Tras reunirse con el representante de la empresa Prodin S.A. que impulsa un desarrollo inmobiliario en las afueras de la ciudad, el Concejo Municipal anticipó su negativa a la creación de un nuevo barrio privado, que en este caso se pretendía construir bajo la figura de “club de campo” en un predio de 15 hectáreas sobre la ruta nacional 8. Así lo adelantó el concejal Santiago Meardi, quien preside la comisión de Obras Públicas del Legislativo local.
“La Comisión Mixta realizó un dictamen negativo. Allí participa la comisión de Obras Públicas del Concejo (que me toca presidir), junto a técnicos del área de Planeamiento y Catastro del Municipio y colegios de los profesionales ligados a la construcción, como ingenieros, arquitectos, maestros mayores de obra y agrimensores. Ninguno de los tres concejales que participamos en la comisión vota por la afirmativa, de manera que no está la voluntad para reunir las firmas y pasarlo al recinto. De todos modos, el rechazo es unánime entre todos los ediles porque lo hemos planteado en el plenario”, garantizó en diálogo con el programa “A pesar de todo” (LT29).
Uno de los puntos determinó la negativa a esta propuesta de inversión obedece a la ubicación en que se encuentra, sobre la ruta nacional 8 en las afueras de la ciudad, dado que “lo definido este año en el Plan Estratégico Participativo, que fue el resultado de un debate con toda la ciudadanía, es que la ciudad tiene un modelo territorial disperso y desordenado, con una densidad baja de 30 habitantes por hectárea, y este tipo de proyectos genera un aumento del consumo de suelo en forma ineficiente, porque hay que llevar servicios de agua, electricidad, cloacas, y además el transporte, lo que genera un motivo de análisis”.
En tal sentido, el concejal radical amplió: “El Plan Estratégico definió que hay que aumentar la ocupación del suelo para hacer más eficiente a la ciudad, generando una estrategia de mayor densificación, ocupación de los terrenos baldíos dentro del ámbito urbano y no generar expansiones territoriales que generen saltos en la ocupación del suelo, porque eso además encarece los servicios públicos para todos los venadenses”.
También expuso que la creación de este barrio genera un conflicto con la ruralidad, porque obliga a extender los límites agronómicos y se reduce la cantidad de tierras productivas para la ciudad.
Una vez que el proyecto entró al Concejo, hace un puñado de meses, se debatió su factibilidad en dos reuniones en la Comisión Mixta, donde “los colegios profesionales se llevaron el tema para debatir en el seno interno, y la conclusión fue negativa porque decidimos no otorgar una excepción urbanística bajo los parámetros actuales”.
No obstante, adelantó que el Ejecutivo está trabajando en un cambio del Código Urbano de la ciudad, que será evaluado por la Comisión Mixta y el Concejo para su implementación, tendiendo a seguir los lineamientos del Plan Estratégico Participativo. “Al urbanizador le dijimos que vamos a esperar esos cambios y en caso que los lineamientos del Código Urbano lo permitan, el proyecto podrá ser reevaluado”, indicó.
Acceso al suelo
El debate sobre los barrios privados se viene dando en muchas ciudades, y tiene como trasfondo “la necesidad de pensar qué ciudad queremos en el futuro, si pensamos en una ciudad más compartimentada y más exclusiva, donde se generan loteos que no aportan una solución al déficit habitacional, porque van por un segmento de la sociedad de mayor poder adquisitivo”.
Como referencia, recordó que en el marco del programa Nuestro Terreno hubo casi 7 mil anotados para participar de la compra de un lote de índole social, y “estos emprendimientos no descomprimen esa demanda, sino que apuntan a sectores que ya tienen las herramientas para resolver su cuestión habitacional”.
Por último, recordó que en el caso de La Cheltonia, el único barrio privado que tiene la ciudad, “fue autorizado en la década del 90 y nosotros no podemos revertirlo. Después hubo otros proyectos similares que se presentaron y fueron rechazados, y esos loteos se terminaron haciendo en forma abierta, pero mucho más cercanos a la mancha urbana y son más eficientes en términos de servicios públicos”, completó.