El martes por la mañana se concretó en el Concejo Municipal una reunión con el equipo interdisciplinario de los hogares de convivencia, que está próximo a cumplir dos años de trabajo en la órbita del Municipio. A partir de la solicitud de los ediles del bloque Ciudad Futura, la reunión tuvo como objetivo conocer el trabajo realizado en este tiempo en el control de los espacios que alojan y atienden a adultos mayores, a instanciar de la ordenanza 5707/23 sancionada a instancias del exconcejal Nahuel Pasquinelli.
Participan de este equipo dos direcciones que integran la Secretaría de Control Urbano y Convivencia a cargo de Silvia Rocha; Seguridad Alimentaria e Inspección General; también la Dirección de Comercio e Industria, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Productivo; las áreas de Adultos Mayores y Discapacidad, bajo la órbita de la Secretaría de Desarrollo Humano; la defensora general del Distrito Judicial 3, Gabriela del Castillo; y la auditora de la Zona 5 de Salud provincial, Dra. Sabrina Bourguez.
Rocha recordó que “las ordenanzas anteriores no fueron derogadas y siguen vigentes, pero ante la necesidad de lo existente se decidió crear un nuevo marco normativo por el cual estos lugares privados que prestan servicios pueden funcionar hoy con más de 300 abuelos, una necesidad para ellos y sus familias”.
La nueva ordenanza permite un mayor control de parte del Estado municipal respecto a temas de su competencia y facilita a los hogares de convivencia el cumplimiento de las reglamentaciones que deben regir para su funcionamiento.
“A estos lugares los controlamos y acompañamos. Hoy tenemos 29 lugares activos y 17 que terminaron el trámite de habilitación, pero el resto está con habilitaciones en curso. Sabemos quiénes son sus dueños y hasta conocemos a los abuelos que están alojados, que es la parte humana de los controles. Vamos con una mirada positiva y ellos nos reciben contentos, por eso sostenemos este equipo en cada visita”, confió Rocha.
Cuentas pendientes
Desde la oposición, la concejala Florencia Giacometti advirtió que “muchas personas que están alojadas en estos hogares se encuentran en malas condiciones, por eso creemos que se pueden mejorar los controles que se realizan”.
Sobre ese punto, recordó que desde Ciudad Futura se impulsaron varios proyectos en el último tiempo, como la necesidad de generar una capacitación específica para los cuidadores y las cuidadoras que están en el día a día, “para que la ancianidad sea un derecho y no un castigo”.
El programa Cuidar a los que cuidan apunta a contar con un relevamiento sobre las personas que hoy están trabajando en estos hogares de convivencia y así “tener un diagnóstico de cuáles son sus necesidades para realizar capacitaciones semestrales y dotarlos de herramientas”, que pueden ir desde cuestiones de salud, primeros auxilios, RCP y “darles mayor autonomía a los adultos mayores que la puedan asumir”. Esa idea por ahora no prosperó.
Además recordó que en la ordenanza aprobada en octubre del año pasado se establecía la creación de un registro público y actualizado de los hogares de convivencia habilitados, que se debe publicar en la página web municipal. Giacometti reclamó que se haga efectiva la confección y difusión.