En un acto formal realizado en los Tribunales de la capital provincial, el ministro de Gobierno, Fabián Bastía, su par de Seguridad, Pablo Cococcioni, y el secretario de Justicia de la provincia, Santiago Mascheroni, participaron de la asunción de los nuevos integrantes de la Cámara de Apelaciones de Ejecución Penal y Supervisión Carcelaria. Sin embargo, lo que debía ser una ceremonia solemne se vio empañado por las manifestaciones de descontento por parte de empleados judiciales que, a viva voz, hicieron sentir sus reclamos por la situación laboral y salarial que afecta al sector. A la vez, hay un fuerte descontento por las distintas declaraciones de Maximiliano Pullaro, que tildó en más de una oportunidad de ineficiente a la Justicia santafesina.
Lo cierto es que, ya en durante la jura sorprendieron los gritos: “¡Acomodados!” que resonaron en el recinto, generando incomodidad en las autoridades presentes. Dicha consigna estuvo dirigida puntualmente a quienes juraban como nuevos integrantes de la Cámara de Ejecución Penal y Supervisión Carcelaria. Uno de ellos, Horacio Pueyrredón, oriundo de Venado Tuerto, quien fue designado como vocal para la Circunscripción Judicial N.º 2, con sede en Rosario. Junto a él, Valeria Pía Haurigot también desempeñará funciones en la misma circunscripción, mientras que el Dr. Mario Javier Guedes será el responsable en la Circunscripción Judicial N.º 1, con asiento en la ciudad de Santa Fe.
Cabe recordar que la creación de esta nueva Cámara de Apelaciones responde a la implementación de la ley 14.243, sancionada en diciembre de 2023, que establece un régimen de prisión y alternativas para presos de alto perfil. Su conformación fue el resultado de un proceso de selección que comenzó a principios de este año, mediante un concurso de oposición, antecedentes y entrevistas, del que participaron 48 postulantes. Aunque solo 29 se presentó a las pruebas, el proceso no estuvo exento de controversias.
En el caso de Pueyrredón y Haurigot, ambos habían sido cuestionados en una primera instancia, tras no aprobar la prueba de oposición. No obstante, el Poder Ejecutivo provincial los habilitó para continuar en el proceso, lo que generó una serie de críticas dentro del ámbito judicial. A pesar de las objeciones, los dos lograron superar las etapas y finalmente fueron seleccionados para ocupar los cargos de camaristas.
La tensión continuó incluso después de la ceremonia. Bastía, Cococcioni y Mascheroni, fueron increpados por un grupo de manifestantes al salir del acto, lo que provocó momentos de caos en los que tuvo que intervenir la custodia policial. Los funcionarios recibieron insultos y hasta empujones mientras abandonaban el lugar.
En declaraciones posteriores, Bastía intentó minimizar los incidentes, afirmando: “No podemos decir que sea hostil, es gente que tiene su opinión y se manifiesta, es parte de la coyuntura”. Además, al ser consultado sobre los reclamos de los empleados judiciales, señaló: “Más que compartir, se respetan las opiniones de los demás”.
La asunción de Horacio Pueyrredón en medio de este clima de tensión marca el inicio de un nuevo desafío para el venadense, quien ocupará un rol central en la supervisión carcelaria y la ejecución penal, en un contexto judicial que no deja de generar polémicas.