La Confederación General del Trabajo (CGT) renovará este miércoles su conducción en un congreso que se realizará desde las 9 en el estadio de Obras Sanitarias, en Buenos Aires, y todo indica que el dirigente venadense Jorge Sola sería confirmado como uno de los tres cotitulares de la central obrera. Será un hecho de relevancia histórica para Venado Tuerto, ya que por primera vez un sindicalista de la ciudad ocupará un lugar en la máxima conducción del movimiento obrero argentino.
El nuevo triunvirato estará integrado por Octavio Argüello (Camioneros), Jorge Sola (Seguros) y Cristian Jerónimo (Vidrio), en el marco de un Consejo Directivo de 50 miembros que tendrá mandato hasta 2029. La lista de unidad fue consensuada en una extensa reunión realizada este martes en la sede de la UOCRA, donde los distintos sectores del sindicalismo acordaron preservar la unidad en medio de fuertes tensiones internas.
Un dirigente del interior en la mesa chica del poder sindical
A los 59 años, Sola, actual secretario de Prensa de la CGT y titular del Sindicato del Seguro, es reconocido por sus pares como un dirigente dialoguista, con impronta moderna y capacidad técnica. Su ascenso al triunvirato marca un hecho inédito para Venado Tuerto y para el sindicalismo santafesino.
Como anticipó Venado24 en agosto, su nombre comenzó a ganar peso en las negociaciones previas gracias a su perfil conciliador y a su habilidad para tender puentes entre los sectores tradicionales y las nuevas generaciones del movimiento obrero. Esa versatilidad le permitió sostener vínculos tanto con “los Gordos” y los Independientes como con dirigentes más jóvenes que buscan renovar la agenda cegetista.
Una CGT con pocos cambios y grandes desafíos
Aunque el ingreso de Sola y Jerónimo aporta un matiz de renovación, la nueva CGT mantendrá una fuerte presencia de la vieja guardia sindical. Continuarán en puestos clave figuras como Héctor Daer (Sanidad), Armando Cavalieri (Comercio), Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).
El principal desafío de la flamante conducción será la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei. La CGT considera que la idea de promover convenios por empresa, defendida por el ministro de Desregulación Federico Sturzenegger, pone en riesgo la estructura misma del sindicalismo argentino. “No queremos ir al conflicto, pero si se nos cierran todas las puertas vamos a usar todas las herramientas de defensa de nuestros derechos”, advirtió Gerardo Martínez, marcando el tono de una etapa que promete alta tensión.
Por su parte, el propio Sola advirtió: “tiene que haber una discusión para el aggiornamiento y la modernización laboral, una discusión entre las dos partes más importantes que son los representantes de los empleadores y de los trabajadores. Con tensión y conflicto, pero no con enfrentamiento”.
Moyano, el equilibrio interno
El armado final del triunvirato se destrabó por la influencia de Hugo Moyano, quien insistió en mantener a su hombre de confianza, Octavio Argüello, como uno de los tres cotitulares. Moyano se ofreció como “factor de equilibrio” en medio de las diferencias sobre el ascenso de Jerónimo, el dirigente del vidrio apadrinado por el propio Martínez.
En ese esquema de equilibrios, la figura de Jorge Sola aparece como pieza clave para sostener la unidad entre sectores que históricamente se miran con desconfianza.
Un representante de Venado Tuerto en la historia sindical
El desembarco de Sola en el triunvirato no solo lo consagra como uno de los dirigentes más influyentes de la CGT, sino que pone a Venado Tuerto en el mapa político y sindical nacional.
De confirmarse formalmente este miércoles, será la primera vez que un dirigente del sur santafesino ocupe un lugar de conducción en la central obrera más poderosa del país. Un reconocimiento que corona décadas de militancia gremial y que refleja, también, la creciente gravitación del sindicalismo del interior en un contexto donde la CGT deberá redefinir su papel ante las políticas de ajuste y desregulación laboral del gobierno libertario.
La historia del movimiento obrero argentino sumará así un capítulo con acento venadense.