toda la provincia, pero hay que equilibrar, porque Venado Tuerto y otras localidades fueron olvidadas y desatendidas. Fueron intencionalmente discriminadas”, sostiene Enrico desde su oficina, en una extensa entrevista con Venado24.
El dirigente radical ofrece datos para refrendar sus dichos: “En el último reparto de fondos Covid, le dieron 3,5 millones de pesos a Miguel Torres que tiene 400 habitantes y 3,5 millones de pesos a Venado Tuerto, por solamente dar un ejemplo. Esto es el estilo de Omar Perotti y su gabinete, cuando Lifschitz era gobernador le giró al intendente José Freyre 600 mil dólares para empezar a construir la planta de tratamiento de residuos, pero cuando se prendió fuego por completo no logramos ni siquiera la visita de la ministra (de Medio Ambiente) Erika Gonnet, ni de Freyre ni de nadie. Son desatenciones que no se pueden tener con una ciudad y un departamento tan importantes”.
-¿Ese estilo de conducción fue castigado en estas elecciones?
– La gestión de Omar Perotti decepcionó a muchos santafesinos, incluso me lo dicen muchos peronistas en confianza. Que estemos un 59 por ciento por debajo de la media de inversión provincial como departamento, con los hospitales y servicios de salud desatendidos, con una jefa de Educación de la región que vive presionando a docentes y directoras, con un coordinador del SIES 107 cuestionado por la Justicia y ejerciendo violencia sobre los trabajadores, son algunas muestras. La única obra vial que se hizo en la región fue la ruta 90 y la dejaron por la mitad, tuvimos que intimar por carta documento para que la pinten. Hay muchos problemas de gestión, como haber cerrado el Nodo, que era el lugar de encuentro y presencia del gobierno en la región. Pullaro ya anunció que se van a reabrir en los lugares donde más se necesita, que son Venado Tuerto, Rafaela y Reconquista.
-Muchas veces habló de que General López requiere una reparación histórica. ¿La intención es que se beneficie a la región del mismo modo que Perotti lo hizo con Rafaela?
-No, no, no. La gestión de Maxi va a ser más asimilable a lo que fue Miguel Lifschitz, con más presencia en toda la provincia. Obviamente que hay desequilibrios que hay que compensar, porque hubo pueblos que no pudieron tener ni un solo proyecto o programa, a eso me refiero con la reparación histórica que hay que hacer.
-Pullaro hizo promesas importantes en la campaña, especialmente con proyectos viales muy ambiciosos.
-La falta de inversión en rutas en la región es una falencia muy evidente, con la desatención absoluta de la ruta 33 con un desentendimiento de la provincia sobre esta situación. Lo que más nos duele es que la mesa de Massa Presidente en Santa Fe la conduce el ministro Gabriel Katopodis, el responsable de que el proyecto de la autopista se venga abajo. Cuando se frenó la obra, el intendente Leonel Chiarella lo llamó al presidente Alberto Fernández y le contó el problema, a la tarde lo llamó Katopodis y lo citó a una reunión en Buenos Aires, pero fuimos y no nos atendió. De Chovet hacia abajo, no se invirtió ni un peso en la ruta 33, no pintaron un cartel ni taparon un pozo. Y hay que sumar a la ruta 8, que nunca en la historia estuvo tan mal.
-Con Pullaro propusieron hacer una ruta nueva en la región, no es un proyecto frecuente.
-Además de exigir el mantenimiento de la ruta 33, Maxi Pullaro plantea que la Provincia puede concretar una obra que atienda la vinculación del sur con Rosario y el norte con Santa Fe. Y ahí aparece la posibilidad de hacer una ruta 14 con más inversión y una traza nueva de Venado Tuerto a Miguel Torres en una primera etapa. Es un proyecto que se puede hacer en tres años.
-¿Esta es una forma de reconocer que hay pocas expectativas de que se pueda lograr la autopista, con esta situación económica del país?
-Es una obra de largo plazo, en un contexto de un Estado nacional fundido que paraliza los pagos porque no puede cumplir con los compromisos internacionales, entonces ajusta hacia adentro. Son 260 kilómetros de autopista y no se hizo ni un metro de asfalto, por eso mientras tanto hay que tomar medidas concretas en el corto plazo. Y en estos tres años y medio no se hizo nada.
Un vínculo de 25 años
Hoy Lisandro Enrico y Maxi Pullaro aparecen como firmes aliados en un mismo proyecto político. De hecho, en la noche de las PASO, durante los festejos por el arrollador triunfo obtenido, el senador venadense estuvo ocupando un lugar central, al lado de figuras nacionales que llegaron para respaldar al vencedor, como Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau.
Sin embargo, esa armonía no siempre existió. “Con Maxi nos conocemos desde 1997, hace más de 25 años”, recuerda Enrico, con muchas horas de comité compartido y también con varias internas que los encontraron militando en espacios antagónicos en la región. “Estuvimos distanciados y después lo superamos, y eso fue la base de esta situación que vivimos hoy, porque pacificar el partido en General López fue fundamental, y eso posibilitó el vínculo con las demás fuerzas políticas. Hoy somos parte del mismo espacio y Pullaro es nuestro referente”, remarca el senador, que va por una nueva reelección.
-¿Hay una posibilidad concreta de que se sume al gobierno de Pullaro en un lugar importante?
-Mi compromiso es con este departamento como senador. También digo que soy parte de un proyecto provincial, pero concretamente no hubo nada y yo tengo puesta la energía en General López y lo que hay que trabajar para darle lo que merece por lo que aporta.
-Hay muchas expectativas por las inversiones que necesita la ciudad, como la planta de tratamiento de residuos o la circunvalación, que además fueron compromisos asumidos. Ahora hay que estar a la altura y cumplirlo…
-Eso lo tengo muy claro, y por eso a veces no duermo. Es enorme la responsabilidad, porque hay que cumplir y para eso hay que trabajar mucho. El tiempo dirá si cumplimos, pero estamos mentalizados para encarar el proceso que viene.
Sin desgaste
La historia es conocida, en 2015 Lisandro Enrico apostó por una renovación dentro del radicalismo venadense, que había dejado atrás las internas. Entonces eligió a Juan Ignacio Pellegrini como candidato a intendente y Leonel Chiarella como concejal, quien cuatro años después conseguiría derrotar a José Luis Freyre y ahora logró un aval de su gestión con más del 80 por ciento de los votos.
“Fue una gestión de mucho trabajo y muy seria, con un equipo muy bueno y comprometido, fortaleciendo cada área, con cambios en la ciudad y una postura frente al delito que muchos dirigentes no quieren afrontar. Leonel no tuvo el apoyo de Perotti ni de Alberto Fernández, y no se quejó por eso, sino que buscó la manera de dar respuestas, con obras, pavimento y una administración ordenada”, analiza Enrico.
Del mismo modo, Enrico se sigue superando en cada elección, logrando en este caso más del 68 por ciento de las adhesiones en las PASO “a pesar de haber sido apartado por la gestión provincial, con el gobernador que ni siquiera me invitaba a los actos ni tenía la delicadeza de llamarme cuando venía a la región. Nosotros nunca perdimos el vínculo personal con los vecinos, con mucho trabajo. En momentos difíciles de la economía hay que estar cerca, asistiendo y escuchando, siendo responsables y serios en la respuesta. A la hora de elegir, eso pesa”.
-¿No le tiene miedo al desgaste de estar muchos años en un mismo lugar?
-El recorrido y la presencia permanente en cada localidad no me cansa. Sí hay que saber que va a llegar un momento en el que tendrá que venir otra persona, por eso estamos formando a muchos jóvenes presidentes comunales y concejales que van a tener su momento. Tenemos un buen plantel para proponerle a la gente.
-En estas elecciones fue el senador que obtuvo el mejor resultado en toda la provincia, incluso hay departamentos donde podría haber cambio de color político, cuando generalmente se dice que los senadores son intocables por los fondos que manejan. ¿A qué lo atribuye?
-Es que no alcanza con eso, la gente no te va a acompañar porque le des un aporte a una institución, sino que tenés que estar comprometido y presente, y jugártela cuando haga falta. Cada departamento tiene una realidad distinta, pero si uno entiende que la política es un servicio, el voto es un vínculo de confianza.
LA BRONCA CON LATTANZI
-Después de ser condenado por la Justicia, el intendente Natalio Lattanzi y su abogado defensor, señalaron que “el senador Enrico maneja la Justicia en General López”. ¿Cómo lo tomó?
-Es una locura, estoy muy molesto porque mientras declaraba eso, Lattanzi me escribía un mensaje para decirme que quería charlar conmigo como si no hubiese pasado nada. Fue gravísimo lo que dijo, como es grave que haya un intendente condenado. Le dije que no íbamos a hablar hasta que no desmienta la acusación.
-¿No tiene incidencia usted sobre los fiscales y los jueces?
-No, y la verdad creo que la Justicia en este caso debió haber actuado antes, porque es una causa que se inició hace siete años. El intendente buscó desviar la atención sobre el fallo que lo condenó.